El albino despertó por los rayos de sol que se colaban por la gran pared de cristal, dio un pequeño bostezo y estaba despabilandose cuando noto que Rin ya no estaba a su lado, de inmediato se levanto y fue en busca de un pantalón de pijama para cubrir sus desnudez, luego fue hasta el baño y se cepillo los dientes con prisa para así bajar hasta la primera planta, sin embargo la esperanza de encontrarla se desvaneció cuando encontró aquel lugar tan silencioso como siempre, no había nadie...
Camino hasta la cocina en busca de café, luego subiría y revisaría su teléfono pues aún guardaba la esperanza de que tal vez se le había presentado algún inconveniente y por esa razón regreso a casa temprano; encendió la cafetera, agrego la cápsula, y el agua para esperar que luego de varios minutos de hacer su trabajo, el cafe se deslizara hasta su taza. Cuando lo hizo camino de regreso hasta la sala y así mismo subió hasta su habitación, tomo su teléfono sin embargo no había ni un solo mensaje que le dijera si Rin estaba bien y a salvó así que luego de esperar impacientemente decidió llamarla, el tono sonó más de tres veces pero la llamada jamás fue atendida, la frustración del hombre al no saber que sucedía era tanta que sin previo aviso tomo impulso y fue hasta la ducha para darse un corto bañó, luego busco ropa y nuevamente se cepillo los dientes para ir en busca de la mujer, su ropa era totalmente sencilla constaba de unos jeans de mezclilla y un suéter de color negro junto con unos tennis a juego. La sorpresa fue que cuando el estaba a punto de llegar a la salida noto que sus llaves no estaban en el lugar de siempre y aunque su instinto lo impulsó a buscarlas, aquello no duró mucho puesto que a los segundos la puerta fue abierta y Rin apareció detrás de está, con dos bolsas en sus manos.
- Veo que despertaste- anuncia la menor mientras deja las llaves en su lugar y coloca las bolsas junto a la pequeña mesa que servía como recibidor para así lanzarse a los brazos del hombre.
Quien gustosamente la toma con fuerza.
- Pensé que te habías ido- confíesa el Taisho en medio del beso.
- Solo fui a comprar algunas cosas para prepararnos algo de comer... Tu despensa está completamente vacía- aclara la castaña mientras separa sus labios y lo observa con recelo.
- No suelo comer aquí, es por eso...- se excusa el hombre dejándola nuevamente en el suelo.
- Aún así, debes de comer cosas más saludables... Acaso no sabes que tus padres se preocupan por ti- reprocha Rin mientras toma las bolsas y camina hasta la cocina.
A pesar del regaño que le fue propinado por parte de la castaña, el Taisho no pronuncio ninguna palabra, tan solo se limito a observarla con atención...
Mezclo varias cosas que el no pudo decifrar pero que antes de lo esperado se había convertido en mezcla para hotcakes, sonrió aliviado cuánto noto la poca cantidad de azúcar que Rin les agrego... Ella sabía que el no disfrutaba de las cosas muy dulces y quizás eran aquellos detalles los wue poco a poco lograron que el se fijará en ella, Rin no pasaba nada por alto y recordaba cada pequeña cosa que él le decía... Por más tonta e insignificante que fuera.
- ¿Quieres huevos y tocino? o ¿solo uno de los dos? y si es así ¿Cuál?- pregunta mujer mientras le da la vuelta al tocino en la plancha.
- Los dos- confirma el peliplata.
Luego de que todo estuviera listo, Rin se encargó de que el hombre comiera todo lo que preparo para el, el resto de la mañana la pasaron charlando de cosas triviales mientras veían películas y al llegar la tarde, aunque el albino insistió en llevarla a casa Rin se negó con la excusa de que sería aún más raro para sus padre que regresará nuevamente con el, de tal manera que pidió un taxi y así regreso a su hogar. Al llegar la noche aunque ya estaba en su cama y no tenía ninguna preocupación debido a que era fin de semana, simplemente su mente no dejo de divagar en todo lo que había sucedido la noche anterior, si alguna vez tuvo dudas sobre si lo que sentía era realmente amor, ahora ya no quedaba ningúna...
Se había entregado en cuerpo y alma a Sesshomaru, y se había sentido correspondía, con cada caricia, con cada beso... Pero sobre todo con cada acción del hombre, aunque fuera tosco y poco comunicativo respecto a cosas que debían ser importantes, sabía cómo demostrarle su afecto y siempre encontraba las palabras correctas para hacerla sentir cómoda a su lado, aquello era algo que simplemente la hacía sentirse cada vez más prendada a aquel amor que sentía por el, de alguna manera su corazón le decía que ya no había vuelta atrás... Que después de esa noche ya no lo podría olvidar, ya no tenía la valentía suficiente para hacerlo.
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...Al día siguiente despertó algo aturdida debido a la cantidad de ruido que había en su casa, podía notar que no se trataba de ninguna discusión puesto que las voces sonaban amigables sin embargo en medio de aquel sueño que aún sentía la mujer no lograba identificar que quienes se trataban, al menos no hasta que luego de varios minutos escucho varios golpes en su puerta, estando aun soñolienta le dió acceso a la persona mientras se reincorporaba en la cama y con los ojos semi abiertos buscaba sus pantuflas.
- Tía... Ya deberías estar despierta- reprocha Kanna mientras que la ayuda a colocarse la pantufla.
- Mi amor... Con quién viniste- inquiere la mayor mientras da un bostezo.
- Con mis papás, vinieron a buscarlos tía- aclara la pequeña.
- A buscarnos para que mi vida- inquiere nuevamente la castaña.
- La abuela Iza hará una reunión en su casa de verano y los invito a ustedes- asegura la albina con una sonrisa.
De inmediato Rin se despabilo, al escuchar aquellas palabras no dudo ni por un solo minuto que el Taisho también estaría ahí asi que sin pensarlo mucho y con ayuda de Kanna para que no se aburriera estando solo sentadita en el sillón, busco algo de ropa fresca y su traje de baño... Hace mucho que no usaba uno y tampoco estaba segura si llegaría a colocarselo, sin embargo el solo hecho de saber que el albino estaría ahí le quitaba todas las dudas; lo guardo en su mochila y se dió una ducha para cambiar su comoda pijama, por un shorts de mezclilla y un suéter overzise junto con sus Vans.
Sin duda estaba ansiosa por ver lo que le deparaba aquel día, pero aún más por ver a su querido albino.
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...CONTINUARA...
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

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Tu dulce presencia.
FanfictionDesde que era una niña sus padres le dijeron que lograría grandes cosas, le insinuaban lo maravillosa y creativa que era, sin embargo, nunca le advirtieron sobre el complicado proceso de crecer, sobre aceptar tu cuerpo tal y como es, y valorar su op...