CAPITULO 24

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Rin pensó que tan solo estarían en casa un día pero luego sus padres le informaron que el día siguiente era cívico y por ende los pequeños no irían a clases así que aprovecharian aquella fecha para disfrutar aquel lugar por lo menos dos días, se encontraba feliz sin embargo en el fondo también estaba llena de preocupación debido a que tendría que mantenerse alejada del hombre pues cualquier muestra de cariño podría ser una sospecha para los que desconocían de su relación, aún así dejo ir todos esos malos pensamientos cuando el auto que manejaba su hermano paró justo frente a la enorme casa, y ella de la mano de su sobrina ingresaron al lugar.

Al entrar se sorprendió al notar que aquel lugar era casi tan simple como su casa, con la diferencia de que el tamaño era quizás el triple, aquello no era nada malo por el contrario se sentía acogedor sin embargo estaba tan acostumbrada a que las excentricidades de los Taisho fueran tan grandes que si no supiera que aquella casa pertenece a ellos jamás lo hubiera creído, las paredes eran de un tono claro y carecía de los típicos candelabros que adoraba la matriarca de aquella familia, tan solo tenia lámparas de techo y alguna que otra decoración, junto con los muebles de color caoba y encimeras que parecían hechas completamente de madera.
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Al ya haber entrado por completo en la propiedad se encontró con Izayoi, quien estaba reprendiendo a su hijo menor por quién sabe que cosa, pues una vez que vio aquella cabellera castaña que poseía Rin guardo silencio.

- Oh cariño, que bueno que decidiste venir- suelta con efusión mientras se acerca a ella y le da un beso en la mejilla.  - ¡Mi amor!- repite lo mismo pero con su nieta, a la cual toma en brazos.

- Inuyasha, Kagome... Que gusto verles- suelta con una sonrisa la menor mientras hace una pequeña reverencia.

El peliplata y su novia hacen exactamente lo mismo, jamás había Sido muy cercana al menor de los Taisho sin embargo siempre se habían llevado bien y ocasionalmente cuando se trataba de su sobrina y necesitaban algo no dudaban en oedirse favores; luego de aquello pudo escuchar comos sus padres, hermano y cuñada hacían exactamente lo mismo que ella había hecho antes y luego de aquella sesión de saludo y de haber acomodado sus cosas en las habitaciones que les habían brindado para acomodarse en su estancia en el lugar, regresaron todos al living, de lejos pudo escuchar como los presentes charlaban entre si pero ella no estaba  prestando mucha atención ya que se encontraba sumida en su teléfono, no habia tenido información del Taisho en toda la mañana y ya iban a dar las 12 del medio día, quizás ellos aún no tenían nada formal como para que el se sienta con la obligación de reportarse con ella cada dos por tres, sin embargo durante aquellas casi cuatro semanas se había acostumbrado a recibir mensajes de buenos días por parte de el pero ese día no había ninguno y el estar en aquel lugar le hacía preguntarse si el en verdad iría o solo desecharía la invitación de su madre como siempre, aún así espero, y espero... Pero su mensaje jamás fue respondido así que luego de perder la esperanza apagó el celular y se unió a la conversación, comenzaron a charlar sobre como había Sido el verano para cada uno y que expectativas tenían para el siguiente, Izayoi confesó que esperaba que al menos uno de sus dos hijos estuviera casado para el próximo año y para sorpresa de Rin Naraku dijo que esperaba lo mismo de su hermana, pero relatando la palabra "honorable" es decir que el esperaba que su hermana encontrará a alguien que realmente la mereciera, en ese momento Rin lanzo una maldición para sus adentros, pues si su hermano estuviera enterado de todo lo que había estado sucediendo entre ella y el albino, de seguro ya hubiera abandonado este mundo... El pelinegro realmente le tenía fobia a su cuñado y no precisamente porque fuera mala persona sino porque todos sabían de sobra que Sesshomaru era todo un mujeriego, dato que no pasaba desapercibido para Rin pero que había dejado de lado cuando sintió que aquella aventura que había estado teniendo realmente tenía futuro; también escucho como su madre reprendia a su hermano por decir esas cosas.

"Rin se debe casar con alguien a quien amé, no con quién tu quieras "

Fueron exactamente las palabras que dijo.

Pero aunque la castaña haya escuchado por completo esa conversación no le prestó demasiada atención, pues ella aún no pensaba en casarse, ni si quiera estaba segura de decirle a los demás lo que había estado sucediendo como para ya estar pensando en casarse, así que por inercia solto una pequeña risa que los demás notaron de inmediato.

- Que sucede querída- pregunta Akane, madre de Rin.

- Nada... Realmente no sucede nada- responde con nerviosismo la menor.

- Viste, ya la asustaste- reprocha Kagura a su esposo.

En ese momento todos dejaron que la risa se desatará, sin embargo Rin se había mantenido serena y solo se dedicó a observarlos con una leve sonrisa, sonrisa que se desvaneció cuando escucho aquella voz sonar desde el pasillo de entrada.

- Buenas tardes- suelta al unisono con su padre mientras ingresan al lugar.

- ¡Al fin llegaron! Pensé que otra vez me harías ir a buscarte- suelta con sorna Izayoi mientras camina hasta su hijo y le planta un beso en la mejilla.

Para luego hacer lo mismo con su esposo y luego llevarlos hasta los muebles en dónde estaban los demás, Toga se sentó junto a ella mientras que el peli plata tomo asiento en el sillón de un solo puesto que estaba al costado del se sus padres, de inmediato y sin disimulo le lanzó una sonrisa a Rin quien había desviado su mirada para evitar sonreír al verlo, hecho que Kagura noto de inmediato y que como complice mayor de aquel amorío trato de resolver.

- Voy a preparar algunos bocadillos, me acompañas Rin...- pide con una sonrisa.

Petición que la castaña no dudo en aceptar, para junto a su cuñada caminar hasta la cocina.

- Parecías una tontita tratando de ignorarlo- susurra con picardía mientras saca palitos de pan y los acomoda en un plato.

- Basta... Ya tengo suficiente con sentir vergüenza- súplica la menor cortando cubos de queso.

- Entonces dile a los demás y te quitarás ese peso de encima...- sugiere la pelinegra.

- No digas tonterías Kag, acaso quieres quedarte sin esposo- inquiere con el ceño fruncido Rin.

- Tarde o temprano lo aceptara, de eso me encargaré yo- asegura la mayor con una sonrisa.

- Si no fuera por ti realmente no sabría que hacer- confiesa la castaña continuando con su labor.

- Lo se- completa con sorna Kagura para hacer lo mismo que su cuñada.
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

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