Tu dulce presencia.

CAPITULO 25

Luego de preparar los bocadillos ambas regresaron al living, Kagura había preparado un emparedado para su hija puesto que a la pequeña no le agradaba el sabor del peperoni ni de los demás aperitivos que colocaron en la bandeja así que mientras que la pelinegra dejaba la bandeja sobre la mesa de centro, Rin fue hasta el jardín a entregarle la merienda a su sobrina, tenía dudas sobre regresar a la sala así que optó por quedarse con la niña en el jardín, lo que no espero fue que minutos después los presentes llegarán hasta ella y se acomodaran en los muebles que estaban bajo el bohio que adornaba el enorme jardín y que estaba junto a la piscina; de inmediato la niña corrió hasta los brazos de su padre, así que Rin sin más opción regreso hasta el grupo de personas que estaban platicando amenamente con copas en la mano, tomo asiento en una pequeña cómoda individual justo al lado del albino, ya que era el único lugar vacío en todo el lugar, para su sorpresa el pelinegro pasao la situación por alto y le brindo un copa que Rin no dudo en aceptar para no dejara decaer el ambiente, de inmediato la conversación continúo y el ambiente era realmente ameno sin embargo luego varios minutos y gracias al vino que había tomado le dieron ganas de ir al baño así que se levantó y salió camino hasta su habitación para entrar corriendo al baño individual que había dentro de ella, luego de terminar se acomodo de nuevo sus shorts y se lavo las manos para salir de nuevo, sin embargo pudo sentir su celular sonar y se freno para mirar de que se trataba, para su sorpresa era un mensaje del albino.
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" - ¿Como amaneciste?-

-¿Estás ocupado?-

- Sessh...?-

- Perdóname:( -

- Se presentó un problema en la constructora y tuve que ir con mi padre-

- No tuve tiempo de ver el teléfono, recién veo que tú e Izayoi trataron de contactarse conmigo-

- ¿Estás en tu cuarto?-

- Está bien, no tienes que darme explicaciones-

- Si, estoy en mi habitación... ¿Vienes?-

- Dame cinco minutos y estoy ahí-

- Esperaré pacientemente...-"

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Luego de apagar su teléfono, con cierta picardía se sentó en el borde de la cama... No podía creer que había incitado a Sesshomaru a irla a ver sabiendo que todos estaban a tan solo unos metros de ella, pero por alguna razón la idea de sentir que los podían ver le parecía atractiva, así que no lo dudo mucho y comenzó a quitarse los tenis, desabrochar sus shorts y deshacerse del brasier para así quedar únicamente con aquel suéter overzise que había comprado meses atrás y sus bragas de color negro, corrió hasta el baño y cepillo sus dientes hasta saber que su aliento era fresco y luego volvió al borde de la cama y se reclino en ella con su teléfono en mano.
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" -Les dije que quería descansar-

- Así que voy subiendo las escaleras-

- Tu hermano me miró con mala cara, pero no creo que Kagura lo deje levantarse de ahí por un buen rato- "
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Leé a través de la barra de notificaciones para reincorporarse de su salto y caminar hasta la puerta, estaba a punto de abrirla cuando está fue abierta del lado de afuera y de inmediato noto la figura de aquel hombre que le robaba suspiros; una vez entró por completo le coloco pestillo a la puerta y se abalanzó hacia la mujer frente a el.

La tomo de la cintura y le plantó un apasionado beso en los labios, beso que la castaña no dudo en corresponder.

- Vaya... Que sorpresa- susurra el hombre con voz ronca mientras la mira de arriba a abajo sin ningún pudor.

De inmediato la apego de nuevo a el para dejarla delicadamente sobre la cama y comenzar a repartir besos en su cuello, luego paso a sus pechos y sin pensarlo mucho se deshizo del suéter que llevaba la mujer, la única prenda que le impedía ver aquella parte del cuerpo de Rin que tanto amaba... Los acaricio y repartió besos húmedos, luego bajo hasta su abdomen y así hasta su intimidad en dónde por fin se decidió a bajar la única tela que cubría su cuerpo en aquel momento, comenzó a repartir besos... Provocando así más de un suspiro en Rin, quien mantenía sus manos en la boca para evitar que alguien escuchará sus gemidos, acción que el hombre no tardo en notar y de inmediato de inclino para quitarlas.

- Quiero escucharte...- susurra mientras deja pequeños besos en sus labios.

Petición a la que Rin accede justo cuando sintió como el hombre entraba en ella, momento en el que dejó salir un leve gemido justo al lado de su oido,  en aquel momento sus pensamientos estaban completamente nublados, simplemente podía sentirse extasiada por el placer que le brindaba aquel acto, aunque quizás aún guardaba algo de prudencia, pues aunque dejaba que leves gemidos salieran de su boca en medio de la poca cordura que le quedaba, procuraba que moderar el tono de su voz... Tanto para que solo el hombre la escuchará, aunque por dentro la estuviera consumiendo aquel placer, realmente no deseaba alguien más los viera.
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Cuando llegaron al éxtasis permanecieron en aquella posición por algunos segundos, hasta el hombre por fin salió de ella y se acomodo a su lado, para inclinarse y unir sus labios en un nuevo beso.

- Están tan concentrados que ni si quiera notaron que aún no regresabas- confiesa el hombre aún con sus labios junto a los de ella.

- Pues si seguimos así se darán cuenta... - completa la menor sentándose a horcajadas sobre el y plantandole un beso.

Luego de aquello de levanto, tomo la ropa y fue hasta el baño, cinco minutos después regreso oliendo a perfume y completamente vestida, se coloco los tenis y luego fue hasta el hombre quien recién se había levantado de la cama.

- Mmm... Que guapo-  susurra mientras lo abraza por la espalda y deposita un beso en ella.

Acción que no pasa despaercibida para el hombre, quien de inmediato se gira y deja que un beso repose sobre los labios de ella.

- Voy a bajar... No dejes que te vean- informa la mujer caminando hasta la salida.

- Como órdenes- responde el mayor con aquella sonrisa moja bragas que le caracterizaba.

Luego de aquello Rin regreso al jardín, para su sorpresa todo estaba tal y como lo dejo casi cuarenta minutos antes, antes de que pasara aquello...

Se sonrojo y de inmediato evito la mirada de su hermano quien desde que regreso tenía su vista fija en ella.

- Te demoraste cariño- informa Izayoi.

- Tenía ganas de ir al baño y me entretuve en el celular, perdón- se excusa la castaña.

- Estos niños de hoy en día, no saben vivir sin ese aparato- reporcha la mayor mientras fija su vista en su hijo menor.

Acción que provoca risa en todos, y que ayudo a que aquel momento incómodo que la mujer sintió cuando regreso se disipará.
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️