CAPITULO 14

177 24 13
                                    

A la mañana siguiente tan pronto como salió el sol, Rin se levantó de la cama y como un poco de dificultad al no poder apoyarse en el pie izquierdo, se dió una corta ducha y luego fue hasta la habitación de sus padres, ambos aún estaban dormidos pero una vez que escucharon la voz de su hija ambos se despertaron, la castaña les contó que se había tropezado y tenía un esguince en el tobillo, omitió cualquier detalle que incluyera a Sesshomaru pero aún así sus progenitores no cuestionaron lo sucedido, por el contrario se levantaron de inmediato para ayudar a su hija y que pudiera estar en reposo.
.
.
.
.
.
...

La pelinegra venía saliendo de la cocina con una bandeja con jugos en ella, llevaba el cabello en una coleta alta y un vestido holgado de color morado.

- Ahora si, cuéntame lo que pasó... Aprovecha que Nara está trabajando- anuncia la mujer.

- Dónde está Kanna- inquiere el peli plata mientras toma un sorbo de jugo.

- Salió de picnic con mamá- responde la pelinegra.

- Al menos alguien en esta familia se divierte- suelta con sorna el hombre.

- Hablaras por ti... Inu y yo estamos lo más de bien- responde con picardía Kagura.

- Tienes razón- susurra el hombre.

- Ahora si, cuéntame- inisite la mujer.

- Ayer me encontré a Rin...- confiesa el hombre.

- Y... Paso algo- inquiere la mujer mientras se acerca a su hermano.

- Discutimos un poco, ella estaba ebria... Y yo..- habla el hombre dudando de continuar con su relato. - No se que pasó realmente Kag pero, de alguna u otra manera nos terminamos dando un beso- suelta el hombre con el entrecejo fruncido.

- ¡Que! ¡Enserio!- suelta con emoción la mujer.

- No te emociones tanto... No termino bien- aclara el hombre.

- Porque, que sucedió- pregunta la pelinegra.

- Bueno pues ella no lo tomo bien y salió casi corriendo y se tropezo con una piedra, se desgarro el tobillo- confíesa el Taisho.

- ¡Que! Porque no me dijiste antes- habla la trigueña.

- No te preocupes, está bien... Ayer rechazo mi ayuda e hizo todo por sus propios medios- le informa el mayor.

- Aún así Seshh...- le reprocha la mujer.

En aquel momento la pelinegra estaba dispuesta a reprender a su hermano pero las palabras se ahogaron en su garganta cuando noto como este tenía la mirada perdida, y daba suspiros al aire como tratando de encontrar una solución a aquel problema que lo aquejaba, pero aunque lo intentaba no encontraba respuesta a su petición.

- Estás bien- inquiere la mujer.

- Por supuesto- responde el hombre.

- Seguro- insiste la pelinegra.

- Hay que ser positivos- es lo único que responde el hombre.

- Demasiado para mí gusto- le confiesa su hermana.

- En el fondo guardo la esperanza de que todo cambie...- responde con simpleza el Taisho.
...

Luego de aquella conversación el albino volvió al trabajo y la pelinegra fue hasta la casa de sus suegros en busca de su cuñada, a quien encontró sentada en el sofá leyendo un revista de espectáculo.

- Que bueno verte-  confiesa la pelinegra al acercarse a la chica.

- Gracias por venir...- confiesa Rin con una sonrisa.

- Como te sientes- inquiere la mayor.

- Pues en lo que cabe bien- responde Rin con sorna.

- Me alegro por eso- anuncia la mujer.

- Sabes que cualquier cosa que necesites, cuentas conmigo- aclara la mujer.

- Muchas gracias...- susurra la castaña mientras la observa.

- Como te enteraste Kag...- pregunta Rin luego de varios minutos.

- Sessh me lo dijo...- confiesa algo apenada la mujer.

Pero Rin no respondió nada al respecto, se mantuvo en completo silencio hasta varios minutos después cuando su madre les llevo té de manzanilla para ambas pudieran platicar más a gusto.

- Y exactamente que fue lo que te contó- inquiere Rin con nerviosismo.

- Pues que se encontraron y te caiste, que más me podía contar- responde la pelinegra de igual forma.

- Ahh... Es que ayer tome un poco de vino y algunos recuerdos son poco claros- se excusa la chica.

- Si, el me lo dijo.... No te preocupes- responde de inmediato la mujer.

- Y Kanna como está- inquiere la menor mientras da un sorbo a su té.

- Pues salió con mi madre, fueron de picnic y en la tarde irán a cenar a casa con mi padre- responde con simpleza la pelinegra.

- Y Nara, imagino que trabajando- recalca  Rin.

- Ya sabes... Cómo siempre, nunca se permite descansar- sienta con frustración Kagura.

- así es- responde igual manera la castaña.

- Por cierto, me contó que discutieron... Puedo saber la razón- suelta la mayor con inquietud.

- Ya sabes cómo es, quiere que haga de mi vida lo que a él le plazca... Pero Kag, ya no estoy dispuesta a hacer lo que el quiere solo para mantenerlo feliz-  confiesa Rin en medio de un suspiro.

- ¡Hasta que porfin te diste cuenta mujer! Sabes que adoro a mi Nara, pero esa tonta necesidad de control que el tiene a veces me frustra- suelta la mayor en medio de un suspiro.

- Tienes razón, puede llegar a ser tan fastidioso a veces!- corrobora la menor con el ceño fruncido.

- Pero cambiando de tema, Paso algo entre Sesshomaru y tu... Está mañana lo noté extraño mientras me encontraba lo sucedido- suelta la mayor haciéndose la desentendida.

- Que podría suceder, todo está bien- responde Rin tratando de evadir la situación con poco éxito.

- Si tú lo dices- responde Kagura con recelo. - Voy a ir a ayudar a tu madre- anuncia la pelinegra mientras se levanta y toma ambas tasas para dirigirse a la cocina.
.
.
.
...

Luego de aquella conversación y de la insistencia mostrada por su cuñada respecto a aquel tema, Rin no pudo recuperar la tranquilidad que había tenido toda la mañana... Algo en su interior le decía que Kagura sabía más de lo que admitía y que con tal de no hablar de más, insistía para que Rin le confesara, sorprendentemente a la castaña aquello no le preocupaba en demasía puesto que ella conocía perfectamente a su cuñada y sabía que por más que supiera cosas que le disgutaran, si no le concernia no las divulgaba ni mucho menos se entrometia en ellas, el problema era que a ella daba vergüenza admitirlo, así que por ahora seguiría fingiendo que nada sucedido.
.
.
.
.
...

CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

Tu dulce presencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora