AMOR EN FORMA DE KANJI

CAP 21-. CONFESIÓN DESDE EL CORAZÓN

CAPÍTULO 21-. CONFESIÓN DESDE EL CORAZÓN

El más joven seguía a su amado, este caminaba furioso con los puños apretados, sus ojos vidriosos y llenos de ira.

HIRO-. ¡Pi tranquilo, yo no la creí...!

Bone se paró en seco quedando en silencio.

HIRO-. Lo siento, no quería, pero te escuché a ti y a Them. Estaba muy preocupado y os seguí, no quería oírlo de verdad, yo lo siento.

BONE-. ¿Me desprecias? Soy mala persona, por no hablar contigo y contártelo.

HIRO-. Nunca te pregunte por tu pasado, me daba la sensación de que era algo de lo que no querías hablar. Y yo no quería causarte dolor si lo recordabas.

BONE-. Hiro yo...

HIRO-. Ya está...

BONE-. ¿Estas enfadado?

HIRO-. Has pasado por mucho, ven aquí...

El hombre dio unos pasos y se abrazó al joven. Las lágrimas retenidas ahora brotaban sin cesar, Hiro sigue en silencio solo consuela al hombre mayor que él. Que siempre parece fuerte y capaz de ser su refugio pero que ahora le muestra su debilidad. Hiro había descubierto su terrible mayor secreto.

BONE-. No me dejes...

HIRO-. ¿Quién te va a dejar?

Hiro sonrió cuando Bone levantó la cara llorosa y le suplicó mirándolo a los ojos.

BONE-. ¿Puedes dormir conmigo hoy? No quiero dormir solo.

HIRO-. ¡Uhm... avisare a mamá...!

BONE-. Gracias.

Hiro se apartó e hizo una breve llamada y después los dos hombres llegaron a la casa de Bone. Hiro antes entró a la suya para coger un par de cosas, Bone esperó en la puerta, echo un pequeño vistazo para dentro. Aunque sus pisos eran de tamaño similares eran muy distintos. Bone se había traído sus propios muebles mientras que el piso de Hiro tenía los que había en él. Así que se veía bastante vacío en comparación. Lo que vio libros que llenaban las estanterías a reventar y más libros aún en cajas. Un sencillo sillón y una mesita de café al fondo la pequeña cocina con una mesa de desayuno y poco más.

BONE-. ¿Ya estás listo...?

HIRO-. Uhm... vamos...

BONE-. Hiro...

HIRO-. ¿Si...?

BONE-. Nada vamos...

Los dos entraron en el apartamento contiguo. Hiro dejó la bolsa con la ropa al lado del sofá.

HIRO-. Pi, ve a ducharte quieres que haga algo de comer...

BONE-. Gracias... Usa lo que quieras...

Hiro abrió la nevera estaba llena de ingredientes deliciosos. Vio un poco de caballa y albahaca y unos camarones y supo inmediatamente que hacer. Preparo un poco de arroz mientras asó las caballas y preparó una ensalada con la albahaca y tomate que había en la nevera.

HIRO-. El olor de la caballa es muy fuerte mejor abro la ventana.

Hiro se dirigió a la ventana del balcón se dio cuenta de que los dos balcones se comunican. La verdad es que él apenas lo usa. Sólo para tender la ropa, pero sin embargo Bone lo tenía lleno de plantas aromáticas. Decorado como el resto de la casa.

BONE-. Hiro...

HIRO-. Eh ¿sí?

BONE-. La cena está lista...

El silencio entre los dos era incomodo, ninguno era capaz de empezar la conversación. Bone finalmente pensó que era el mayor y que debería empezar y explicar la situación

BONE-. Lo siento... es algo difícil de contar

HIRO-. Lo entiendo, solo llevamos unas semanas saliendo.

BONE-. Si pero deberías saber, quiero que sepas todo. No quiero ocultarte nada, sólo que no sabía ni como, ni por dónde empezar. No quiero que nuestra relación tenga secretos. Tenerlos significa que no confiamos en el otro y no quiero que pienses que no confío y tampoco dudes de mí.

Hiro estaba en silencio, no porque le molestara oír eso, si no porque su pecho estaba tan lleno de emoción que se le atragantaban en él y era incapaz de hablar.

HIRO-. Yo... te entiendo y pienso igual...

BONE-. Te contaré todo....En mi segundo año de facultad Kulap y yo llevábamos apenas unos meses saliendo no habíamos hecho el año. Cuándo en una revisión médica rutinaria le comenté al médico que al mantener relaciones me molestaba que incluso era doloroso. Me recomendó ir a un urólogo y recordé que la familia de mi mejor amigo tenían un hospital privado asique le pedí a Kla que me hiciera una cita y me acompañase.

HIRO-. Entonces estuviste solo

BONE-. No Kla estuvo conmigo cuando me dieron el diagnóstico, durante mi recuperación y el tratamiento. Al principio no quería que Kulap lo supiese, pero sería muy sospechoso desaparecer durante meses. Era fácil ocultárselo a mi familia porque ellos viven en Kon Tao y yo estudiaba en Chiang Mai pero a ella se lo dije después de la intervención.

HIRO-. ¿Si lo sabe, como dice que es tuyo?

BONE-. Antes de que me operaran congelaron muestras de esperma, por si en un futuro quería tener hijos. La muestra está en el almacén de muestras del hospital de la familia de Kla. Hace poco, cuando supe del embarazo de Kulap estaba seguro de que no era mío. Porque no puedo tener hijos, lo que tengo son prótesis... Pero cuando me aseguró que era mío sospeché. Llamé a la clínica y me dijeron que una de mis muestras fue robada, pero hace meses de eso así que no coincide la fecha...

HIRO-. ¿Cómo sabes que no lo planeó...?

BONE-. Lo sé, llamé a mi amigo Kla para que investigue por mí, pero va a casarse dentro de poco y no quiero molestarlo.

HIRO-. Bone...

BONE-. Lo sé, pero también fue justo cuando empezamos y lo de tu padre. Tú eras más importante así que lo dejé a un lado.

Hiro soltó los cubierto y se puso de pie, golpeando cariñosamente la cabeza de Bone con la suya y después besó suavemente su frente.

HIRO-. ¿Y qué pasará con ese niño?

BONE-. No lo sé, mi hermano apareció diciendo que él se haría responsable de mis equivocaciones. No sé qué les contó ella para yo acabar siendo el malo de la película.

Ya en el sofá después de comer Bone con Hiro ahora sentado en su regazo le contó todo lo sucedido hasta ahora. Desde su mala relación con su padre, sus amenazas y todo lo ocurrido. Ya era bien entrada la noche cuando Bone terminó de contar todo, no omitió ningún detalle. Hiro escuchó en silencio, solo interrumpiendo alguna vez para preguntar alguna cosa que le costaba entender. Hiro pudo ver como Bone desnudaba su alma ante él. También Bone le confesó lo que había significado para el conocerlo.

Hiro se sentía abrumado por los sentimientos de Bone, pero estaba agradecido por la sinceridad del guapo profesor.

Los dos se acostaron en la cama Hiro abrazó la cintura de Bone y descansó su cabeza sobre el hombro del mayor, que beso su cabeza. Después sus suaves labios bajaron a la frente, de la frente a los párpados, de los párpados a las mejillas y de ahí a la nariz hasta que finalmente llegaron a los suaves y rodados labios de guapo joven.

Los suaves besos sonaban por toda la habitación. La mano de Bone que no estaba debajo del cuerpo de Hiro acariciaba suavemente el cuello del joven atrayéndolo hacia él. Hiro no se resistía, no tenía tampoco la intención de hacerlo. Pero el sentir el suave tacto, el cálido aire saliendo de la nariz de Bone, mientras sus labios se unían lo hacía sentir excitado.