AMOR EN FORMA DE KANJI

CAP 18-.EL CONSUELO DE UN CORAZÓN

CAPÍTULO 18-. EL CONSUELO DE UN CORAZÓN

BONE-. ¿Estás más tranquilo?

HIRO-. ¡Uhm!

BONE-. ¿Tienes él te para tu madre?

HIRO-. No, lo deje caer al verte...

Hiro miró hacia atrás a pocos pasos un gran charlo de la bebida humeante mojaba la acera.

BONE-. Vamos a por otro, así puedes reponerte. No es bueno que tu madre te vea así...

Los dos hombres caminaron juntos a la cafetería, Hiro se sentó, mientras Bone pedía. Hiro veía la espalda de aquel magnífico hombre que apareció justo en el momento que más falta le hacía. No preguntó solo lo abrazo y lo reconfortó. El móvil de Hiro suena y contesta sin mirar quien llamaba.

HIRO-. ¿Sí?

MAMÁ-. ¿Cariño estás bien...? ¿Dónde estás...?

HIRO-. ¿Eh...? Estoy en la cafetería comprándote el Té... Ya voy...

Hiro al ver que Bone venía con las bebidas se levantó y cogió la bolsa.

HIRO-. Debo ir, mamá está esperando.

BONE-. Está bien, te acompañaré...

Hiro acepto, los dos hombres entraron en el complejo hospitalario y aunque Hiro se negó, Bone insistió en acompañarlo hasta la planta.

BONE-. ¿Estarás bien? Llámame si necesitas cualquier cosa, no te preocupes por las clases yo me ocuparé de todo. Uhm...

HIRO-. Gracias Pi...

BONE-. De nada, descansa para poder cuidar de tu madre y tu padre, para lo que necesites aquí me tienes.

Hiro sintió un calor en el pecho asfixiante y sin poder contener a su propio cuerpo se echó en brazos de Bone, que al sentir el cuerpo del joven caer sobre él sonrió y acarició su espalda y pelo para reconfortarlo. Pacientes y enfermeras miraron la tierna escena, al igual que la mujer que Hiro más amaba vio por primera vez a su hijo ser tal y como es, sin restricción. Un niño amable sensible y suave que solo quiere él calor de alguien.

MAMÁ-. Así que has encontrado al indicado que te saque de tu coraza...

La mujer los dejó solos y volvió a entrar a la habitación. Cogió la mano de su marido y converso con él. Pocos minutos después el joven entró en la habitación como si nada hubiese ocurrido. Pero la mujer sonrió a sabiendas de que se tendría que guardar el secreto.

HIRO-. ¿Cómo está...?

MAMÁ-. Sigue durmiendo, los médicos dicen que estar así de tranquilo es bueno.

HIRO-. Mamá...

MAMÁ-. Lo sé, no te preocupes papá es fuerte ¿Hablaste con tu jefe...?

HIRO-. ¿Eh...? ¡Ah! Sí, si... Me dijo que no me preocupase, que él se ocuparía de todo en mi ausencia...

La mujer miró a su hijo y sonrió.

MAMÁ-. ¿Ese té es para mí...?

HIRO-. ¡Si tómalo antes de que se enfríe!

Bone salió del hospital y volvió a la casa. Casi no se reconocía a sí mismo, hacia tanto tiempo que no se sentía así. Su corazón latía cálidamente como si de colibrís revoloteando alrededor de flores fueran. Aún sentía las lágrimas de Hiro caer sobre su hombro, tenía un profundo sentimiento hacia él. Quería protegerlo, deseaba que nada de lo que estaba pasando ocurriese para que Hiro no llorara.

BONE-. Them...

Bone cogió su teléfono y llamó a su amigo.

BONE-. Them...