Latente amenaza

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Un día tranquilo y fresco entre los apacibles hogares de Pabu, descansaba el escuadrón de soldados, comiendo y bebiendo, apreciando lo agradable que se encontraba la mañana. Los días difíciles entre ellos y el imperio habían pasado, al menos por ahora. El escuadrón completo, incluyendo a Omega, disfrutaba de la dicha de encontrarse juntos en el planeta más seguro que existía hasta el momento. La idea de Hunter de establecerse y vivir una vida normal para el y sus hermanos era cada vez más firme y concreta, pues no podía existir un escenario mejor.


—¡Hunter! Mira esto. —Omega había aprendido a hacer un par de trucos de malabares con fruta, y se sentía tan orgullosa de ello. El líder clon también apreciaba la escena con orgullo y alegría interna, le encantaba ver que Omega estuviese inmersa en cosas tan distantes de la guerra que le provocaran felicidad. Era lo único que quería para ella, que viviera feliz.


—Hunter, al parecer, somos convocados a una reunión importante. —Le informó Tech, mientras Phee y Shep Hazard les miraban a la distancia, en señal de espera por los clones.

—Entiendo, avisa a los demás. —Dio la orden, para después acercarse a la adolescente rubia. —Omega, necesitamos estar presentes en una reunión, por favor, quédate cerca de la nave, no tardaremos. —Le indicó su figura paternal, mientras la joven asentía con la cabeza. 

Después de despegar la mirada de ella, se dirigió hacia una mesa que se encontraba dentro de una de las viviendas, el escuadrón entero, junto con Shep, Phee y un par de personas que podían aportar opiniones importantes se encontraban en el lugar, preparados para la reunión.

—Muchachos, agradecemos que hayan tomado parte de su tiempo para estar aquí y escuchar. —Comenzó Shep, como introducción. —Han ayudado y aportado mucho a nuestro planeta desde su llegada, y el día de hoy necesitamos nuevamente de su ayuda.

—¿Se trata de una nueva marejada? —Cuestionó Hunter, pues era la única clase de problema grave, entre otros que podría amenazar la vida en el planeta.

—Me gustaría que de eso se tratara, pero no... —El rostro de Hazard se ensombreció. —Esta ocasión y desgraciadamente, involucra al imperio.

El rostro de cada miembro de la fuerza clon 99 se tensó. El imperio parecía no retroceder, mucho menos dejarlos en paz ni un solo momento.

—¿Cual es la situación? —Preguntó nuevamente Hunter, reclinando su asiento.

—La señal de un droide explorador fue interceptada el día de hoy. Eso quiere decir que el imperio está trazando nuevos planos planetarios que van más allá de sus territorios, al ser nuevas espacios no reconocidos, enviarán tropas de exploración para saber si se encuentran habitados. 

—Eso quiere decir... 

—Que puede haber una futura ocupación imperial en este planeta. —Terminó Tech la frase que Crosshair comenzó.

—Exactamente. —Confirmó Shep.

—Por eso, es importante trazar un plan de acción para evitar que el imperio trate de llegar hasta aquí. —Dijo Phee. —¿Alguna idea?

El equipo y los consejeros de Pabu, después de un pequeño espacio de silencio para reflexionar en una solución, expusieron varias propuestas de solución, solo una de ellas llamó la atención de Hunter, era la única que tenía mayor probabilidad de éxito; el resto, eran propuestas imposibles o carentes de sentido común, pues el resto de consejeros jamás habían estado en un campo de batalla, eso justificaba la falta de experiencia que ellos como soldados ya tenían respecto a las misiones.

—Supongo que no hay otra opción, tendremos que infiltrarnos nuevamente en una base de datos imperial.

— ¿Estás seguro de que es la mejor opción? —Cuestionó Shep al sargento.

—Será difícil, más no imposible.

—Tendremos que diseñar nuestro plan, nos tomará a lo mucho un par de horas. —Mencionó Tech, tecleando en su Datapad que siempre lo acompañaba para realizar sus registros.

—Bien, cualquier cosa que requieran, cuentan con nuestro apoyo. Damos por terminada esta reunión de emergencia. —Dijo Shep para despedir a todos los presentes y retirarse.


A continuación el equipo se reunió en la nave para diseñar meticulosamente su plan. Se trataría de una tarea realmente difícil, pero si esto involucraba la paz del planeta que ahora ellos querían considerar su nuevo hogar, harían lo que fuese para protegerlo. Omega entró para llamarlos a la comida que se encontraba lista en las mesas.

—¡Atención a todos! La comida esta list... —No terminó su frase al ver algunos hologramas sobre el panel de control, hologramas que mostraban una base imperial. —¿Eso es...?

—Omega...

—Pensé... que ya no lucharíamos más y nos quedaríamos en este planeta. —Dijo ella, realmente confundida. 

—Y así será Omega, pero...    esta es una misión de emergencia. —Le explicó Hunter. —La seguridad de este planeta se ve comprometida, necesitamos asegurarnos que es un lugar en el cual podremos permanecer tranquilos permanentemente.

—¡Bien! y... ¿Cual es el plan? —Preguntó emocionada por la nueva misión.

—Invadir una base imperial, pero iremos solo nosotros.

—¿Qué? ... Pero ¿Porqué? 

—Alguien tiene que quedarse a cuidar el planeta, Omega, y serás la mejor para esta tarea.

—Pero... yo quiero ir con ustedes.

—Será algo realmente peligroso, Omega. No queremos que tu corras un riesgo innecesario. —Mencionó Tech. 

—Tengo ya la experiencia necesaria, además que Pabu será mi hogar también, quiero ser parte de esto.

Hunter se llevó una mano al mentón, pensativo.

—Por favor chicos, somos hermanos. Por favor, por favor, por favor. —Se colocó frente a Hunter para hacer sus ojos de cachorro. 

—Bien, vendrás, pero tienes que ser muy cuidadosa, esos sujetos son despiadados. 

—Oye, ya logré escapar una vez. ¿Recuerdas? —Ella sonrió, echándose su arco a la espalda. —Mi puntería es mucho mejor todavía.

—Bueno, mentira no es. —Crosshair validó la respuesta de la adolescente, moviendo ligeramente la pajilla que llevaba en la boca.

—Bien, entonces, este es el plan.

Repasaron el plan y sus posiciones respecto a la misión, era algo verdaderamente arriesgado, pero no imposible. Prepararon la nave y sus municiones, antes de partir, se despidieron de Phee y Shep, prometiendo hacer lo posible para poder volver a salvo. 

—Cuidense mucho, por favor. —Les dijo Phee, al tiempo que sus ojos se desviaban hacia Tech. 

—Haremos lo que esté a nuestro alcance. Enviaremos informes de la misión en cuanto podamos. —Hunter hizo una ligera reverencia, mientras se dirigía a la nave.

—¡Hasta pronto! —Omega se despidió con un pequeño abrazo para Phee y una reverencia hacia Shep, para después correr detrás de Hunter. 

El resto de la tripulación hizo una ligera reverencia para después abordar.

Cuanto Phee deseaba darle un abrazo y un tremendo beso a su ojos cafés, pero el hombre era un hueso duro de roer, en ocasiones se abría, pero en otras parecía ser un reto para él expresar sus emociones. La pirata no lo juzgaba, pero resistirse en ocasiones le parecía difícil, no tenía otra opción más que soportar su sentir.

The Bad Batch, Amor mercenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora