Del lado de la gemela ojiverde y el tierno y fuerte clon, ambos se habían dirigido al poblado cercano a abastecer a las naves de suministros. Gigi llevaba los créditos y la lista, y Wrecker un canasto colgado a sus espaldas para ayudarla en todo lo que necesitara.
Después de visitar varios puestos de alimentos, Wrecker cargaba en su espalda frutas, verduras, carnes y legumbres.
Al desviar su mirada de algunas refacciones para naves que un vendedor mostraba en su puesto, pudo notar como ella veía una prenda, parecía ser un vestido de la región muy elegante, sin mangas.
—Se te vería muy bien. —Le dijo él, acercándose a la joven, y ella dio un ligero saltito sobresaltada al percatarse de la presencia de Wrecker.
—Oh no, es bello pero... no me sentará bien.
—Claro que si.
—Será mejor irnos. —Ella se alejó inmediatamente del puesto, y el clon reflejó confusión en sus ojos, para después seguirla.
Caminando juntos de vuelta hacia las naves, Wrecker pensaba. ¿Porqué había reaccionado de esa forma?
—Gigi ¿Estas bien?
—Wrecker ¿Puedo preguntarte algo? —Ella se detuvo a medio camino, volteando a verlo con algo de pesar en su expresión.
—Si, claro ¿Qué pasa?
—¿Qué causó esa cicatriz en tu rostro?
—Bueno... fue un accidente. Estaba tan emocionado probando las bombas que yo mismo había armado, Hunter me advirtió, pero no hice caso, para cuando tenía que lanzar la última, era muy tarde... explotó en cuanto la solté, pero estaba demasiado cerca. Como puedes ver, afectó la visión de mi ojo izquierdo y... mi cicatriz. Dolió, pero en cuanto sanó, me gustó. Me da la apariencia de un soldado experimentado.
Ella sonrió al ver que él se tomaba bastante bien ese tema, y que incluso la cicatriz le gustaba.
—¿No te trae malos recuerdos?
—Me ocurrió haciendo lo que me gusta, así que, no exactamente.
Ver lo poco que le afectaba la inspiró. Era evidente que la opinión de los demás no le importaba en lo absoluto, ya que en su propia visión, lucía genial.
—¿Puedo confiarte un secreto, Wrecker?
—Claro que si... yo... no diré nada, si eso es lo que quieres.
Ella usualmente siempre llevaba un traje que cubría su cuello, con mangas largas, en ocasiones, una sola manga larga del lado derecho y un guante. Wrecker siempre pensó que eso solo era parte de su estilo, hasta que ella decidió retirarse el guante y subirse un poco la manga. Toda su piel de su mano, brazo y parte del cuello en su lado derecho estaba lleno de marcas y piel irregular, reflejando una quemadura recuperada, pero aún presente.
—Es por eso que siempre estoy cubierta... nunca uso nada sin mangas, o guantes, al menos del lado derecho...
—¿Como... te ocurrió eso?
—Fue...horrible. Aún tengo pesadillas de ese día. —Sus ojos se cristalizaron mientras contemplaba su piel, que no era tan lista y tersa como su lado izquierdo. —Fue el día en que Jojo y yo desertamos de la armada imperial, y huimos del planeta. No éramos gemelas... éramos trillizas.
—¿Que?
—Si, éramos tres hermanas. Idénticas todas. Jhoanna, Romanna y yo, Ginna.—Su voz se quebró. —Nicky iba a salvarnos a toda la armada, pero cuando Anika Tarkin se enteró de la deserción y traición, bombardeó la base, matando a cuantas pudo. Solo Jojo, Sophie y yo sobrevivimos.
—¿Solo eran mujeres?
—Si, íbamos a estar al mando de su sobrina, Anika Tarkin. No quería hombres, solo mujeres, fue su condición al momento de ser ascendida a comandante... Solo pude escuchar las alarmas sonando, las explosiones detrás de nosotras... corrimos y corrimos. Pude ver como Jojo corrió a mi lado, pero no veía a Roma... cuando me detuve y volteé, ella estaba justo detrás de mi. Una bomba cayó entre nosotras, ella la tomó para lanzarla lejos, en el segundo en que ella la tenía en sus manos, intente quitársela, pero explotó... No lo logró.
Se abrazó con ambas manos.
—Yo... lo siento tanto, Gigi.
—Está bien, Wrecker. Todos tenemos cicatrices por la guerra ¿No? y no solo me refiero a las físicas.
—Y... ¿Como era ella?
—Ella era increíble, a diferencia de Jojo y yo, era muy osada, sin miedo a nada, ni siquiera la muerte le asustaba.
—Si me dejas opinar, tus cicatrices son geniales, te dan un toque.
—¿Eso crees? —Le preguntó con una sonrisa.
—¡Si! Ya eres linda, esas marcas en tu lado derecho resalta tu personalidad y en tu uniforme.
Pensó en que un punto de vista diferente y refrescante cambiaría la forma en que ella veía las cicatrices.
—Oh, vaya. Gracias, Wrecker. —Se llevó el cabello detrás de la oreja con su mano izquierda, halagada. —Quizá, pueda usar un vestido como ese algún día.
—Te sentará genial. —Dijo con una sonrisa y ese característico tono alegre con el que el clon solía decir las cosas. —También, se que no es fácil superar las pérdidas, pero, me gustaría hacer que te sintieras mejor.
—Ya lo haz hecho, Wrecker.
—No quise hacerte recordar lo de tu hermana.
Ella negó con la cabeza.
—No te preocupes, fui yo quien habló del tema.
—Déjame hacer algo por ti. Somos amigos ¿No es así?
Ella pensó por un momento, y esbozó una sonrisa sincera.
—Si, lo somos.
Wrecker descartó la traición de Gigi.
ESTÁS LEYENDO
The Bad Batch, Amor mercenario
RomanceNuestro escuadrón favorito, la fuerza clon 99 esta inmerso en una nueva misión para preservar oculto el único lugar seguro en el cual pueden llevar una vida normal y tranquila, Pabu. Tienen que robar los mapas imperiales que acaban de ser registrado...