El legado Tarkin

77 4 1
                                    

Chica de la imagen: Anika Tarkin, la verdadera identidad de Nicky.


Omega, decidida a ayudar a Anika, se deslizó hábilmente por los pasillos de Atlantis hasta llegar a la celda donde estaba retenida. La pequeña clon se acercó sigilosamente a Anika, quien se sorprendió al verla.

—Omega, ¿qué estás haciendo aquí? —Preguntó la joven en un susurro, intentando no alertar a nadie más.

—Vine a ayudarte. No deberías estar en esto sola. —Respondió Omega, desbloqueando la celda con su dispositivo.

Antes de que pudieran salir, la puerta se abrió repentinamente. Robbie las descubrió en plena fuga.

—¿Qué están haciendo? —Cuestionó Robbie, evaluando la situación.

Omega, con una mirada suplicante, intentó explicar. —Anika no merece esto. Solo estoy tratando de ayudarla.

Robbie, después de unos momentos de silencio, suspiró y asintió con resignación. —Entiendo. Pero asegúrense de que todo esté bajo control. No puedo permitir problemas.

Con un gesto de agradecimiento, Omega y Anika se apresuraron a  buscar como salir de la nave con sigilo, la pequeña clon le dedicó una mirada de gratitud a la Jedi antes de perderse de vista, dejando atrás la celda. Robbie, tomando la decisión de no interferir más, se encaminó hacia la sala de mando.

Omega y Anika entraron a la cápsula de escape de la nave. 

En la sala de mando, Robbie informó a Sophie con seguridad de que la situación estaba bajo control. La nueva líder de las Anclas asintió, aunque una sombra de preocupación cruzó su rostro. Robbie, al notar que la luz en el panel de control que indicaba la salida de la cápsula de escape podría advertir a Sophie, buscó llamar su atención para distraerla. 


Anika y Omega, dentro de la pequeña cápsula de escape, se lanzaron desde Atlantis, surcando el espacio en dirección al Saqueador del Bad Batch. La cápsula se movía con gracia entre lo poco que se había recorrido, y Anika observaba el resplandor del espacio, pensando en la complicada situación que habían dejado atrás. 

La tensión en el Saqueador aumentaba mientras Hunter y el resto del Bad Batch buscaban desesperadamente a Omega. De repente, las alarmas sonaron, indicando que una cápsula de emergencia se aproximaba a toda velocidad hacia la nave. Todos se dirigieron a la sala de control, donde los monitores revelaron la inesperada llegada. La cápsula se acercó al Saqueador, donde Hunter y los demás miembros del Bad Batch esperaban ansiosos. La puerta se abrió, revelando primero a Omega, la clon fue recibida con alivio y preocupación.

—¡Omega! ¿Porqué hiciste eso? —Hunter se le acercó apresuradamente, colocándose a su altura mientras la revisaba, asegurándose que no tuviese un solo rasguño.

—Yo estoy bien, fui a ayudar a Anika, ya que ninguno de ustedes pudo hacer algo por ella. —Dijo la rubia, con un tono de reproche en la voz, sobre todo lanzándole la piedra directamente a él.

Cuando Hunter escuchó aquello, se quedó sin aliento al ver a Anika salir. Su corazón latía con fuerza, y sus ojos se encontraron con los de ella. Un momento de silencio llenó el momento mientras ambos procesaban la situación.

—¿Puedes sentir la tensión en el aire? —Le preguntó en un susurro Crosshair a Echo.

—Si, también puedo sentirlo.

Hunter la miraba, incapaz de ocultar su sorpresa.

—Hola, muchachos. —Un tanto tímida pero segura, dejó por completo la cápsula de escape, poniendo ambos pies dentro del saqueador.

The Bad Batch, Amor mercenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora