X anya.
Veo en sus ojos algo especial, es un brillo que irradia mucha felicidad. Una esperanza de encontrar lo que siempre ha estado buscando, un amor de hace tanto tiempo.
Ni siquiera sé cómo es que sigue fiel a ese sentimiento, tantos años, han pasado tantas cosas, debió olvidarme hace mucho cómo si fuera cualquier chico, el problema es que él no es cualquier chico. Es alguien único.
A decir verdad nunca me he puesto a pensar mucho acerca del futuro, me he olvidado de que el tiempo pasa y no se detiene a esperar a nadie. Pensé que seguiría los pasos de papá, quizás descartar tener una vida propia por el bien de los demás, pero cuando se trata de Damián me vuelvo a replantear todo.
No puedo imaginarme un futuro sin que sea a su lado. No creo poder enamorarme de alguien más, ya que aunque no me guste aceptarlo, me he enamorado de él. He visto la manera en que trata a los demás, guía a todos por el bien, es capaz de sacrificarse por cualquiera de sus seres queridos si es necesario. Incluso muestra bondad con desconocidos, en lugar de intentar conseguir esclavos trata de darles una vida digna a sus súbditos.
—Buenas noches, Damián —murmuro, dándome la vuelta, no sé si soporte verlo por mucho más tiempo.
—Buenas noches, por fin te decides a llamarme por mi nombre.
Sonrío únicamente para mí. Que loco, somos un par de jóvenes jugando a ser adultos enmedio de una guerra.
Hablando de la guerra; como lo ha prometido Damián, a la mañana siguiente partimos hacia la próxima ciudad. Todos toman las posiciones normales, pero esta vez es diferente, hablan en más confianza, como si ya me tomaran como parte de su escuadrón.
—En realidad —habla Emile—, la única ambición que tengo en la vida es formar una familia, antes de morir en la guerra.
—Yo lo único que deseo es que la guerra finalice —debate Ewen—. No me gustan los métodos que aplica el fiurer.
—Están hablando del hermano del jefe Damián —les responde Bill—. Más respeto.
—Tranquilos chicos, hasta yo sé que los métodos de mi hermano son reprobables —responde Damián—. Pero concentremonos en llegar a mas ciudades antes que él, ¿les parece?
Los chicos asienten, por el momento prefiero no mencionar ninguna palabra, anoche que les informé a mi padre acerca de los planes para hoy dijo que intentarían salir lo más pronto posible de esa ciudad, pero que encontraríamos un improvisto.
No sé de qué se va tratar, sin embargo si sé que tiene que ver con un mapa que Damián sostiene en sus manos, no sé quién se loo pudo haber dado, pero pienso averiguarlo.
—¿Son los planos de la ciudad? —le pregunto, acercándome a su lado.
—Sí, bueno algo así.
—¿Puedo verlos?
—No tienen nada en especial —dice, doblando el pedazo de papel.
—Comprendo.
—Pronto llegaremos <<Entonces podré saber que es lo que hay en esa base>>
Lo sabía, el tiene la ubicación de esa base. ¿Quién se la dio? Sea quien sea, creo que tiene más información de la que creo y sobretodo está en contra de nosotros.
—¿Quieres venir conmigo? Haré una exploración diferente hoy en la ciudad.
—Claro, ¿cómo será eso?
Nuestra conversación llama la atención de los demás, los cuales se quedan en silencio escuchándonos.
—Iremos sólo tu y yo vestidos de civiles, quiero confiar en que los demás podrán tomar por sí mismos la ciudad.