Capítulo 27

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X Anya.

—Sigo pensando que esto es una locura.

Eso es lo que sale de los labios de Becky, mientras me coloca una corona pequeña de flores blancas sobre el velo en mi cabeza.

—Lo sé, pero recuerda lo que hablamos antes —le digo.

Prefiero no decirlo en voz alta para que ninguna de las estilistas oiga de lo que hablamos, no podria asegurar que no son espías de Demetrius. El punto aquí es que ahora Becky cree que me voy a casar para asegurar la vida de Damián, aun no sabe nada de el contrato que firmamos antes, ni qud papá está vivo, solo sabe que me ayudará a escapar en la noche.

—Ya está —suelta, dando un profundo suspiro.

Me observo a través del espejo, hasta parezco una muñequilla de algún pastel o algo así, vestida toda de blanco. Estando a pocos minutos de iniciar la ceremonia.

Cierro por un momento los ojos recordándome que todo saldrá bien, esto es temporal. Tenemos todo un plan listo, nada puede arruinarlo.

—Ya está aquí el juez —dice la voz de mamá, abro los ojos notando que ha entrado a la habitación sin tocar.

Ella alza un pulgar hacia arriba, eso me da a entender que ella también estará lista allí para mi, por cualquier cosa que ocurra, le agradezco asintiendo con la cabeza y me levanto del aciento.

Ya afuera de la mansión una chica me entrega un ramo de rosas blancas artificiales, mamá y Becky se retiran hasta ocupar sus asientos. Por dentro el pecho me da fuertes golpes, creo que es mi corazón intentando escapar o algo ¿no? Sería gracioso pensarlo pero en realidad no, es el miedo.

El sonido de un violín se escucha al fondo, indicándome que es tiempo de avanzar. Las primeras mesas están completas con los invitados de categoría que la familia Desmond ha invitado. Sólo a una mesa le falta un integrante, a la que están Donovan y Melinda. Damian no está. Eso hace que por un momento muerda mi labio inferior por la angustia, pero me trajo ese sentimiento y mando hasta al fondo de mi alma a la chica que sería capaz de gritarle todas sus verdades a Demetrius delante de todos, no puedo hacerlo sin asegurarme que el se encuentra bien y hasta ahora no hay noticias. Papá lo sigue buscando, al igual que Emile y Ewen ya que como era de esperarse no fueron invitados a esta reservación. Incluso solo hay una chica de la prensa y un camarógrafo. A lo mejor Demetrius quería asegurarse de que si hago un numerito no salga a la luz.

[...]
X Damián.

Puedo calcular que han pasado unas horas desde que Demetrius se fué, asumo que en este lugar no hay nadie aparte de él, nadie más ha venido desde anoche. No sé si intenta matarme de hambre o de sed pero no funcionará ya que después de estar batallando tanto he logrado soltar mis manos de las cuerdas. Así es más fácil soltar también las cuerdas de mis tobillos. Me pongo en pie y lo primero que hago es estirarme, me duele todo, no sé si es por la paliza o por estar amarrado tanto tiempo.

Sostengo mi hombro derecho con la mano izquierda, tratando de disminuir de alguna manera el dolor corporal, mientras camino hacia la única puerta que hay en esta habitación. Al principio pienso que estará cerrada, pero al girar el péndulo se abre con facilidad ¿acaso Demetrius intenta burlarse de mi que me encierra con tan poca seguridad? Claro que no debo confiarme.

Vuelvo a cerrar la puerta, y pego lo más que puedo la oreja a la puerta, afuera no se escucha nada pero si en realidad si hubieran más personas todo lo que he conseguido hasta ahora será en vano. Vuelvo al lugar en el que se encuentra la silla de madera y la tomo, puede servirme como arma. Abro cuidadosamente la puerta preparado para golpear lo primero que aparezca pero no hay nadie, todo está desolado. Solo hay un pasillo hacia adelante de esta habitación. Las paredes parecen estar hechas de piedra o algo así. ¿Es un lugar subterráneo?

Por ahorrarme un te quiero (Damianya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora