Capítulo 14

326 48 10
                                    

X Anya:

—¿Por qué no me respondes? —pregunto, una vez que el silencio se ha extendido más.

—No sé que decirte.

—Es fácil decir un sí o un no.

—Lo es —responde, dando un profundo suspiro. Es como si intentará encontrar las palabras correctas—. Pero no puedo decirte con certeza...

—¿Que si van a casarse? —cuestiono,interrumpiendo sus palabras.

—Mira, ella ni siquiera está aquí. Además, Becky no me aceptaría nunca como su esposo por voluntad propia.

—Entonces ¿por qué tu madre está tan feliz comprando obsequios?

—Por que nuestros padres nos ven como una negociación conveniente. A lo largo del tiempo si nos casamos con otras personas no representará ningún beneficio. En cambio, siendo las familias más poderosas al unirnos no tendria comparación nuestra fortuna.

—¿Quieren ser los amos del mundo o qué?

—Yo no, es mi familia —murmura, encogiéndose de hombros.

—Entonces tú puedes negarte, ¿verdad?

—No es tan fácil.

—Tampoco imposible.

—Mira no sé qué opine Becky de todo esto, no es solo mi decisión.

—Claro que lo es, ¿qué ha cambiado de antes y ahora? Estabas dispuesto a encontrarme por tus propios sentimientos. No te importaba lo que opinara tu familia.

—Antes creí que también sentías lo mismo por mi, pero las cosas no son así —espeta, después aparta la mirada de mí calmando su tono de voz—. ¿Sigues sin entender que no soy útil para tu plan? Viniste aquí con un solo objetivo y yo no era parte de eso, lo sabes muy bien.

Es verdad, el enamorarme o volver a reencontrarme con el con fines sentimentales no era parte de mí plan, no puedo negarle eso, pero sentía cierta emoción al volverlo a ver. Sin embargo no creo que eso sea suficiente para convencerlo.

—Entonces, ¿es como Demetrius dijo? ¿No vas a contradecir a tu madre?

—¿Tengo realmente un motivo para hacerlo?

Quiero decirle que sí, que podemos empezar de cero. Pero su tono de ironía o quizás la inmadurez que aún poseo me hace preguntarme lo mismo. Claro que no lo tiene, de hecho es mejor para él no desobedecer a sus padres. ¿Creer que yo realmente soy un motivo para que vaya en contra de sus padres? No creo estar a la altura de eso, no tengo ni el dinero ni el prestigio de los Blackbell.

—Entonces, te vas a casar —susurro, lo digo tan bajo que no sé si acaso ha logrado escucharme.

—Sí.

—Ya veo, suerte con eso —digo únicamente, empiezo a caminar adelante de él.

¿Suerte? La suerte no existe, lo que debo hacer es concentrarme en lograr lo que vine a hacer, destruirlos. No ganaré nada considerando a Damián, toda la familia Desmond debe de caer para que la paz se restablezca. Yo fui la que insistí en que podía lograr esta misión, papá no estaba de acuerdo. Yo le prometí a la señora Sylvia que lograría la paz, un espía debe poner sus objetivos por encima de sus sentimientos.

Claro que no soy lo suficientemente rápida para irme sin que él me tome de la mano, deteniéndome, no me vuelvo para verlo, solo escucho su voz:

—Anya, ¿alguna vez sentiste algo por mí?

Si dijera que no mentiría, si no sintiera algo por él no tendría estas ganas de romperle la nariz. No tendría estas ganas de escapar y este enojo por lo cobarde que está siendo, no estaría enojada con el mundo y las circunstancias.

Por ahorrarme un te quiero (Damianya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora