Anya.
Listo, estaba hecho. Habíamos vuelto a Ostania. ¿Puntos a favor de la misión? Ninguno hasta ahora, ¿puntos en mi contra? La mayoría, fui despedida por el mismísimo Damián Desmond, el cuál ya conoce mi identidad al igual que Demetrius quien me ofrece un trato que más parece una trampa, ¿podría ir esto peor? Creo que mejor ni lo pregunto.
Ahora tenía que hacer lo único que me quedaba, tomar las maletas junto con mi orgullo, reunir el valor e ir a ver a la señora Sylvia Sherwood para decirle que la misión hasta el momento va fracasando.
No sé por qué presentarme ante ella para decirle eso me da cierta decepción por mi misma, lo sé cuándo veo directo a sus ojos y es como si presintiera lo que ha pasado, pero vamos, he perdido una batalla no la guerra.
—Entonces, ¿fuiste despedida por Desmond? —pregunta ella, para mi sorpresa lo sabe, pero espera ¿como?
No me puedo quedar con la duda, así que lo primero que hago es preguntar.
—¿Cómo lo sabe?
—Tengo agentes encubiertos en las tropas de combate y no hay otra cosa de la que hablen los amigos de Damián.
—Lo siento mucho, fallé la misión.
—Habían muchas posibilidades de mentir, ¿por qué no seguiste haciéndolo?
—Por eso —acepto, dando un suspiro—. Porque soy una mentirosa, yo lo soy Damián no. Él no me ha dicho una sola mentira.
—Estoy segura que mentiste aún cuando decir algunas verdades te hubieran beneficiado más —asegura, recargandose en su aciento.
Suelta un suspiro y eleva la mirada al techo, es como si sólo estuviera suponiendo las cosas y espera que se las confirme.
—Tiene razón, pude haber seguido al lado de Damián. Él cree que me he burlado de sus sentimientos, si le hubiera dicho que ni es así, si le hubiera dicho la verdad no estaríamos de manos atadas ahora. Lo siento no sirvo para ser una espía ni como persona.
—Lo solucionaremos deja de culparte, lo estuve pensando y es mucha responsabilidad para ti sola. Creo que es momento que Twilight vuelva a la misión, implementaré un nuevo plan.
—Señora, existe otra forma para seguir con nuestro plan, pero es muy arriesgada.
Bien, era el momento de revelarlo, esto era algo que ella no sabia, lo sé por la manera en que me vió volviendo a retomar su postura apoyando los codos en el escritorio.
—¿Qué estás pensando Anya?
—Demetrius Desmond me ofreció que la guerra terminaría, no por lo pronto, sino hasta que haya conquistado Westallis. Dijo que me regalaría el territorio si accedo a casarne con él. Firmariamos un día antes de la boda. Sospecha que soy Anya Forger, está casi seguro de eso.
Después de decir eso solo se hace un profundo silencio, es como si ella tratara de procesar lo que le acabo de decir, que viéndolo bien suena completamente ridículo.
—¿Lo que dices es cierto?
—Si lo es.
Ella suelta un suspiro, coloca una expresión demasiado seria, por un momento me parece estar viendo a papá pensativo.
—No tiene lógica, ¿Demetrius Desmond cree que somos estúpidos y caeremos en su trampa? No le beneficia en nada hacer esto.
—Pero puedo aceptar, revisar antes de ese día el documento y ver si no hay alguna trampa, quizás esta sea la solución que estemos buscando.