Capítulo 15

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X Damián.

Me rompe el alma verla alejarse de mi una vez que le he dicho la decisión que tomé. Yo se que ahora no lo comprende pero quizás con el tiempo lo hará. Si ella quiere destruirnos ¿Quién soy yo para impedírselo? No somos el modelo de familia perfecta, mi padre cometió muchos pecados en la guerra anterior. Dudo que mi madre esté invicta y mi hermano será cegado por el poder más pronto de lo que esperaba, al final quedo yo: un chico que no es lo suficiente importante para serle útil al amor de su vida, tampoco quiero ser utilizado y ni siquiera creo que ella sienta algo por mí.

Si bien tenia sentimientos por ella, lo mejor que pude hacer fue tomar un arma y dispararle a ese amor a matar, aunque yo sé que con esa misma bala me estaba matando a mi mismo. Poner distancia entre ambos es lo mejor. Aunque por un momento creí que llegaría a oponerse.

Esta noche me la paso dando vueltas en la cama sin poder dormir, mi conciencia no me deja. He sido cruel con la única persona que he amado y aunque fue por su bien y el mío ¿por qué se siente como si estuviera haciendo todo mal?

[...]

—¿Estás son todas sus cosas, señor? —pregunta Anya, me está ayudando a llevar las maletas a la sala.

Ella sabe que si, pero parece que no desaprovecha la oportunidad para recordarme que existe una línea jerárquica entre ambos y que muy pronto dejaré de escuchar su voz llamándome de esa manera, por que la he despedido, aún así.

—Sí, es todo —afirmo.

—Bien.

Bueno, si sus palabras pudieran congelarme ya sería el mismísimo polo norte, lo entiendo pero yo tendría que ser el enfadado acá.

—¡Lord Damián! —exclaman al mismo tiempo Emile y Ewen.

—Hola chicos —murmuro, levantando una mano.

Ewen toma las maletas, mientras tanto Emile casi me arrastra para sacarme de la casa, me lleva hasta afuera del transporte en el que partiremos.

—Señor Damián, ¿por qué? —cuestiona, dejándome pensativo.

—¿Qué cosa? —interrogo, seguramente colocando mi mejor cara de desconcierto.

—¿Por qué la despidió? A la chica nueva, parecía el más interesado en que siguiera en este equipo.

Vaya, si que las noticias corren rápido, me pregunto como es que se habrá enterado.

—Sólo he estado pensando que lo mejor para ella a su corta edad es vivir una vida normal —miento. Rasco mi mejilla ante su mirada más cuestionante.

—No lo entiendo mi Lord, eso no pareció importarle antes ¿descubrió algo malo de ella? O es que se trata de una persona traidora.

—No, no, nada de eso. Ya te he dicho mis únicas razones. Me gustaría que sea libre en lugar de depender del ejército ¿me entiendes?

El me da una mirada de extrañeza, después se apoya en el camión, cruzando los brazos.

—Lord Damián ¿cree que esta tomando la decisión correcta?

—Emile ¿justamente tu me preguntas eso?

—Yo sé que al principio no la toleraba, sospeché mucho de ella e incluso pensaba que estaríamos mejor sin ella, pero en la actualidad la veo como parte de nuestro equipo. Además usted se veia más feliz desde que ella nos acompañaba.

—Emile, mi decisión está tomada —digo en un suspiro.

No dice nada más, únicamente asiente con la cabeza. Lo último que dijo es cierto, pero en la actualidad ya no seria así, ahora que sé que ella es la verdadera Anya sólo me enamoraré más y no quiero eso si no es correspondido.

Por ahorrarme un te quiero (Damianya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora