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📍Capri, Italia
~ Clara

Hoy nuestra tercera y última noche en este lugar hermoso, y mañana a la tarde nos volvemos.

Así que para cerrar este viaje increíble, obviamente, nos vamos de joda.

El otro día cuando salimos las cosas estuvieron medios raras y tensas entre todos pero la pasamos dentro de todo bien.

Sofía está un poquito mejor con respecto a lo que me contó y yo trato de evitar lo más posible a Facundo porque de solo verlo me hierve la sangre. Pensé que enserio había cambiado, pero lamentablemente no.

Pero bueno, esta vez vamos caminando al lugar porque la otra vez hicimos un escándalo para ver quién no tomaba, y hoy no va a ser así. Volveremos en taxi, o como Dios diga.

Como siempre empezamos la previa en casa y cuando salimos ya estábamos un poco entonados.

- Che, te podrías callar que quiero escuchar esta canción-. Le dije a Rodrigo que sostenía el celular encargado de la música hasta llegar.

- Eso amigo, callate-. Agregó Julieta empujándolo y reímos.

- Por qué mejor no me callas vos?-. Susurró en mi oído y perdí la poca cordura que quedaba en mi cuerpo.

- Cuando quieras-. Respondí tranquila como si por dentro no estuviese desmayada y rendida a sus pies.

- Ahora quiero-. Respondió guiñándome un ojo y me reí nerviosa. - Para qué me provocas Clarita?-. Levantó sus manos en señal de inocencia y el tema quedó ahí. 

Cuando llegamos pedimos unos tragos y nos quedamos bailando un buen rato.

No sé en qué momento terminé estando tan cerca de Rodrigo, pero se sentía muy bien estar así y el alcohol en mi sangre tampoco es que ayudara a que me hiciera un poco la difícil.

Aunque me puse un poco más nerviosa cuando empezó a sonar  11 pm de Maluma y se puso a cantármela a centímetros de mis labios.

- Como hacerte entender que conmigo tú te ves mejor, que en mi carro tú te ves mejor. El cuarto huele a Christian Dior.
Eres muy bonita pa' llorar por el. No merece que seas fiel. Ni tampoco tu piel-. Gracias a Dios no iba a notar lo roja que estaba. - Él no va a extrañarte. Tampoco va a pensarte. Dice que está ocupado en cosas más importantes, la nube que no deja ver el sol brillante. No lo dejes que te apague. No lo dejes que te apague-. Listo, la quedo acá. Esa última parte me la cantó más cerca y sabía perfectamente a quién se refería y por qué lo hizo.

La canción siguió, lo que no siguió fue su voz cantando porque lo interrumpí.

Con un beso.

Ignorando todos mis pensamientos me dejé llevar. Y fue lo mejor que pude hacer.

Cada vez que esto pasaba me sentía en otra dimensión y por esos segundos nada ni nadie más existía para mi.

Me estaba volviendo loca estar a su alrededor. Y cada beso que nos dimos era una clara prueba de eso.

Ya no sé controlarlo, y no sé si quiero hacerlo.

Por ahora elijo fingir demencia y disfrutar cada segundo como si fuese el último.

- Al final si me callaste-. Dijo en mi oído erizando mi piel.

- Yo cumplo lo que digo, viste?-. Sonreí y acarició mis mejillas.

- Sos preciosa Cla, te lo dije alguna vez?-.

- Vos sos más precioso, pero deja de decirme cosas lindas porque me dan más ganas de volver a callarte-. La culpa de todo lo que sale de mi boca es del alcohol, que quede claro.

The other womanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora