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📍 Roma, Italia
~ Leandro

Hoy Bruna cumplía ocho meses y por suerte íbamos a estar todos juntos. Su mamá, sus hermanos y yo. Y nada me hacía más feliz que eso.

Me costó un poco convencer a Clara porque sigue insistiendo que no sabe si es bueno que mis hijos la vean y estén con ella, aunque a mi me encanta y a ellos les ilusiona verla. Solo lo hicieron una vez y no fueron más de diez minutos.

Igual cuando la reconquiste la van a ver siempre así que no importa.

- Papi, Clara es tu novia?-. Preguntó mi hija mayor.

- No amor-. Todavía.

- Y entonces que es?-. Ahora preguntó su hermano.

- Es la mamá de Bruna, y alguien muy importante y especial para mi-. Tampoco les podía explicar la situación. - Les cae bien a ustedes?-. Ninguno dudó en dar una respuesta positiva y eso me alegró.

- Es muy buena y es la mamá de Brunita-. Dijo Gio feliz.

En medio de eso me avisó que había llegado así que fui a abrirles con los pequeños corriendo atrás mío.

Apenas las vieron las abrazaron a las dos y Bruna empezó a gritar. Se ponía muy feliz al verlos, era increíble. Y Clara tenía una sonrisa que me gustaría atesorar para siempre.

Le suplicaron a Clara que les dejara tenerla aunque ella no se negó nada y estaban aún más felices.

- Hola preciosa-. Ni siquiera había podido saludarla. Y para mi grata sorpresa me abrazó.

- Hola-. Algo pasaba. La conozco.

- Estás bien?-. Asintió y después se separó. - Cla...-.

- Estoy bien, no es nada-. Todavía espera que no me preocupe.

Desde ese día que la acompañé al ensaño nos empezamos a acercar y hablar muchísimo más y eso para mí era el mundo entero. Me hacía bien sentirla un poquitito más cerca.

- Queres que hablemos?-. Negó y lo acepté. Agarré su bolso de su hombro y tomé su mano para ir al living.

Mis hijos ya estaban jugando a las carcajadas así que ni cuenta se dieron que nos habíamos sentado ahí.

- Papi, esto le regalamos nosotros-. Dijo mi hijo haciendo referencia al vestido que tenía puesto.

- Para mi que sabía porque se portó re bien cuando se lo puse-. Dijo Clara y Gio sonrió instantáneamente.

- Voy a buscar algo-. Victoria salió corriendo hacia arriba y cuando volvió traía una bolsa de regalo. - Es para Bruna... Y para vos-. Si no las conociera tanto a ambas diría que esto pasó de largo pero a las dos les tocó alguna fibra del corazón. Clara la abrazó enternecida.

- Gracias hermosa-. Lo abrió y adentro había un peluche que estuvimos como dos horas para sacar de esas maquinitas y mil dibujos para ella. - Son muy lindos, gracias chicos-. Me los mostró con una sonrisa de oreja a oreja. - Mira Bruni...-. Le dió el peluche y enseguida empezó a morderlo.

Estuvimos un rato jugando y después con mi futura novia y esposa nos fuimos a preparar algo para merendar.

Me costaba ignorar lo apagada que la notaba pero no quería presionarla. Solo quería abrazarla.

- La semana que viene sale la lista para el mundial-. Dije para romper el hielo.

- Enserio?-. Preguntó ilusionada.

- Tengo miedo de no quedar-. Es algo que me roba el sueño últimamente.

- Si vas a quedar Lean, por qué siempre dudas de vos?-. No sé. - Hay que pensar en positivo, aparte mira si justo vos no vas a estar convocado-. Ojalá.

The other womanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora