026

1K 43 0
                                    

📍Roma, Italia
~ Clara

Solo espero que no haya vuelto.

- Cla, soy yo amor-. Rodrigo. Me había olvidado que hoy venía a casa. - Abrime corazón, por favor...-. Yo seguía inmóvil en el sillón. - Solo quiero saber si estás bien... Clari, sé que estás acá, déjame acompañarte, si?-. Unos minutos después volvió a hablar y me levanté. - Amor, abrime por-. No llegó a terminar porque abrí la puerta y apenas lo vi lo abracé tratando de ignorar que no podía respirar. - Me dejas pasar?-. Preguntó pero seguí sin responder. - Solo da un paso atrás así cierro la puerta-. Hice eso y por suerte no me soltó. - Shh, tranquila tranquila... Estoy acá, si?-.

Lo abracé aún más fuerte mientras me acariciaba la espalda. Aunque me obligó a separarme cuando notó que cada vez me costaba más respirar bien.

Tomó mi mano y fuimos hasta la cocina donde me sirvió un vaso con agua.

- Clara, mírame-. Dijo al notar que no podía tranquilizarme. - Respira, despacio, si?... Estoy acá, no te va a pasar nada. Solo necesitas regular tu respiración, concéntrate en la mía y no pienses en nada más que en eso-. Traté de hacer eso pero me estaba costando muchísimo, lo que me asustaba más.

- Tengo miedo-. Dije ahogada y él negó.

- No pasa nada, no estás sola. Son solo unos minutos, tranquila-. Apreté la mano con la que agarraba la suya.

Pero me sentía avergonzada de que me viera así. Me alejé y me senté nuevamente en el sillón cubriendo mi cara con mis manos. Él me siguió y se arrodilló en el piso frente a mí.

No solía mostrarme tan tan vulnerable frente a alguien que no fuera Sofía. Y me sentía peor de saber que estaba así por Leandro.

- Clari...-. Habló casi en un susurro. - No te alejes, por favor. No tenes que esconderte, solo quiero que estés bien-. Acarició mis piernas y saqué mis manos mirándolo. Quería hablar pero no podía así que volví a pasar mis brazos por su cuello y él me abrazó por la cintura. Cuando junté el valor para alejarme se sentó a mi lado. - Te hizo algo?-. Tardé en volver a hablar y no fue para responder esa pregunta.

- Rodrigo, vos... Sabes que te amo, no?-. Pregunté con la voz temblorosa.

- Cla-. Negué hablando rápido.

- Y nada de lo que él haga o diga va a cambiar eso, lo sabes o no?-. Ahora era su turno de no responder y me daba miedo eso. - Ro, por favor... Lo sabes o no?-. Asintió acariciando mi cara.

- Me asusta que cada vez que aparece tiene este efecto en vos Clara. No me gusta verte así-. No sabía qué decir. - Necesito que me dejes ayudarte Cla-. No necesito ayuda.

- Puedo manejarlo-. Me interrumpió.

- No dije que no pudieras pero mira cómo estás Clara. Sé perfectamente que podes hacerlo sola pero no tiene por qué ser así-. Aunque me cueste admitirlo sé que tiene razón. - Prométeme que vas a dejar de hacer esto sola-.

- Ro...-.

- Prometemelo Clara-.

- Te lo prometo-. Asintió pero no podía ignorar lo afectado que parecía estar. - Me abrazas?-. El nudo en mi garganta volvió a hacerse notar cuando me envolvió entre sus brazos.

The other womanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora