-¿Cuidar de mí? Ya soy suficientemente grande como para poder cuidarme solo. -reclamó Matthew.
-Sí, pero necesita a alguien que lo guíe. -explicó el chico de cabello rosa. -Usted en este momento está perdido, necesita de mí. -rió levemente.
-Bueno... es cierto. -susurró.
-¿Qué edad tienes?
-Tengo dieciocho.
-¡Yo tengo veinticuatro! -ambos sonrieron -Querías ir al jardín, ¿cierto? -el menor asintió. -Está bien, acompáñame.
Taerae caminó hacia el jardín y Matthew iba tras él, como un pollito siguiendo a su madre, pues el rubio iba muy pegado al mayor. Ambos llegaron al jardín y Matthew se sorprendió por lo bello que era el lugar, todos los colores y animales que había allí.
-Puede que el rey parezca una persona cruel y fría, pero a él le encantan los colores y los animales. -dice con una sonrisa. -Él es quien manda a que este lugar esté así de hermoso.
-Vaya... es muy bello. -susurró.
Ambos se adentraron más en el jardín, llegaron hasta un lago en el que habían peces y el agua estaba tan limpia que se podía ver con claridad a los animales y plantas que habían dentro de ella.
Taerae y Matthew siguieron paseando por el extenso jardín, hasta que empezó a llover. Estaban algo lejos del castillo, por lo que se tardaron un poco en llegar, mojándose en el camino.
Cuando llegaron al castillo, el rey estaba en la puerta, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, algo molesto.
-¿Qué hacían allí? -fue lo único que dijo.
-Estábamos dando un paseo. -respondió Taerae.
-¡Están todos mojados! -gritó Jiwoong, acercándose al pelirosa.
-Usted dijo que podía ir al jardín... -dijo el menor con timidez.
-¿Acaso no vieron las nubes? Era obvio que iba a llover. -responde, aún molesto.
-¿Y cuál es el problema? No te vamos a mojar a ti. -responde Taerae.
-Taerae, mojaste toda tu ropa. -seguía reclamando.
-¿Y qué importa? -el omega mayor no entendía la actitud del alfa. -¿Acaso te molesta que el omega Matthew se enferme? -se burló.
-¿Qué? ¡Claro que no! -respondió nervioso, pero aún molesto. -¡Ustedes dos, vayan a sus habitaciones!
Taerae rió y se llevó a Matthew a la habitación en la que se estaba quedando. Ambos llegaron y el pelirosa le ayudó al rubio a secar sus prendas.
—
Era de día, Matthew acababa de despertar cuando la puerta de la habitación se abre, dejando ver que el omega con el que estuvo el día anterior se dirige hacia la ventana, abriendo las cortinas para que la luz del día ilumine la habitación.
-¡Buenos días! -dijo el mayor con entusiasmo
-Buenos días. -respondió en voz baja.
Matthew notó que alguien más entró, dándose cuenta que era Somi, quien traía el desayuno, ella simplemente dejó la comida en la mesa de noche y se fue.
-Debes desayunar.
-¿Por qué me traen el desayuno? El rey dijo que podía ir al comedor. -respondió agarrando la bandeja del desayuno.
-Bueno, creemos que lo mejor es que no tengas contacto con él. -dijo. -Él puede llegar a ser... muy difícil.
-Eso ya lo noté. -ríe.
Matthew empezó a comer, pero mientras lo hacía, sintió un ardor en la garganta y empezó a estornudar constantemente. Taerae lo notó, por lo que rápidamente se le acercó.
-Creo que el rey tenía razón. -susurró el mayor.
-¿En qué? -preguntó inocentemente.
-Ayer dijo que te enfermarías debido a la lluvia. -mordió su labio inferior, nervioso. -Llamaré al doctor.
Taerae salió de la habitación, dejando al menor solo. Matthew se volvió a acostar en su cama, queriendo cerrar los ojos y volver a dormir. La puerta se abrió y el ruido hizo que abriera los ojos, viendo que entraba el doctor, Taerae y extrañamente, también el rey.
-Te dije que te ibas a enfermar. -dijo el rey con molestia, pero a la vez se burlaba.
-Lo siento. -agachó la cabeza.
El doctor se acercó a la cama y empezó a revisarlo. Minutos después, justo cuando el doctor terminaba el chequeo, entró Somi con un plato de sopa caliente.
-Su majestad. -llamó la mujer. -su omega está bien, sólo está un poco irritado de la garganta y sus defensas están bajas. -todos los presentes allí se sorprendieron por las palabras del doctor.
-Disculpe, pero él no es mi omega. -frunció el ceño.
-Lo siento. -se disculpó. -lo supuse porque nunca hay omegas en esta parte del castillo, además del jóven Taerae, pero él es familia. -aquel doctor se inclinó como era debido y se retiró.
-Quiero que te tomes esa sopa que trajo Somi. -fue lo único que dijo el rey antes de salir.
-Taerae, ¿eres familia del rey? -Matthew preguntó.
-Bueno... somos primos. -habló el omega. -Mi padre, al notar que era omega, me echó del castillo. -dijo cabizbajo.
-¿Enserio?
-Ya sabes, solo los alfas pueden asumir el trono. Soy el mayor de mis hermanos, al ser omega, me echaron. Cuando Jiwoong se enteró, dejó que me quedara aquí.
-¿Jiwoong? -preguntó el rubio.
-El rey. Aún con su mal carácter sigue siendo buena persona con la gente que ama.
Matthew por fin terminó de tomar la sopa que Somi había hecho y Taerae le dijo que tome una siesta, así que no se negó.

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My King (zb1)
FanfictionEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...