Capítulo 9

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Era la hora del desayuno, Taerae aún tenía muchas dudas acerca de la relación entre Jiwoong y Matthew, pero la mayoría las ignoraba.

-Jiwoong, tendrás que decirle al pueblo que has encontrado pareja. -dijo Taerae.

-Lo sé... -susurra. -Lo diré en cuanto Hao y Hanbin vuelvan a Daegu.

-No te preocupes Taerae, nosotros nos vamos mañana. -dice Hanbin al ver la cara de preocupación del pelirosa.

-Está bien.

Ya era el día siguiente y Matthew se despertó al recordar que Hao y Hanbin iban a regresar a Daegu ese día. Notó que Jiwoong no estaba en la habitación, por lo que apresuradamente se dirigió a la entrada del castillo. Cuando llegó, notó que Jiwoong, Hao y Hanbin estaban allí, así que Matthew se acercó.

-¡Matthew! -exclamó Hao en cuanto lo vió.

El peliazul corrió ignorando los gritos preocupados de su alfa y fue a abrazar al rubio. Jiwoong no pudo contener su sonrisa al ver aquella tierna escena. Puede que nunca se haya llevado bien con su hermano, pero igual le hacía feliz que Hao se llevara bien con su "pareja", pues aún cuando todo era falso, Jiwoong sabía que aquel chico era su destinado.

-Espero verte pronto. -dijo Matthew.

-Espero poder volver pronto. -sonrió Hao. -¡O puedes venir a Daegu!

-Creo que quisiera conocer Daegu.

Ambos omegas se despidieron, y Hao y Hanbin subieron al carruaje en el que habían llegado. Dentro del carruaje, Hao agitó su mano a modo de despedida y Matthew respondió con una sonrisa.

-Ahora... debes decirle al pueblo que has encontrado a tu omega. -dice Taerae en cuanto perdieron de vista el carruaje.

-¡Déjame al menos un minuto de descanso, Taerae! -reclama Jiwoong, frotando desesperado su rostro.

-Sabes que es importante que se enteren. -intenta hacerlo razonar. -Sabes que después de los veinticinco años te quitan el trono si no encuentras a tu pareja.

-Sólo tengo veinte años.

-Pero ahora tienes a tu omega, ya no hay de qué preocuparse. -sonrió, volteando a ver a Matthew. -Ven, te prepararé para que vayamos al pueblo.

-¿Iremos ahora? -el rubio respondió sorprendido.

-¡Sí! Mientras más pronto mejor. -el pelirosa arrastró a Matthew hasta la habitación que ahora compartía con el rey.

En cuanto llegaron, Taerae le dió unas prendas a Matthew, muy parecidas a las que le había entregado el día que Hao y Hanbin llegaron, con la diferencia de que estas eran de una tonalidad marrón.

Cuando Matthew y Taerae bajar, Jiwoong ya estaba cambiado y en su cabeza llevaba una corona de oro con una gema azul. -¿Cuándo y dónde se cambió? -se preguntaba el menor.

A Matthew le había encantado la corona, también quería una así, por más infantil que sonara. Matthew se acercó a Jiwoong viendo fijamente la corona, cosa que no pasó desapercibida para el contrario.

-¿Yo también tendré una así? -apuntó a la cabeza de Jiwoong y este lo miró con confusión.

-Cuando te cases con él tendrás tu propia corona. -Taerae habló a espaldas de Matthew, sonrojando a los otros dos.

Cuando los tres salieron; porque si, Taerae también los acompañaría. El menor vió el carruaje en el que irían al pueblo, pero a diferencia del de Hao y Hanbin, este era negro con detalles de oro.

Matthew estaba nervioso. -¿Cómo reacionará el pueblo? ¿Les agradaré? -esas y muchas preguntas más pasaban por su cabeza. Su nerviosismo era evidente, por lo que Jiwoong tomó su mano para calmarlo, captando rápidamente su atención.

-No debes preocuparte por lo que piensen. -susurra.

-Pero... ¿y si no les agradó? Yo enserio quiero agradarles, aún si esto es falso. -respondió también en un susurro, para que Taerae no pueda escuchar.

-No te preocupes, ellos no importan. -Jiwoong sonríe, la primera sonrisa real que Matthew había visto en todo el tiempo que llevaba en Seúl.

Matthew agachó la mirada mordiendo su labio inferior, mas el contacto de sus manos aún estaba ahí. Taerae, cuando volteó a verlos para decirle algo, vió sus manos entrelazadas y se olvidó de lo que les iba a decir. Él sabía que aquel chico era el indicado para poder cambiar a aquel amargado y arrogante rey que había dentro del alfa, para convertirlo en un rey amable y bondadoso.

El rubio se dió cuenta que habían llegado al pueblo, debido a que unas casas empezaron a aparecer, además de que se empezaba a ver gente. Y mientras menos se lo esperaban, ya había mucha gente alrededor del carruaje. Todos los pueblerinos estaban sorprendidos, pues el rey nunca visitaba el pueblo a menos que tenga algo importante que anunciar.

El carruaje por fin se detuvo, la puerta fue abierta y Taerae es el primero en bajar, tras él, baja el rey y todo el pueblo hace reverencia como es debido, pero el hecho de ver al rubio salir del carruaje dejó a todos aturdidos y sorprendidos. Matthew notó que frente a él había un lugar, algo así como una mansión.

Jiwoong es el primero en caminar hacia dentro del lugar, sorpendiendose al ver que Matthew sabía como actuar, pues lo ve detrás de él con la cabeza gacha, casi sumiso. -¿Cómo sabrá que debe comportarse así? -supone que debe de estar copiando el comportamiento de Hao cuando llegó al castillo-

De aquel lugar, sale una persona. Matthew lo reconoce de inmediato como alfa, el cual se inclina en cuanto nota que es el rey quien se encontraba ahí.

-Rey Kim. -dice en medio de la reverencia.

-Lee Hoetaek.

My King (zb1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora