Especial - Gunwook & Yujin

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El pequeño cachorro de un año gateaba por el castillo de Daegu. Los reyes de Seúl estaban de visita en aquel pueblo y se suponía que Jiwoong cuidaba del cachorro, pero se distrajo y el cachorro aprovechó para escapar.

El pequeño en un momento vió las escaleras y se acercó con intención de bajar, pero antes de que lo hiciera, una mano lo detuvo.

-No puedes haced eso, Yuyu. -fue su primo Gunwook quien lo detuvo.

-Pelo, Wook ~ -reclamó el pequeño.

-Papá Hao dice que es peli... ¿pelirgoso? -Gunwook trató de recordar cómo se pronunciaba. -Creo que shi eda pelirgoso. -rió

-Wook... -Yujin hizo un puchero y sus ojos se cristalizaron.

Gunwook sabía que aquello significaba que su primo empezaría a hacer un berrinche, por lo que frunció el ceño tratando de tenerle paciencia. El llanto de Yujin se escuchó por los pasillos del castillo de Daegu, llamando la atención de algunos guardias que pasaban por allí.

-Niños, no puedes estar aquí solos. -el capitán de la guardia de Daegu se acercó a ellos.

-Yuyu quelía bajar. -acusó Gunwook.

-Déjenme llevarlos con sus padres.- sonrió Seunghwan, cargando al menor de los cachorros con un brazo y con la otra tomó a Gunwook de la mano.

Los tres se dirigieron al comedor, donde el guardia suponía que estaban los reyes de Seúl y Daegu. Cuando llegaron, pudieron escuchar algunos gritos.

-¿¡Cómo se te pudo haber perdido!? -gritó Matthew.

-¡Lo mismo a ti, Hanbin, te dejé cuidando a Gunwook!

Ambos alfas estaban aterrados, jamás habían visto a sus omegas tan enojados. Para Hanbin era la primera vez que perdía a Gunwook, pero no para Jiwoong, él siempre perdía a Yujin, pero Matthew no se preocupaba tanto porque conocía bien el castillo de Seúl, pero su bebé no conocía el castillo de Daegu, por eso estaba enojado.

-Sus majestades. -dijo Seunghwan mientras se inclinaba.

-¡Niños! -gritó Hao.

-¡Tío Hao! -exclamó Yujin mientras se movía en brazos del guardia para ir con su tío favorito.

Seunghwan bajó al menor y este con sus pequeñas piernas trató de ir lo más rápido hacia Hao, y por otro lado estaba Gunwook, quien frunció el ceño al ver a su padre dándole mimos a su primo.

-¡Yuyu! Estás más grande que la última vez que te ví. -exclamó Hao cuando cargó a su sobrino.

Gunwook aún con el ceño fruncido se acercó a su padre alfa, quien notó su molestia y sólo rió al pensar que la actitud celosa la heredó de él.

-Tú también estás más alto Gunwook ¿cuántos años tienes? -preguntó Jiwoong, acariciando la cabeza de su sobrino.

-¡Voy a cumplid dosh años el plótsimo mes! -respondió, olvidando sus celos y mostrando una sonrisa, mientras levantó dos dedos de su mano.

-Tienes tus manos igual que las de Matthew. -se burló Jiwoong.

Jiwoong le tenía un cariño especial a Gunwook, pues era su padrino y casi siempre le mandaba regalos.

De un momento a otro, Jiwoong recordó algo: Aquella vez en la que Hao y Hanbin los fueron a visitar para pedir ayuda con los ataques de Busan, cuando trató de golpear a Hao en el vientre. La culpa le atacó inmediatamente al pensar que pudo haber matado a aquel bebé.

-Tío Woong, Yuyu trató de bajad las escaleras. -acusó Gunwook repentinamente.

-¿En serio? -preguntó el rey de Seúl.

-¡Sí! Pero le dije que eda pelirgoso. -dijo orgulloso de sí mismo.

-Se dice peligroso. -corrigió Hanbin.

-Jinnie, te he dicho que no debes bajar las escaleras. -regañó Matthew, tomando en brazos a su hijo.

-¡Pelo, do quedía id a jadin! -el menor hizo un puchero.

-Después de comer iremos. -el pelirosa le sonrió a su pequeño.

-¡Pero, Matt, estoy en mi celo! -exclamó Jiwoong. -¿No puedes dejarselo a Hao y Hanbin mientras nosotros nos vamos a la habitación?

-¡Tú estás en abstinencia, alfa! -regañó Matthew.

-¡Pero, Matt! -se quejó Jiwoong.

-Tendrás que tomar suspensores. -se burló Hanbin.

-¡Tú también estás en abstinencia, Hanbin! -Hao le dió un pequeño golpe en la cabeza a su alfa.

-¿¡Qué!? ¡No puedes hacerme esto! -reclamó en respuesta.

-Hubieras pensado eso antes de perder a Gunwook. -dijo Hao mientras se acercaba a su hijo para cargarlo.

-¿Qué es abstinencia? -preguntó inocente Gunwook.

Todos en el comedor se quedaron en silencio, pensando en qué podía decirle al cachorro que había escuchado todo lo que decían.

-Es... como un castigo, bebé. -respondió Hao con una sonrisa nerviosa.

-¿Y por qué el tío Woong está en celo? ¿Eso es malo? -siguió preguntando. -¿Se va a molil?

-Papá de va a molil? -Yujin preguntó, mientras sus ojos se cristalizaban.

El llanto del menor de los niños resonó por el comedor mientras los adultos pensaban en qué podían hacer, sus hijos habían escuchado más de lo que debían.

-No no no, no me voy a morir. -Jiwoong se acercó a Yujin para cargarlo.

-¿Y po que Wook dijo eso? -dijo aún sollozando.

-Porque él no sabía lo que yo tenía, pero no me voy a morir.

Jiwoong sólo abrazó a su cachorro, Yujin posó su nariz en el cuello de su padre, inhalando su aroma para calmarse.

Hao veía con ternura aquella escena, no podía creer que aquel alfa que siempre lo maltrataba y agredía, fuera el mismo que en ese instante estaba consolando a su hijo.

-Entonces... -se escuchó la voz de Gunwook. -¿Qué es el celo?

My King (zb1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora