Capítulo 17

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Jiwoong corrió tras Matthew al ver que había escapado con la capa, con rapidez, trató de alcanzarlo pero un omega lograba ser más rápido y ágil que un alfa. Cuando el rey perdió de vista al príncipe, dió un grito frustrado, llamando la atención de Taerae.

-Jiwoong, ¿qué pasa? -dijo cuando se acercó.

-¡Matthew escapó! ¡Está ahí afuera! -gritó con desesperación.

-¡¿Qué?! ¡¿Y qué esperas para salir tras él?! -le gritó de vuelta el mayor.

El alfa fue afuera y llamó a Ricky, dándole la orden de que llame a más guardias.

-¡El omega Matthew se ha ido! -gritó Ricky en cuanto varios guardias estuvieron frente a él. -¡La orden es buscarlo por todo el pueblo!

Ricky y Jiwoong se subieron en unos caballos, mientras los demás iban corriendo detrás de ellos. Llegaron al pueblo, todos se confundieron al ver al rey allí, pero se sorprendieron más al ver que traía a sus guardias con él.

Los guardias y ambos alfas siguieron buscando, hasta que se empezó a hacer de noche, Jiwoong estaba desesperado.

Mientras pasaban al lado del bosque, de regreso al castillo, todos se pusieron alerta al escuchar un grito. Jiwoong conocía bien aquel grito y Ricky también, pues le recordó al día en el que él se había desmayado y escuchó un grito similar.

Todos se dirigieron hacia el bosque; por órdenes del rey, todos se convirtieron en lobos, excepto Ricky, que se quedaría en su forma humana para estar ahí para Matthew. Jiwoong se convirtió en un lobo café y todos empezaron a correr hacia donde se escuchaban los gritos.

Cuando llegaron, Jiwoong notó que la mirada de su príncipe se posó en él, y al notar que estaba asustado, soltó un poco de su aroma para darle a entender que era él y así pudo ver como se calmaba. Jiwoong no dudó en tirarse contra aquel hombre que sostenía a Matthew, dejándolo libre. Vió cómo el omega iba hacia Ricky, y el pelirrojo se susurraba algo, se tranquilizó cuando vió que el príncipe corría hacia el castillo, pero también vió que poco a poco los hombre se convertían en lobos para ir tras Matthew, por lo que los atacó, empezando una pelea sanguinaria.

Matthew se encontraba en la cama y a su lado estaba el cuerpo inconsciente del rey. El príncipe lloraba, él sabía que era su culpa que Jiwoong estuviera herido.

Jiwoong empezó a despertar y los sollozos de Matthew captaron su atención, notando que el contrario estaba llorando boca abajo, llorando. El alfa inconscientemente, acarició el cabello de Matthew, y este, sorprendido, levantó su mirada pudiendo ver a Jiwoong sonriendo y despierto. Lo único que hizo Matthew fue lanzarse hacia el rey y abrazarlo con fuerza.

-Lo siento... todo fue mi culpa. -dice entre sollozos.

-No es cierto, yo te oculté todo. -acariciaba la espalda de su omega.

-Yo escapé. -los sollozos se escuchaban más fuerte.

-Pero escapaste por mi culpa. -susurró.

El omega levantó la mirada, aún estando abrazado al alfa. Ambas miradas se conectaron y sin darse cuenta, ambos rostros se acercaban lentamente, ambos labios se rozaban, hasta que por fin se juntaron en un dulce y suave beso. Ambos se separaron pero sus miradas seguían conectadas, ambos con sus labios entreabiertos, por puro impulso, el alfa se volvió a acercar al rubio y lo volvió a besar, esta vez el beso fue más profundo y rudo, el rubio no se molestó en separarse.

El beso fue interrumpido cuando la puerta se abrió, Jiwoong y Matthew voltearon y vieron a Taerae, quien estaba con la boca abierta, con los ojos brillosos y en sus manos traía una bandeja de comida.

-¿Apenas despiertas y ya andas besando al pobre Matthew? ¡Cálmate! -reclamó el mayor, dejando la bandeja de comida en la mesa de noche.

-Ya cállate, Taerae. No seas envidioso que nosotros sí nos queremos. -dijo Jiwoong, abrazando la cintura de Matthew, acercándolo aún más a él.

-¡Ay, me empalagan! -reclamó el pelirosa. -Ya vuelvo, voy por la comida de Jiwoong. -dijo, acercándose a la puerta. -Matthew, come, no has comido nada desde hace dos días.

-¿No has comido nada? -preguntó el rey, en cuanto Taerae se fue.

-Bueno... yo me la pasé aquí. -susurró tímido. -Yo... me preocupé. -volteó hacia otro lado, ocultando su sonrojo.

Jiwoong soltó una carcajada en cuanto vió el sonrojo de Matthew, quien frunció el ceño al ver que el rey se reía de él.

-No te rías. -dijo con un puchero.

-Lo siento, pero es que te ves tierno cuando estás sonrojado.

Jiwoong se encontraba en su habitación tranquilamente, hace unos días se había presentado como alfa y eso le encantaba. Aquel día estaba aburrido, por lo que decidió salir a su habitación para ver si podía molestar aunque sea un poco a su hermano mayor.

El jóven alfa se dirigió a la habitación de su hermano omega. Jiwoong entró a la habitación sin permiso, sobresaltando al mayor, que al ver que sólo era Jiwoong, se tranquilizó.

-¿Qué quieres ahora, Jiwoong? -preguntó Hao, rodando los ojos.

-Sólo vine a verte, hermanito. -sonrió, para después ir hacia la cama de su hermano y acostarse a su lado.

-No me digas hermanito, soy mayor que tú.

-Lo siento. -rió y el mayor sólo rodó los ojos y siguió concentrado en su libro. -Estoy aburrido.

-¿Y qué quieres que haga? -el mayor frunce el ceño y volvió a posar su atención en el libro.

Jiwoong frunció el ceño al ver que su hermano no le prestaba atención, por lo que le arrebató su libro y el omega empezó a quejarse.

-¡Devuélveme mi libro! -agarró el brazo del menor.

Suéltame, omega! -dijo Jiwoog sobresaltándose al escuchar el tono de su voz. Pero lo que más le sorprendió al menor fue ver cómo su hermano lo soltaba y agachaba su cabeza. Sonrió, una sonrisa llena de maldad. -Vete a tu cama, omega.

Volvió a sonreír al ver cómo su hermano le obedecía sin ninguna clase de réplica. Desde ese día, empezó el maltrato hacia su hermano.

Jiwoong se despierta sobresaltado, miró alrededor, dándose cuenta que había tenido un sueño, o más bien, un recuerdo. Frotó su cara frustrado, sabía que había hecho mal al maltratar a su hermano tanto tiempo.

-Lo siento, Hao...

My King (zb1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora