Ambas mujeres al oír el gruñido de los reyes, temblaron. La alfa abrazó a su omega, quien traía a la cachorra en brazos, tratando de protegerlas de cualquier peligro. La pequeña niña empezó a llorar, pues aquel gruñido la había asustado.
Ambos omegas al notar la tensión, voltearon a ver con molestia a sus alfas. Hanbin sonrió apenado, pues no quería que Hao se enojara con él, por otro lado, Jiwoong tenía el ceño fruncido, viendo a aquella familia de tres.
Matthew se acercó a las tres mujeres y se disculpó, después de eso, ambas mujeres se fueron con la pequeña niña en brazos. Matthew pensó que tal vez aquellas dos mujeres adoptaron a Eunchae, y eso lo hizo sonreír.
Los dos reyes y los tres omegas siguieron su camino, llegando hasta un lugar donde había mucha gente y un espacio en el medio, donde estaba el alfa de la última vez, Lee Hoetaek.
-Su majestad. -Hoetaek hizo una reverencia a ambos reyes.
Jiwoong tomó la mano de Matthew y lo guió hasta el medio. Todos los habitantes de Seúl estaban impacientes por saber cuál era la noticia que daría el rey.
-¡El rey Kim está aquí para darnos una noticia que alegrará a todo el pueblo! -anunció Hoetaek.
Todos se quedaron en silencio, esperando a que el rey dijera que es lo tan emocionante que tenían que decir. Jiwoong aclaró su garganta, para después gritar.
-¡He venido aquí porque hay algo importante que deben saber! ¡El reino de Seúl ya tiene a su siguiente heredero, mi omega está en espera! -grita con una sonrisa.
Los gritos de felicidad de los pueblerinos no se hicieron esperar, todos empezamos a festejar en cuando escucharon aquello, tendrían a su futuro rey, pero claro... sólo faltaba que se presente con alfa.
Todos estaban festejando, Hao y Hanbin veían con felicidad como todo el pueblo de Seúl festejaba y Matthew y Jiwoomg se dieron un tierno beso, el alfa posando sus manos en el vientre de su pareja. Pero lo que no sabían, es que en medio de todos los pueblerinos felices, habían algunos infiltrados de Busan.
—
-Su majestad. -se inclinó un hombre.
-¿Qué pasa ahora? -pregunta el rey con seriedad.
-Los espías que mandamos a Seúl... han dado una noticia importante. -dice el hombre con nerviosismo.
-¿¡Qué cosa!? -grita con enojo.
-Su hijo... el príncipe... está en espera de un cachorro del rey Kim. -tembló cuando escuchó un potente gruñido por parte del rey.
-¿Cómo dijiste? -el rey usó su voz de mando.
-Si... me dijeron que... tenía aproximadamente tres meses.
-¡Ya no esperaré más! ¡Dile a las tropas que están cerca de Seúl ataquen! -ordenó.
-Cómo usted diga, Rey Jacob.
—
Ya estaban de regreso al castillo, mucha gente se había acercado al rey de Seúl y a su omega para felicitarlos por el cachorro. Cuando llegaron, se fueron al comedor para cenar.
Hao se sentía extraño, pues el cachorro dentro de él se movía mucho, pero decidió ignorarlo, hasta que un dolor punzante llegó hasta su vientre haciéndole soltar los cubiertos para poner sus manos en su vientre y cerrar sus ojos con fuerza.
Hanbin volteó a verlo preocupado, Matthew y Jiwoong estaban confundidos y Taerae sólo se puso atento a lo que podría pasar.
Hao se levantó rápidamente y cuando siente una contracción lo hace gritar. Hanbin y Taerae se acercaron a él rápidamente y el peliazul respiraba con dificultad.
-¿¡Qué pasa!? -preguntó Hanbin.
-Me... duele. -susurró Hao.
Todos fueron testigos de ver cómo un líquido caía al piso y allí es cuando todos se dan cuenta de que se trataba. Hanbin sentía que quería desmayarse, pero Jiwoong le pegó una tremenda cachetada para que reaccionara, mientras Hao jadeaba de dolor y regañaba a Jiwoong por pegarle a su alfa.
Matthew y Taerae se acercaron a Hao para guiarlo a la habitación donde se quedaba, pero algo que no entendían era que Hao apenas tenía siete meses, ya casi ocho, pero todos sabían que debía tener nueve meses para que naciera el bebé.
Hao se recostó en la cama y Hanbin estaba junto a él, dándole apoyo. Unos minutos después una partera llegó a la habitación, sacando a todos menos a Hanbin.
Matthew podía oír los gritos de Hao desde afuera de la habitación, aquello lo asustaba, pues sabía que él estaría así en un futuro; inconscientemente, posó una mano en su vientre. Jiwoong notó la preocupación de su omega, así que decidió abrazarlo para que su aroma lo tranquilizara.
Los gritos de Hao seguían y se podían escuchar por casi todo el pasillo. De un momento a otro, los gritos fueron reemplazados por un pequeño llanto. Todos suspiraron tranquilamente al saber que el cachorro estaba bien.
La partera salió de la habitación con una sonrisa, ella les dijo a los tres que podían pasar a la habitación sólo con el permiso de Hanbin y Hao.
Los tres fueron hacia la puerta y tocaron suavemente, escucharon desde adentro de Hanbin los dejaba pasar, y todos vieron a Hao acostado en la cama con un bulto en sus brazos envuelto en sábanas. Hanbin y Hao tenían lágrimas en los ojos, el peliazul se veía cansado, pero feliz.
-Es un niño. -dijo Hanbin, abrazando a su omega.
-¿Cómo se va a llamar? -pregunta Matthew.
-Gunwook... Sung Gunwook. -susurró Hao, abrazando con delicadeza al cachorro en sus brazos.
-Quiero verlo. -dijo el menor de todos.
Hao acercó la mano a las sábanas que cubrían al cachorro, quitando con cuidado, dejando ver el rostro del bebé, quien al sentir el frío en su rostro, empezó a llorar. El peliazul arrulló al cachorro en sus brazos y este se empezó a calmar.
Todos en aquella habitación sonrieron, eran felices, la familia había crecido; pero lo que no sabían, es que fuera de aquella felicidad, fuera del castillo, la guerra se estaba desatando.
¿QUE CREEN QUE PASARÁ AHORA?
Normalmente no escribo debajo de las historias, pero creo que esta vez sí es necesario. Veo que hay muchas personitas que leen mis historias pero no me siguen, así que les pido por favor lo hagan. Sería una forma en la que pueden demostrarme apoyo y apreciar mis historia :)
Pronto vendré con nuevas adaptaciones.
Psdt: Denle apoyo a "S.O.S. random" por fis.

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My King (zb1)
FanfictionEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...