Matthew estaba justo afuera de la sala del trono, no estaba seguro de si entrar o no. Estaba a punto de tocar la puerta, pero un guardia llegó y el rubio lo reconoció rápidamente.
-Majestad, ¿va a entrar? -preguntó Ricky.
-Si... sólo que estoy algo distraído. -sonríe falsamente.
-Permítame abrirle la puerta. -se acerca.
-Yo puedo hacerlo. -respondió, tratando de detenerlo.
-La puerta es muy pesada y difícil de abrir, además usted no puede hacer esfuerzo. -el guardia guiñó un ojo hacia Matthew, y este se sonrojó pues se dió cuenta que el contrario lo sabía.
-¿Cómo...
-¿Cómo lo supe? -rió. -Su aroma es más dulce, además Taerae me lo confirmó. No crea que se lo dijo a todos, sólo me lo dijo a mí, para que, como capitán de la guardia real, pueda asegurarme de que usted esté protegido.
-Muchas gracias. -sonrió Matthew cuando Ricky abrió las grandes puertas.
Ricky hizo una reverencia a Jiwoong, que estaba en su trono haciendo prácticamente nada. El rey, al notar la presencia de su omega, se sentó derecho y frunció el ceño levemente, pues no sabía qué podía estar haciendo su pareja allí. Matthew se acercó tímidamente.
-Jiwoong... -susurró.
-¿Qué pasa?
En el momento que Matthew subió la mirada, vió la cara de preocupación de su alfa y en ese momento estalló en llanto. Aún no podía creer que tenía una vida dentro de él, hecha por él y el alfa frente a él... su alfa.
Jiwoong se levantó de su trono preocupado y se acercó a Matthew rápidamente, se había asustado de ver a su omega llorar, pues era una persona alegre y verlo llorar era realmente raro.
-Matthew, ¿qué pasa? -Jiwoong abrazó a su omega y allí es cuando siente su aroma.
-Jiwoong... no me dejes. -pronunció, y Jiwoong entendió todo.
-Matt... tú estás... -al rey se le cristalizaron los ojos.
-Estoy en estado. -susurró, posando una mano en su vientre.
Jiwoong también estalló en llanto en ese momento, estaba muy feliz. Su omega iba a tener un regalo, hecho por el amor de ambos.
-Gracias... -susurró Jiwoong en el oído de Matthew mientras lo abrazaba.
—
Los guardias fuera del castillo vieron a una persona entrando al jardín delantero, rápidamente se acercaron al intruso, pero notaron que estaba lastimado, sus ropas se veían de la realeza, pero estaban totalmente destrozadas. Los guardias, al notar que era un alfa, se acercaron aún más.
-Señor, no puede... -Ricky se interrumpe a sí mismo cuando el alfa levanta la mirada. -Rey Sung...
-Ricky... ayúdame. -dice en un susurro.
El pelirrojo se acercó al rey de Daegu y este se apoyó sobre el guardia, para poder caminar mejor y más cómodamente.
-¿Qué sucedió? -pregunta el guardia.
-Atacaron Daegu, me lastimaron bastante. Fueron los guardias del castillo quienes me dijeron que me fuera. -empezó a explicar. -Tenía que ver a Hao, estaba preocupado, por eso vine aquí. Pero todo el castillo fue destruido, tuve que llegar aquí caminando y casi no he comido. -explicó con dificultad, debido a que se sentía débil.
Ricky ayudó a Hanbin a entrar al castillo; Somi, la cual estaba caminando por allí, se sobresaltó al ver al rey de Daegu en ese estado. La vieja mujer se acercó y Ricky le dió la orden de que le informara al rey de su llegada mientras que él llevaba a Hanbin a la habitación, donde actualmente Hao dormía y llamaba a algún doctor.
Somi corrió hacia la sala del trono, cuando entró, vió a Jiwoong abrazando a Matthew, ambos tenían los ojos rojos, pero su mente estaba que el rey de Daegu estaba herido.
-¡Su majestad! -la beta asustó a la pareja.
-¿Qué sucede, Somi? -pregunta un poco molesta.
-Encontraron al rey de Daegu. -aquello sorprendió a ambos jóvenes. -Está gravemente herido, y se veía muy mal. -eso hizo reaccionar a Jiwoong.
-¿Dónde está? ¿Ya llamaron a un doctor? -pregunta rápidamente el alfa.
-Sí, Ricky está con él, creo que ha enviado a otra sirvienta a que llamara a un doctor. -respondió con rapidez la mujer.
-Matthew, llama a Hao, la presencia de su omega tal vez le haga sentir mejor. -dice Jiwoong, saliendo de la sala del trono.
Jiwoong va rápidamente a donde ya supone está Hanbin, pues le preocupaba el estado de su cuñado. Matthew, por otro lado, corrió hacia el jardín trasero, donde estaban Hao y Taerae. Ambos primos estaban riendo, pero cuando ven a Matthew triste, se les borra la sonrisa.
-Matthew ¿qué pasa? ¿Jiwoong... -Taerae es interrumpido.
-Es Hanbin. -dice mirando a Hao, quien ya tenía cara de preocupación al oír el nombre de su alfa. -Llegó aquí al castillo, pero está muy mal.
Eso le bastó a Hao para empezar a correr, con Matthew y Taerae tratando de detenerlo, pues era riesgoso que corriera en ese estado.
Hao corrió con rapidez, cuando llegó a la habitación en la que se estaba quedando, vió a Hanbin acostado en la cama con los ojos entrecerrados y un doctor lo revisaba, también estaba Jiwoong a su lado. Cuando Hao se acercó a su alfa, este rápidamente al verlo, sonrió.
-No... debes correr. -dijo Hanbin al notar el sudor del omega, suponiendo que corrió.
-Hanbin... -susurra Hao, tomando la mano de su esposo, a punto de llorar.
-Hao, no llores.
-El rey está bien, sólo está algo débil debido a la desnutrición. -dijo el doctor. -Además, de que llegar desde Daegu hasta aquí requiere demasiado esfuerzo. Sólo necesita comer más y descansar. -terminó de decir y se retiró.
Hao, al notar lo mal que estaba su alfa, empezó a soltar su aroma, cosa que Hanbin agradeció, pues cuando sintió el dulce aroma de su omega, quedó profundamente dormido y así ya no sentía el dolor de sus heridas. Hao se acurrucó a un lado de su esposo, cerrando los ojos, sintiendo la paz al tener por fin a su pareja.
Jiwoong, al ver tal escena, decidió dejarlos solos. Cuando salió, vió que los otros dos omegas estaban ahí y les dijo lo que había dicho el doctor.
ESTÁS LEYENDO
My King (zb1)
FanfictionEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...