Matthew estaba en la habitación de Hao y Hanbin, pues el mayor no lo quería ver y pues no podía pararse de la cama.
-Mañana regresamos a Seúl. -dijo Matthew, haciendo un puchero.
-Oh, ya no tendré nada que hacer al estar aquí acostado. -también hizo un puchero.
-Creo que es mejor que estés aquí, a tener que estar en peligro.
-De todos modos, no creo que Hanbin me deje siquiera caminar por los pasillos.
Ambos omegas rieron, pero las risas fueron interrumpidas con el sonido de la puerta siendo tocada. Ambos omegas voltearon, notando que Jiwoong era quien se encontraba allí.
-Matthew, ¿me dejarías hablar a solas con mi hermano?
-Está bien.
Jiwoong le dió un beso a su omega, para después ver cómo sale de la habitación, cerrando la puerta. Cuando estuvieron solo, Jiwoong posó su vista en su hermano mayor, quien podía ver la tristeza y culpabilidad en sus ojos.
-¿Qué querías decirme? -pregunta tranquilamente.
-Lo siento... -susurró el alfa, sorprendiendo a su hermano.
-¿Cómo?
-Lo siento. -dice un poco más fuerte. -Yo... hace unos días Matthew intentó huir del castillo, porque le revelé algo que debía haberle dicho hace tiempo. -empezó a explicar. -Él huyó y... yo me asusté demasiado. Tenía miedo de perderlo, tal como perdí a mamá, a papá... y a ti. -empezó a derramar lágrimas.
-¿A mí? -preguntó en un susurro.
-Yo... nunca quise lastimarte tanto. Tú sabes que siendo malo y agresivo... todo me salía bien, todos me respetaban. -empezó a sollozar. -Al ver que también funcionaba contigo... lo hice. Te empecé a agredir y me arrepiento mucho. -se sienta al borde de la cama.
-Jiwoong...
-Pero... cuando ví, que siendo así perdía a Matthew, es cuando me dí cuenta que no todo lo bueno pasa siendo malo. Por favor... perdóname.
-Jiwoong... ven aquí. -el omega abrió los brazos.
El rey, al verlo, sonrió y abrazó a su hermano. Se escondió en el pecho del omega, mientras que este le acariciaba el cabello.
-Sé que hiciste mal. Mentiría si te dijera que no me hiciste mucho daño, pero estoy dispuesto a perdonarte.
Ambos se abrazaron con fuerza, el alfa ahora se escondió en el cuello de su hermano. Cuando inhaló el aroma del omega para intentar calmarse, se dió cuenta que ya no sólo estaba el aroma a algodón de azúcar, sino que también el aroma a café, que le pertenecía a Hanbin.
La puerta se abre, pero los hermanos estaban en su propio mundo y ni se dieron cuenta de quienes entraban. Hanbin, Matthew y Taerae se sorprendieron al ver a ambos hermanos abrazados.
Jiwoong por fin sacó su cara del cuello de Hao, pero aún seguían abrazados. Todos se sorprendieron al ver cómo el hermano mayor ponía sus manos en las mejillas del contrario.
-Ya no llores, Jiwoong. -sonrió y secó las lágrimas de su hermanito.
-Hao... -respondió y el peliazul rió.
Hanbin tosió y ambos hermanos voltearon hacia la entrada de la habitación, notando así la presencia de los otros tres. Jiwoong sólo secó sus lágrimas rápidamente para que nadie lo viera así. Hanbin se acercó a ambos hermanos y miró mal a Jiwoong.
-¿Qué te hizo el mocoso? -preguntó Taerae.
-No hizo nada. -sonrió el embarazado.
-Ya me voy de aquí. No vemos después, Hao. -le dice Jiwoong a su hermano.
Jiwoong se fue de la habitación, dejando a su hermano con su alfa. Se sentía bien por el hecho de que su hermano lo perdonó.
Siguió su camino hasta el jardín del castillo. Una vez allí, se puso a pensar en todo lo que pasaba en su vida, ya tenía a su omega y lo amaba. Estaba decidido que al regresar a Seúl, se encargaría de toda la gente, de darles mejor comida y de arreglar todas las casas que estaban destruidas.
—
Matthew, Jiwoong y Taerae salieron de la habitación de Hao. Habían ido a despedirse, pues ese día regresarían a Seúl.
-Nos vemos después. -le dice Jiwoong a Hanbin, quien sólo asintió.
Los tres subieron al carruaje y se despidieron de Hanbin agitando la mano, y éste le regresó el gesto con una sonrisa.
El camino fue tranquilo, pero cuando ya estaban a pocas horas de llegar al castillo, algo los paró. El rey, confundido, bajó del carruaje y pudo ver a gente en medio del camino,venían armados y eso lo preocupó.
-¿¡Qué quieren!? -gritó Jiwoong.
-¡Queremos que nos devuelvan al príncipe de Busan! -dijo uno de los intrusos, parecía ser el líder del grupo.
-¡No tenemos a nadie de Busan aquí! -gruñe furioso ante tal acusación.
-¡Si nos devuelve al príncipe, no atacaremos y los dejaremos en paz! -respondió el mismo hombre.
-¡No tenemos a ningún príncipe, déjenos tranquilos!
-¡No nos deja otra opción más que atacar!
Matthew, quien estaba dentro del carruaje, pudo escuchar todo lo que decían. No dejaría que lastimaran a Jiwoong por su culpa, otra vez. Antes de que el grupo de Busan pudiera atacar y lastimar a Jiwoong, Matthew bajó del carruaje apresuradamente. Taerae trató de detenerlo, pero no pudo Jiwoong, al ver a su omega bajar del carruaje, se alarmó, pero lo que le sorprendió a Taerae y Jiwoong fue lo que dijo.
-¡Aquí estoy! ¡Yo soy a quién buscan!
![](https://img.wattpad.com/cover/354456722-288-k654178.jpg)
ESTÁS LEYENDO
My King (zb1)
FanficEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...