Matthew caminaba por los pasillos del castillo mientras iba camino al comedor. Era hora de la cena y el hambre lo estaba atacando.
Cuando el pelirosa llegó al comedor, notó cierto aroma conocido, pero no era el de su alfa. Abrió la puerta y se llevó la sorpresa de que su padre estaba allí, cargando al pequeño Yujin, príncipe de Seúl, el cual se suponía estaba bajo el cuidado de Jiwoong.
-¿Papá? -preguntó.
-¡Matthew, hijo! -exclamó con felicidad el rey de Busan.
-¿Qué haces aquí? -cuestionó el omega.
-¿Ahora está mal que quiera ver a mi hijo y a mi nieto? -frunció el ceño.
-¿Crees que no sé que viniste a vigilar a Jiwoong? -levantó una ceja y cruzó los brazos.
Digamos que desde la guerra, Jiwoong y Jacob no tenían la mejor relación. El rey de Busan aún desconfiaba del de Seúl y viceversa. Ninguno de los dos reyes de Seúl sabían porqué Jacob le tenía tanta desconfianza a Jiwoong, en cambio, Jiwoong sí tenía obvias razones.
-Tengo que asegurarme de que no te haga nada. -contestó Jacob.
-Tampoco es como si hubiera tenido la mejor vida en Busan... -susurró Jiwoong con molestia.
Jacob volteó hacia Jiwoong con molestia, el mayor sabía que el contrario tenía razón y eso lo molestaba. Ya se había disculpado muchas veces con su hijo, quien ya lo había perdonado.
-Hijo, quiero saber cómo te trató este alfa cuando llegaste aquí.
-Me tomó como prisionera. -respondió con simpleza.
-¡Qué romántico! -exclamó Jacob, mirando con molestia a su yerno. -Tú también le debes disculpas.
-Ya le pedí perdón muchas veces por eso. -reclamó Jiwoong.
-Tú lo trataste mal también, no tienes nada que reclamar.
-¡Al menos yo no golpeaba omegas! -responde casi gritando.
-Hao... -dijo Matthew en medio de una tos falsa, haciendo que si alfa lo volteara a ver.
-¿¡Le pegabas a tu hermano!? -exclamó el rey.
-¿¡Le pegabas a tu hijo!? -exclamó Jiwoong.
Todo quedó en un silencio incómodo. Matthew frunció el ceño, ya harto por la actitud de ambos alfas, por lo que golpeó la mesa, llamando la atención de ambos.
-Papá, nunca entendí porque no confías en Jiwoong. Te he dicho muchas veces que él no me secuestró, yo escapé. -reclamó.
-Hijo, esto es más serio de lo que crees... -respondió casi en un susurro.
—
-¿¡Serio!? ¡Por favor, intenten llevar bien al menos un rato! -gritó. -¿Cómo creen que me siento al saber que mi esposo y mi padre no se llevan bien?
-Matthew, yo no tengo nada en contra tu alfa.. es más contra Seúl. -susurró Jacob.
-¿¡Por qué!? -preguntó furioso.
-¡Porque la gente de Seúl mató a tu otro padre!
Matthew se calló abruptamente, quedando sorprendido y lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas. Jacob cerró sus ojos con fuerza al recordar a su omega.
-Tú no me dijiste nada... -susurró Matthew.
-Mi gente jamás ha atacado a Busan... -dijo Jiwoong frunciendo el ceño.
-Fue hace cuatro años, tú aún no eras rey. -suspiró. -Fue un año antes de tu coronación.
-Mi padre jamás mataría a alguien así porque sí... -susurró Jiwoong.
-¿Por qué no me dijiste nada? -preguntó Matthew.
-Tan solo tenías dieciséis años. -respondió.
-Pero... era mi padre ¡Tenía derecho a saberlo!
-Matthew...
-Nunca me quisiste explicar la muerte de mi padre.
-Todo empezó cuando tú apenas habías cumplido quince años. -empezó a contar. -Kevin estaba feliz de que fueras un omega, pero el pueblo no, ellos querían que alguien que fuese su próximo heredero. Tiempo después, tu padre y yo... tratamos de tener más hijos. -suspiró. -Pero Kevin se había vuelto infértil por la edad.
-Papá era jóven. -dijo Matthew mientras fruncía el ceño.
-Sí, era jóven. Pero el doctor dijo que era normal en algunos omegas perder la fertilidad después de los treinta. -dijo Jacob. -El pueblo estaba enojado, pero después de un tiempo se calmó. -continuó. -Pero un día que estaba en una junta con los guardias, pude sentir como tu padre me llamaba a través del lazo.
Jacob suspiró pesadamente, aquel era un tema difícil para él, recordar cómo su omega había muerto. Por otro lado, Matthew se encontraba hecho un mar de lágrimas. Jiwoong, al notar como estaba el rey, se acercó y tomó a Yujin en sus brazos.
-Yo... corrí hasta el jardín, sabía que tu padre estaba allí. Cuando llegué, lo ví asesinado por un guardia, yo ví cuando lo mataron. -sollozó Jacob. -Logré matar a uno de esos guardias, y cuando revisé el uniforme, tenía el logo de Seúl.
-Imposible... -susurró Jiwoong.
-Tiempo después me enteré que lo asesinaron por ser un omega "inútil", por no darme más hijos. El alto mando es de Seúl, por lo que ellos mandaron a asesinarlo. Yo estaba enojado con Seúl, les tenía un rencor horrible.
-Por eso no querías que estuviese aquí. -susurra Matthew.
-Yo... empecé a comportarme así contigo, porque de alguna ,manera pensaba que era tu culpa, por no ser más. -dijo un poco más tranquilo.
-Él no elegía que si ser omega o alfa, es una tontería. -dijo Jiwoong.
-¿Y por qué maltratabas a Hao entonces? -preguntó Matthew, queriendo distraerse del dolor que sentía.
-Eso... es un tema aparte. -reclamó Jiwoong.
-Matthew, en aquel tiempo estaba enojado contigo por ser omega, pero también te quería. Mi lobo siempre me reclamaba y se enojaba cuando yo te trataba mal y por eso es que me enfadé cuando me enteré que estabas aquí. Mi lobo interior me pedía a gritos que te sacara de aquí y yo... sólo me dejé guiar. -
-Eso no explica porqué empezó una tremenda guerra que mató a miles de personas para después arreglarlo con una simple charla. -reclamó Jiwoong.
-Yo me di cuenta del error que estaba cometiendo cuando ví a Yujin. Me recordó tanto a Kevin, y es cuando al fin reaccioné... -respondió con notorio arrepentimiento.
Todo quedó en silencio, Jacob estaba cabizbajo mientras Matthew trataba de procesar toda aquella información dicha y Jiwoong analizaba la situación. Matthew suspiró, para luego hablar.
-¡Genial! ¿Ahora pueden llevarse bien? -dijo con los ojos rojos, pero con una sonrisa.
Ambos alfas se voltearon a ver con inseguridad, tenían los ojos entrecerrados, como si se analizaran.
-No... -contestaron al mismo tiempo, dejando a Matthew molesto con ambos.
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My King (zb1)
FanfictionEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...