Pasaron los años y el reino estaba más destrozado que nunca, la mayoría de los habitantes habían caído en la pobreza extrema y el rey no hacía nada para evitarlo, él sólo se preocupaba por su propio bienestar.
Hoy, mientras el rey se encontraba haciendo prácticamente nada en su trono, unos guardias entraron con un hombre.
-Mi rey, este hombre logró entrar al castillo, lo encontramos robando comida. -normalmente los padres de Jiwoong lo hubieran perdonado y dejaría que se quede en el castillo al no tener hogar, pero él no era así.
-¡Quiero que lo manden a matar! -exige gritando, a lo que los guardias simplemente asienten y se retiran de aquel lugar, no sin antes hacer una reverencia como es debido.
Jiwoong era muy exigente, estricto y egocéntrico. Si había una sola falta en el reino, mandaba a matar a la persona que lo hiciera.
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Era de noche y el rey se dirigía a su habitación, por lo que no se podía dar cuenta de lo que pasaba por el castillo.
Aquella noche, se escuchó que alguien estaba fuera del castillo, los guardias se acercaron apresuradamente pero se relajaron al ver que era un simple omega.
-¡Omega! -grita uno de los guardias, captando la atención de aquel omega con capa celeste. -¡No tienes permitido estar aquí!
-Lo siento... no soy de aquí y... -el omega fue interrumpido por una voz.
-¡Ya déjalo, Ricky! -una beta de unos cincuenta años aparece. -Ven aquí querido. -el omega se acerca a la mujer.
-Lo siento es que... -el pequeño omega volvió a ser interrumpido.
-No te preocupes, ven aquí. -la mujer lo abrazó y lo llevó adentro del castillo.
-Somi... esto no le va a gustar al rey. -dice Ricky, el capitán de la guardia.
-Me vale lo que piense el rey, estoy segura que su padre hubiera dejado que se quede. -reclama la mujer. -Ven por aquí. -le dice al omega.
Aquel joven entró al castillo junto a la mujer, aquél omega era rubio, su pelo ligeramente largo y tenía ojos marrones, dándole una apariencia hermosa, la beta pudo notar que tenía joyas, un arete de oro y un collar, también de oro.
-Dime, querido, ¿cómo te llamas?
-Matthew... Seok Matthew. -responde, pues se concentraba viendo el diseño del castillo.
-El nombre se me hace conocido... -susurra la mujer.
-¿Dijo algo? -preguntó el omega al no escuchar lo que dijo la beta.
-No, querido. Ven, vamos a la cocina. -toma la mano del jóven y lo lleva a la cocina. Una vez allí, la mujer sacó un pijama de un armario que tenía cerca, se lo entregó a Matthew y le indicó una habitación desocupada en la zona de empleados para que pueda cambiarse.
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Al día siguiente, Jiwoong se levantó, pues ya era hora de dar órdenes, no sin antes desayunar. Cuando bajó al comedor, el cual se encontraba al lado de la cocina y cerca de las habitaciones de los empleados, Jiwoong se sentó en la punta de la mesa. La puerta de la cocina se abre y el rey logra captar un olor a vainilla y cereza, aroma que le encantó pero a la vez se le hizo raro, pues reconoce que es un omega pero todos sus empleados tenían la regla de tomar suspensores y neutralizadores.
Jiwoong se acerca a la puerta de la cocina, y al hacerlo dicho olor aumenta, entra y logra observar al rubio que estaba sentado en la mesa de la cocina. Al rey le pareció sumamente lindo dicho omega, pero no pudo evitar enfadarse al notar la presencia de alguien que no sea de su servidumbre.
-¡Jeon Somi! -grita Jiwoong a la mujer que estaba al lado del rubio.
-Majestad... -la beta se puso nerviosa al notar la presencia del rey.
-¿Por qué hay un omega que no es de la servidumbre aquí? -preguntó molesto.
-Su majestad... ayer llegó este jóven, estaba lloviendo y no tenía donde refugiarse. -la mujer fue interrumpida por un grito del rey.
-¡Has metido a alguien al castillo sin mi permiso! -reclama el alfa.
-Majestad... -nuevamente fue interrumpida.
-No te mataré por el hecho de que seas una fiel sirvienta. En cambio tú. -Jiwoong volteó a ver a Matthew con enojo. -Tu vienes conmigo. -lo toma del brazo.
-¡Disculpa! ¡Me hace daño! -reclama el omega.
-¡Me vale lo que sientas! -grita y voltea a ver bruscamente al omega.
-¡Pues a mí me vale lo que diga usted! -todos los sirvientes presentes abrieron los ojos como platos y jadearon sorprendidos.
-¿Qué dijiste? -Matthew tragó en seco al notar lo que dijo. -¡Eres un irrespetuoso! ¡Debería matarte por no respetar a tu rey!
-Tu... no eres mi rey. -respondió bajito.
-¡Estás en mi territorio así que me respetas! -exige furioso.
Jiwoong se llevó a Matthew a una habitación del castillo, lo empujó dentro de la habitación y cerró la puerta mientras se ponía a pensar ¿había tenido compasión por aquel jóven? ¿Por qué? Ni siquiera él sabía porqué no lo había mandado a matar, pero no planeaba hacer nada por el momento.
Por otro lado, Matthew se encontraba del otro lado de la puerta gritando que lo dejaran salir. -¡Déjenme salir! -golpeaba la puerta. Notó la gran cama que estaba en aquella habitación así que se acostó boca abajo y comenzó a llorar.
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-Majestad... ¿qué ha hecho con el jóven? -Somi estaba aterrada con lo que el rey le pudiera haber hecho a aquel chico.
-Lo encerré en una habitación. -termina de decir y se dirige a su habitación, dejando a todos los sirvientes sorprendidos, pues por primera vez no había matado a alguien que lo desobedeciera.
El resto del día pasó normal y tranquilo para todos menos Somi, pues se encontraba pensando en cómo se encontraba Matthew. Sin pedir permiso preparó una cena para el omega. Cuando terminó de preparar la cena, dejó los platos en una bandeja y subió hasta la habitación en la que Jiwoong había encerrado a Matthew, la cuál pudo identificar debido al olor que se desprendía de la misma.
-¡No quiero hablar con nadie! -gritó el jóven.
-Querido, soy yo... Somi. Te traigo la cena. -la beta trató de hablar de la forma más tranquila posible.
-¡No tengo hambre! -grita nuevamente.
-Vamos, no has comido en todo el día. -Somi se tranquilizó al notar que Matthew abrió la puerta, entró a la habitación y dejó la comida en una mesita a un lado de la cama. -Te traje la ropa que usabas ayer, ya está limpia y seca.
-Gracias. -el omega agarró las cosas y las guardó en un armario que tenía cerca.
-¿Quieres que te deje solo? -Matthew asiente a la pregunta y Somi solo se retira.

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My King (zb1)
FanfictionEl rey de Seúl, Kim Jiwoong, era un rey demasiado malo y despiadado. No cuidaba a su pueblo y usaba su poder como alfa para obtener lo que quisiera sin importarle nada. Un día cierto omega apareció en su castillo, poniendo su mundo de cabeza... y...