Las chicas que se quedaron a dormir, menos Chaeyoung. Se quedaron hasta que mis padres volvieron. Mamá estaba muy contenta de verlas. Les hizo un delicioso almuerzo y nos quedamos conversando hasta casi las cuatro de la tarde.
Cuando me quedé sola, volví a sentir la realidad caer sobre mis hombros. Soy una grandísima idiota. ¿Cómo pude decirle así como así a Chaeyoung que había roto su corazón? Ya no podía seguir postergando las disculpas. Aunque Chae decidiera no volver a tener ningún tipo de relación conmigo, era mi responsabilidad el disculparme.
Por mensaje sería demasiado simple e impersonal. Pero no sería fácil conseguir que Chae accediera a hablar conmigo en persona. Estaba acostada en mi cama y decidí intentarlo.
Mina: Hola Chaeyoung, lamento mucho lo que te dije anoche. Me preguntaba si quizás podíamos juntarnos un día a hablar con más calma. Necesito hablarte de algunas cosas. Espero tu respuesta. (17:12 pm)
Dejé el teléfono sobre la mesita de noche, me tapé la cara con ambas manos, para pensar en cómo debía comenzar la conversación. El teléfono vibró al poco rato y escuché el sonido de notificación especial que había puesto a Chaeyoung hace mucho tiempo.
Chae: puedes decirme lo que tengas que decir por aquí mismo. (17:23 pm)
Sabía que diría eso.
Mina: Tiene que ser en persona, por favor. (17:23 pm)
Chae: no (17:23 pm)
Mina: POR FAVOR (17:23 pm)
Chae: NO (17:23 pm)
Mina: por favooooor (17:23 pm)
Chae: nooooo (17:24 pm)
No iba a ser posible conseguirlo por mensajes. Tenía que atacar presencialmente. Llamé por teléfono a Sana.
—Necesito pedirte un favor —le dije, después de saludar.
—Cuéntame.
—¿Hay... alguna posibilidad de que puedas conseguirme el horario de clases de Chaeyoung?
—¡Mina! —reprochó.
—¿¡Qué!?
—¿Eres una sicópata?
—¡No! Quiero hablar con Chaeyoung y disculparme correctamente.
—Lo sé, solo te estoy molestando —rio—. Te puedo enviar los horarios en los que sale de clases, eso es lo que tengo.
—¡Por favor!
—Bien, ya te los envié.
—Gracias, Sana.
Revisé el mensaje. Lunes, martes y viernes salía de clases a las dos de la tarde, miércoles y jueves a las cinco.
—¿Mina? —Sana seguía en la línea.
—¿Mmh?
—Aún no la superas, ¿verdad?
Claro que la había superado.
—¿De qué hablas? ¡Claro que la superé!
Mentirosa.
—Mentirosa.
—Solo quiero que volvamos a ser amigas.
—Créeme, lo conseguirás.
—Gracias otra vez, Sana —sonreí, aunque ella no pudiese verme.

ESTÁS LEYENDO
Malentendido 2 (Michaeng)
Romansa¿Habrá tiunfado el amor sobre la distancia en la relación de Mina y Chaeyoung? Las cosas no siempre salen como uno lo espera y nos toca enfrentar diversas adversidades. Lo importante es nunca soltar la mano de quienes nos aman. Mina tiene mucho que...