Estaba fuera fumando un cigarro maldiciendo y recriminándome como había podido comportarme así con Lara, era muy sensible y me había excedido.
Levanté la vista y la vi salir, parecía muy alterada, y las lágrimas le resbalaban por las mejillas, ahora mismo me sentía una persona horrible, como había sido capaz de hacer sentir tan mal a una chica, a Lara. Me pasé la mano por la cabeza frustrado, y volví a mirar, ¿a donde iba? ¿No pretendería marcharse? Salí corriendo detrás de ella.—¡Lara!—Grité corriendo a su espalda para darle alcance— para por favor, ella empezó a correr—por favor Lara no tengo intención de tocarte pero si no te detienes me veré obligado a hacerlo—le supliqué.
Se paró pero no se giró, se quedó parada ahí en la acera sin moverse.
—Está bien, voy a ponerme delante de ti—dije moviéndome delante de ella, estaba mirando hacia abajo, no quería mirarme—me gustaría disculparme y para ello preferiría mirarte a los ojos.
—Necesito irme, ahora no puedo hablar— temblaba de nuevo, ¡joder! la que había liado por decirle que le iba a hacer cosquillas, tenía mucho miedo.
—Lo siento pero no puedo dejarte marchar en ese estado, estás muy alterada, podrías tener un accidente y si eso pasara no me lo podría perdonar.—Tengo que irme, de verdad— se movió hacia el lado para marcharse, me interpuse.
—No Lara, así no te puedes marchar, primero necesitas tranquilizarte—le dije con cautela —Justo aquí delante hay una plaza donde hay unos bancos, podríamos sentarnos un momento y en cuanto estés más tranquila te acompañaré al coche— la miré fijamente esperando su reacción y respuesta.
—No Lucas, ¡me tengo que ir ahora!— me gritó temblando como un hoja.
—Tranquila, por favor, no soporto verte así por mi culpa—le dije con voz temblorosa—De acuerdo, entonces te llevaré a casa con tu coche y después me iré. No voy a dejar que conduzcas—me quedé quieto esperando su respuesta de nuevo.
—¡No! quiero irme sola, quiero estar sola—seguía muy alterada.
—Bien, pues te irás sola en cuanto estés más calmada, por favor, acompáñame hasta el banco que hay cruzando la calle y en unos minutos te podrás marchar—Le dije esperanzado, ella seguía negando con la cabeza—Lara no voy a hacerte nada, me quedaré contigo hasta que te tranquilices un poco, si no quieres, no hablaré me quedaré sentado a tu lado hasta que te calmes un poco—¿te parece bien?—su rostro se había relajado un poco, alzó la cabeza y me miró asintiendo.
Cruzamos la calle y nos dirigimos hacia el banco, Lara se sentó abrazando su bolso, yo me quedé de pie, no quería incomodarla más.
—¿Puedo sentarme o prefieres que me quede de pie?—le dije mirándola pero ella tenia la vista fija en el suelo. Se encogió de hombros.
—Lara me gustaría saber como comportarme contigo para evitar alterarte de nuevo así que necesito que me digas si puedo sentarme o si lo hago te haré sentir muy incomoda—dije con cautela.
—Puedes sentarte—me dijo sin levantar la vista del suelo.
—Gracias—me senté a una distancia prudente a su lado, su respiración empezaba a ser un poco más calmada pero aún se la veía muy alterada—siento muchísimo el mal rato que te he hecho pasar, no me imaginaba que una broma pudiera alterarte tanto—suspiré y me pasé la mano por el pelo—no era mi intención, espero que aceptes mis disculpas—ahora era yo el que miraba al suelo.
—Acepto tus disculpas.
—¿Me podrías explicar que ha sido lo que te ha puesto tan nerviosa? quiero comportarme bien a partir de ahora y me gustaría saber que cosas tengo que evitar para que te sientas cómoda—seguía sin poder mirarla, vaya par.
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Quédate A Mi Lado
RomanceElla, insegura, tímida, altamente desconfiada y muy frágil por todo lo vivido a sus 23 años.... Él seguro de sí mismo, divertido, simpático, popular y muy....perspicaz. Ellos son Lara y Lucas. Una cena a la que Lucas se ve obligado a ir para acompa...