24. Lara

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Habían pasado dos semanas desde el plantón de Javi, me había escrito todos los días pero yo seguía sin confiar en él, le respondía los mensajes, incluso me hacía reír pero no era como antes que me sorprendía mirando la pantalla esperando un mensaje suyo. Por el momento no me había propuesto vernos de nuevo y eso me hacía sentir aliviada.

Cuando le expliqué a Paula lo ocurrido puso el grito en el cielo y me aconsejó no quedar más con él, no se fiaba de ese chico, me dijo que quizás lo mejor era que bloqueara su contacto.

Los últimos fines de semana tampoco había visto a Lucas, habíamos quedado las chicas solas para planificar nuestro próximo viaje a Perpiñán. Teníamos que reservar el hotel, decidir que sitios visitar, mirar los diferentes escenarios donde se celebraba el carnaval, estábamos muy emocionadas era nuestro primer viaje las tres juntas. Mi madre aún no me había dicho nada al respecto pero yo estaba haciendo los planes igualmente, en el fondo esperaba que me dejara ir.

Estaba en el sofá acurrucada con la manta y viendo con mi madre un programa de la televisión donde los concursantes tenían que adivinar las palabras que estaban dispuestas en un rosco que contenían todas las letras del abecedario. Cada palabra podía empezar con esa letra o contenerla. Lo indicaban antes de decir el enunciado de la palabra. Había un bote bastante grande y uno de los concursantes ya se había quedado varios días a una palabra de adivinar todas las letras y llevarse el bote. Nosotras intentábamos adivinar las palabras pero había alguna realmente complicada. De repente sonó una notificación en mi móvil.

NumeroDesconocido: Hola Lara, ¿como estás? Siento que Javi no apareciera en vuestra cita el otro día, si hubieras quedado conmigo habría llegado media hora antes.

Al leer el mensaje casi se me salen los ojos de las órbitas, ¿quien me escribía? Y lo más importante ¿como había conseguido mi número de teléfono? Estaba ruborizada y muy molesta.

Yo: Disculpa no te conozco, ¿quien eres? ¿Como has conseguido mi número?

NúmeroDesconocido: Nos conocimos el otro día cuando quedamos con Salva, Javi y vosotras en el bar, soy Mikel.

Yo: ¿Y como has conseguido mi número de teléfono? Yo no te lo he dado, no te conozco. No me escribas más y borra mi número.

NúmeroDesconocido: Quería decirte que me gustas y me gustaría conocerte mejor. ¿Quedarías conmigo?

Yo: No, por favor, borra mi número y no contactes más conmigo.

Estaba muy enfadada, estaba convencida que detrás de todo esto estaba Javi que se estaba riendo de mi otra vez. Me fui a mi habitación y llamé a Vero.

Vero: Hola guapísima! ¿Que tal todo?

Yo: Hola Vero, ¿puedes hablar?—Dije con la voz entrecortada por las lágrimas de rabia que se deslizaban por mis mejillas.

Vero: ¿Que ha pasado Lara? ¿Va todo bien?

Yo: Nada va bien—conseguí decir hecha un mar de lágrimas.

Vero: Lara, tranquilízate y explícame que ha pasado, respira—dijo mi amiga tranquilizándome.

Yo: He recibido un mensaje de WhatsApp de un número desconocido y me ha dicho que es Mikel, amigo de Javi y Salva, dice que yo le gusto y me ha preguntado si quiero quedar con él. Vero, yo no le he dado el número de teléfono a nadie más que a Javi. ¿Imagino que Salva no se lo habrá dado?

Vero: ¡Esto ya es el colmo!, espera un momento guapísima—la línea se quedó en silencio, había tapado el auricular, cuando habían pasado un par de minutos destapó el auricular—Lara estoy con Salva, él no le ha dado tu número de teléfono a nadie, de hecho no tiene tu número, y tampoco sabe de donde lo ha podido sacar Mikel.

Yo: Estoy convencida que ha sido Javi quien le ha dado mi número para reírse de mi—dije furiosa.

Vero: Tranquilízate, lo mejor que puedes hacer es preguntarle directamente si ha sido él quien le ha dado el número. Si no quieres hablar más con Mikel bloquea el número.

Yo: Claro y seguro que me va responder la verdad—dije volteando los ojos y resoplando.

Vero: Desde luego es todo muy raro Lara, no te pongas nerviosa y no te preocupes, lo resolveremos.

Yo: Vero, ha traicionado mi confianza, yo no le doy mi número de teléfono a cualquiera y él va y se lo da sin mi permiso a una persona que ni conozco. ¿Ves como no puedo confiar en los chicos?—no podía parar de llorar.

Vero: Lara cálmate, tienes razón, si ha sido él no ha actuado bien pero no te preocupes, yo me ocupo que Mikel no te moleste más y borre tu número.

Yo: Muchas gracias y siento haberte molestado, saluda a Salva de mi parte.

Vero: Claro preciosa, descansa y no te preocupes.

Al colgar Vero se giró para hablar con Salva.

—¿Se puede saber que coño pasa con tus amigos?—cuestionó enfadada.

—Vero, yo no sé nada, he estado toda la tarde aquí contigo—se acercó acariciando su brazo.

—No te pongas zalamero ahora—dijo apartándose— ya puedes hacer que Mikel borre el número de mi amiga y que ni se le ocurra contactar más con ella y si me entero que ha sido Javi el que le ha dado el número le cortaré las pelotas.

—No te pongas así Vero, quizás ha sido una broma.

—¿Una broma? ¡Joder Salva! Mi amiga es muy tímida, no te haces una idea de lo alterada que está en estos momentos. Si hasta ahora le costaba interactuar y abrirse a los chicos ya veremos como se comportará a partir de hoy por la gilipollez que han hecho tus amigos, que no somos unos críos.

—Lo siento, hablaré con ellos.

—Javi se ha comportado como un gilipollas con Lara todo este tiempo, le propone quedar y la deja plantada, después le dice que conseguirá que confíe de nuevo en él y le da su número de teléfono a otro tío sin el consentimiento de Lara. ¿De que va?—gritó Vero.

—No creo que Javi le haya dado el número, quizás Mikel se lo ha cogido sin permiso, cuando quedamos dejamos el móvil encima de la mesa sin bloquear, quizás ha cogido el número de Lara y le ha escrito.

—¿De verdad crees lo que me estás diciendo?—dijo Vero alzando una ceja.

—No lo sé Vero, es una suposición—suspiró—mañana hablaré con ellos y si es como dices les dejaré claro que no molesten más a Lara. Estaba convencido que a Javi le interesaba Lara, no sé que le está pasando con ella, nunca se había comportado así—la acercó hacia él para estrecharla entre sus brazos—no quiero que haya problemas entre nosotros por este motivo Vero, lo resolveremos.

—Yo tampoco quiero que tengamos problemas pero te digo desde ya que mi amiga es como si fuera mi hermana y nadie se mete con mi familia—respondió Vero.

—Si, ya veo que la proteges mucho y te preocupas mucho por ella, lo resolveremos mañana mismo—le dio un beso en la cabeza, alzó su barbilla y depositó un beso suave en sus labios, Vero asintió.



Quédate A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora