34. Lara

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A los diez minutos estábamos en la habitación del hotel con nuestras hamburguesas con patatas fritas.

—Así que me he equivocado y he dado la vuelta, ¿no Lara?—dijo Vero aguantándose la risa, cosa que no pudo hacer durante mucho tiempo y empezó a reírse sin poder parar, la siguió Olga.

—Pues si, era la verdad, me había equivocado—dije aún enfadada, ellas seguían riendo y al final acabé riendo yo también.

—La hamburguesa y las patatas están muy buenas, no he notado diferencia con las de España—dijo Vero relamiéndose.

—Si, está buenísima pero con hambre todo está bueno, ha habido un momento que me he visto sin comer nada hasta mañana—me reí.

—Desde luego ha faltado poco—dijo Olga, ya estábamos las tres riendo otra vez.

—Lara, ¿que tal te va con Lucas? ¿ha habido meneo?—soltó Vero alzando las cejas , escupí el trozo de hamburguesa que tenía en la boca de la impresión y me puse granate.

—Noooo, que va—estaba muy azorada y ella se puso a reír.

—Es broma Lara, ya sé que no, no te enfades conmigo—me dijo algo avergonzada al ver como estaba.

—Es que te has pasado Vero, conociendo a Lara como se lo sueltas así—la reprendió Olga.

—Pues es la manera más directa de hacer la pregunta, ¿a mi no me lo vais a preguntar?—dijo con una sonrisita traviesa.

—Vero, venga va que te mueres de ganas por explicarnos cositas, desembucha.

—Pues si, con Salva estoy muy bien y también nos entendemos muy bien—dijo con una sonrisita alzando las cejas.

—Me alegro mucho por ti Vero, eso es muy importante en una relación—afirmé sonriendo.

—Y yo que me esperaba que te escandalizaras Lara—dijo sorprendida.

—¿Por qué me iba a escandalizar? que yo sea tímida y no me atreva no quiere decir que no me alegre por ti. Somos muy diferentes, tu eres muy extrovertida y yo todo lo contrario pero somos mayores para hacer lo que queramos. Yo cuando me sienta segura también querré intimar con la persona con la que esté.

—Yo que pensaba que querrías esperar a casarte como hizo la mujer de tu hermano—soltó Olga y las tres estallamos en carcajadas.

—Soy muy tímida pero no monja como era mi cuñada—resoplé.

—Ahora en serio Lara, ¿como te va con Lucas?—dijo Olga.

—Estoy muy contenta, es muy atento y comprensivo conmigo, ya sabéis que me cuesta mucho interactuar con los chicos pero él tiene mucha paciencia. Le expliqué los problemas a los que me podía enfrentar con mi madre si salia con él y me dijo que no tenía inconveniente, si mi madre me ponía problemas miraríamos de solucionarlos. Y el miércoles nos besamos. Lo había intentado el domingo pero yo no podía y esperó—tenía una sonrisa permanente en la cara y suspiré al recordarlo.

—Si que se te ve bien Lara estoy muy feliz por ti, te mereces ser feliz, seguro que Lucas sabrá como afrontar cada situación, ha cambiado mucho con respecto a ti y estoy convencida que te cuidará, protegerá y respetará—dijo Vero.

—Yo opino igual dijo Olga, sabes que a veces choco un poco con él pero he de reconocer que he visto un cambio muy grande en su actitud con respecto a ti y verte así de feliz me alegra mucho—me abrazó.

—Muchas gracias chicas, la verdad es que estoy aterrada, aún no me creo lo que me está pasando y siento que en cualquier momento todo se desvanecerá porque ha sido un sueño—Vero me pellizcó—¡Ay!¿por qué has hecho eso?

Quédate A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora