9. Lara

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Había llegado el día de fin de año, los últimos días había quedado con Olga y Vero para ir a la pista de patinaje sobre hielo, de compras y el fin de semana había salido los dos días, me sentía libre y con independencia. Aún me quedaban muchas cosas por conseguir, entre semana nada de salir hasta tarde, un fin de semana continuaría acompañando a mis padres al chalet y acatar las mil y una manías que tenía mi madre.

A las ocho venían mis tíos y primos a cenar, cenaríamos de picoteo, después turrones mantecados y las uvas. Prepararé la mesa, mantel y servilletas con motivos navideños, saqué la cubertería y vajilla que se guardaba para ocasiones especiales y puse la mesa con lo que había preparado, gambas, croissants salados hechos por mi, canapés, ensalada de marisco, una tabla de quesos y otra de embutidos. Preparé algunas bandejas con mantecados y turrones y también bolsitas con las doce uvas.

Para esa noche escogí un pantalón negro ajustado y acampanado en el bajo, un top en color morado con estampado de serpiente y a la cadera me había puesto un cinturón que parecía una pulsera con piedras Svarowski. Me quedaba francamente bien y se me veía un culito bastante respingón. No me gustaba mucho esa parte de mi anatomía, me costaba muchísimo encontrar pantalones que me quedaran bien y minifalda no podía ponerme porque se subía tanto que enseñaría la ropa interior. Me maquillé sutilmente, sombra muy clara en lila muy clarito, máscara de pestañas, algo de colorete en las mejillas y brillo de labios.

Sonó el timbre y fui a abrir la puerta.

—Hola prima—dijeron mis tres primos al unísono abrazándome.

—Que guapos estáis—les respondí mirándolos de arriba a abajo.

—Claro, hay que empezar bien el año—dijo Fran—Tu también estás guapísima, esta noche seguro que ligas—me guiñó un ojo.

—¡¡¡¡Shhh!!!!—dije con el dedo en la boca— Baja la voz que tu tía es capaz de no dejarme salir—reímos los tres—¿Tienes plan esta noche Fran?—me interesé.

—Si, voy con los colegas a una discoteca.

—Mis amigas y yo también vamos a una que no es muy grande, no nos apetecía ir a una macrofiesta.

—Sobrina, ¿no vas a saludar a tus tíos preferidos?, te han acaparado tus primos y a nosotros no nos haces ni caso—se acercó mi tío y me abrazó— Estás preciosa esta noche—dijo mirándome de arriba a abajo y yo me ruboricé

—Ahora venía a saludaros y para tí el achuchón más grande—le abracé fuerte.
—Estás muy guapa está noche Lara— me besó en la cabeza mi tía.
—Venga vamos a cenar o nos darán las uvas—les dije—reímos todos mientras nos sentábamos a la mesa.

Teníamos la tele puesta, ponían programas con lo más destacado del año, nadie le prestaba atención, manteníamos distintas conversaciones entre nosotros. Yo me sentía muy bien esa noche, no sabía por qué pero estaba más desinhibida.
La velada pasó muy rápida y llegó el momento de comer las uvas, las había pelado y quitado los huesos, si no era imposible que me las comiera a tiempo.

—Queda menos de un minuto— grité a los que estaban en la cocina.
Se sentaron en seguida y empezaron a sonar los cuartos seguidos de las campanadas.
—¡Feliz Año Nuevo! Gritamos todos abrazándonos—me abracé a mis tíos y después a mis padres y primos.
—Lara, a que hora has quedado con tus amigas— me preguntó mi madre.
—A la una mamá— voy a acabar de arreglarme que quizás me cueste un poco aparcar el coche cerca de casa de Olga.
—Ves con mucho cuidado hija— me abrazó fuerte.
—Si mamá, siempre tengo cuidado—le devolví el abrazo.

Cuando acabé de arreglarme me di un ultimo vistazo en el espejo, me gustó el reflejo que me devolvía, estaba feliz y se reflejaba en mi cara. Cogí el abrigo y fui al salón a despedirme de todos. Antes de salir Fran me preguntó hacia donde me dirigía y si lo podía dejar en la boca de metro, asentí y nos fuimos juntos.

—Lara, hoy estás distinta, se te ve feliz, hacía mucho tiempo que no te veía así estoy muy contento por ti—me dijo mi primo.

—Muchas gracias Fran, os lo debo a vosotros, si no hubierais insistido con mi madre a estas alturas seguiría si poder salir.

—No era justo prima—cuando te fuiste a dormir tan disgustada los tres nos fuimos a hablar con mis padres para, entre todos, convencer a tu madre, creo que al final el que consiguió que se le reblandeciera el corazón fue Tito. Le dijo que tu siempre hacías cosas buenas por nosotros y nosotros teníamos que devolverte de alguna manera todo el bien que nos hacías. Nos quedamos todos con la boca abierta—así estaba yo también.

—¿Eso dijo Tito?—aixxx que en cuanto lo vuelva a ver me lo comeré a besos—dije casi gritando—que primos más majos tengo. ¿Sabes que cuando me fui a mi habitación vino a buscarme? quería darme un abrazo para reconfortarme. Se lo agradecí mucho—dije emocionada.

—Tito te adora prima, y nosotros también, siempre te portas muy bien con nosotros—me dijo acariciándome la mano que tenía en la palanca de cambios. Al notar su contacto, me tensé y aparté la mano, ese tipo de contacto me incomodaba sobremanera.

—Y yo a vosotros también os quiero mucho, ya sabéis que con vosotros y en vuestra casa me siento siempre como no me he sentido nunca en la mía—suspiré.

—La situación en tu casa es muy complicada, tu madre no está bien y tu vida no ha sido fácil. Siempre que nos necesites nos va tener a mis padres y a nosotros—me dijo.

—Lo sé, pero muchas gracias por decírmelo—dije visiblemente emocionada—y ya está bien, me voy a poner a llorar y no quiero arruinar el maquillaje—dije volteando los ojos y nos reímos los dos.

Cuando paré el coche en la boca del metro, nos abrazamos, me dio un beso en la mejilla, nos despedimos y se bajó dirección al metro.

En el momento que llegué muy cerca de casa de Olga vi que un coche estaba saliendo y pude aparcar, tuve mucha suerte la noche de fin de año en el barrio de mi amiga era muy difícil encontrar sitio.

Entré en casa de Olga a la una menos diez de la madrugada, como siempre, mi amiga no había terminado de arreglarse, pasé al salón donde estaba Vero, los padres y abuela de Olga. Al momento salieron de la habitación Juan y Lucas.

Felicité a todos el año uno por uno, no sé como Lucas se quedó para el último.

—Feliz año Lara, esta noche estás impresionante—me dijo Lucas mirándome de arriba a abajo de forma bastante descarada, me sonrojé muchísimo.

—Feliz  año Lucas, gracias—dije bajando la mirada.

Vero me abrazó y estuvimos comentando nuestros modelitos, le encantó mi cinturón, era muy original y las piedras Svarowski brillaban mucho. Ella llevaba un pantalón ancho en verde oscuro con un top con alguna lentejuela no demasiado ajustado que le sentaba genial, había resaltado sus ojos con una sombra oscura y una raya de eye liner muy fina y en los labios un brillo muy sutil.

Al fin se unió Olga a nosotras, llevaba un pantalón negro ajustado y una blusa en tono crudo holgada por la parte de arriba y ajustada a la cadera, le quedaba realmente bien, llevaba una sencilla raya negra en los ojos y un poco de maquillaje. Su madre se empeñó en hacernos una foto a las tres, ya se estaba convirtiendo en una tradición.

Nos despedimos de sus padres y bajamos los cinco juntos en el ascensor, Lucas se puso detrás de mi, el ascensor no era excesivamente grande y quedó bastante cerca mio, ese chico me desestabilizaba, estaba muy nerviosa y roja como un tomate de nuevo.

Fuimos juntos hasta el metro y allí nos despedimos íbamos en direcciones opuestas, Juan me dio un beso en la mejilla, Lucas se acercó a mi y me dio dos besos muy cerca de la comisura de los labios, me tensé,  me guiñó un ojo y susurró en mi oído—disfruta mucho preciosa te lo mereces, me hubiera encantado ser tu escolta esta noche, vas a romper muchos corazones, ese cinturón tan bonito que llevas va a traer de cabeza a más de uno, resalta tu precioso trasero—me miró a los ojos con intensidad, ojos en los que me perdí durante unos instantes hasta que desvié la mirada tragando con dificultad por lo que me acababa de decir, sonrió de medio lado y se fue con su amigo. Sonrojada y temblando me quedé. ¿Por qué me decía esas cosas? Al girarme mis amigas me estaban mirando con una sonrisita pícara, lo que me faltaba, volteé los ojos.

Quédate A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora