27

32 6 0
                                    




14 años atrás

Eugenia corría desesperada por el pasillo de la universidad, llevaba dos papeles en su mano y su mochila de tela desgastada colgada de uno de los hombros.

-¡Hey! ¡Cuidado!- dijo uno de los estudiantes al que había golpeado sin querer, pero iba tan emocionada que no podía evitar continuar.

-Perdón.- exclamó mientras continuaba su camino y cuando por fin vio a Gastón se lanzó a sus brazos enrollando sus largas piernas alrededor de su cintura.

Dolores, Pedro, Lucas y Analía los miraron sonrientes, estaban acostumbrados a sus manifestaciones de amor, las habían presenciado durante los últimos cuatro años, sin embargo esta vez sospechaban que aquel abrazo encerraba algo más.

-Bueno, bueno, dejen de contar monedas frente a los pobres.- dijo Lucas, el mejor amigo de Gastón, egresado de comunicación social hacía pocos meses y confidente desde que podía recordarlo.

-Es que estoy muy, muy emocionada. ¡Gasti, no vas a creerlo!- respondió Eugenia bajando sus piernas para pararse sobre aquel pasto verde que ocupaba las afueras de la universidad.

-No importa lo que sea, mientras me vuelvas a besar así.- respondió él tan embobado como cada día de los últimos cuatro años

Eugenia sonrió y depositó un corto beso en sus labios para luego volver a mirar a sus amigos.

-Lo que me pidas amor, pero ahora escuchen que no lo van a poder creer.- les dijo estirando los papeles que llevaba en sus manos.

-Dale, contá de una vez.- la apuró Dolores del brazo de Pedro, su novio de esa época universitaria.

-¡Es que lo conseguimos, vamos a ser los nuevos editores de las noticias de la cadena de cable Todo Noticias!- dijo tan entusiasmada que ni siquiera pudo notar la duda en los ojos del hombre que amaba.

Dolores y Analia gritaron eufóricas mientras Lucas miraba a Gastón con algo de reproche.

-Hey, ¿no me digas que no estás contento por tu amigo?- le dijo Eugenia golpeando el brazo de Lucas con confianza, pero él no sonrió.

-¿Acaso no le dijiste?- le preguntó a Gastón con sus ojos clavados en los suyos.

Entonces ella por fin entendió que algo no estaba bien.

-¿Qué pasa Gasti? ¿Qué me tenías que decir?- le preguntó y él no pudo sostenerle la mirada.

-Creo que mejor los dejamos solos.- dijo Lucas haciéndole un gesto a sus amigos para que lo siguieran.

Dolores miró a Eugenia sorprendida pero ella no podía mirar nada más que al hombre que amaba.

Ambos aguardaron en silencio hasta que todos estuvieron lejos y ella lo miró con las manos en su cintura.

-¿Y bien? Te escucho.- le dijo Eugenia comenzando a enfadarse.

Solían tener peleas tontas que siempre se debían a un argumento de un profesor o el color de sábanas que deseaban comprar, pero normalmente terminaban con reconciliaciones de alto voltaje que hacían que ni siquiera pasarán al recuerdo. Solían estar de acuerdo en la forma de ver el mundo, en que la perseverancia era el camino al éxito y que para lograr algo había que intentarlo. Por eso no podía entender qué era lo que no le alegraba de haber conseguido aquellos empleos.

-Mauge, yo...- comenzó a decir Gastón llevando sus manos a la cabeza para tomarse el cabello como solía hacer cuando estaba nervioso.

-¿Qué pasa? ¿No quieres este trabajo? Está bien, supuse que era lo que deseabas pero entiendo si preferís ir por lo del periódico, Dolores dijo que había lugar allí también. -le dijo tomando su brazo para intentar quitarle dramatismo.

Preguntame lo que quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora