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Al despertar, suspiro, mierda le dolía en vientre, hizo un puchero estresado, escucho la puerta ser abierta levemente mientras una omega de cabellos negros.
——Muy buenas, soy Mahoma, médica vine a hacerte unos estudios u poder entregarte el medicamento adecuado.
——Pecosa. -le mostró la lengua molesto. ——No pedi tu ayuda, lárgate ser humano.
——¿Y tu que eres si no eres humano? -arqueo la ceja.
Hubo un breve silencio, el alemán abría olvidado que a vista de los ojos humanos su apariencia era diferente.
Un joven de piel porcelana, ojos azules mar y cabellos rubios cual hilos de oro.
——Soy un ser más allá de la compresión mortal.
——....Mira que seas la pareja del nuestro Gran Emperador, no significa que tu un extranjero pueda estar sintiéndose superior, lo serás cuando el se casé con usted, por el momento, ni siquiera eres una concubina, solo talvez una futura pareja. -dicho aquello, con cuidado posó su mano en la frente, revisando los movimientos lentos del contrario.
——¡Yo nunca andaría con un ese feo! ¡Ademas soy superior a el, en todo los sentidos! -se levantan como pudo de la cama, sintiendo sus piernas temblar, para caer de espalda hacia la cama.
——Eres un Omega que lubrica mucho ¿No?, as manchado las sabanas del Emperador, además de ser muy explosivo con tus feurmonas, marcas te toda la habitación, principalmente la cama, tu cuerpo aún permanece muy caliente, tu cuerpo aún sensible y se nota que sientes mucho dolor al hacer movimientos, ¿No tienes alguna pareja?
——¡Y ati que te importa! -gruño. ——Espera, ¿Como sabes alemán?
——Eh de aver estudiado, soy el Omega encargado de los medicamentos especiales nuestros Emperados, al cuidado de ellos, mi padre sigue al trabajo, pero al ser alfa, me otorgaron el primer gran trabajo a solitaria, es emocionante. -sonrió finalmente.
——No me cuentes tu vida.
——Si, se nota que a ti ni te tocan con un palo, seguro eres capaz de atacarle el miembro al alfa que intente hacer algo contigo.
——Sería divertido.
——No entiendo que puede ver el emperador en ti.. -suspiro.
——Soy perfecto, a diferencia de seres como TU y el Durazno.
——No tienes la menor idea de cuantos omegas estarían llorando y rogando en estar en tu lugar, digo, estas en celo...En la habitación del Emperador, pudiste oler lo y tienes sus ropas como un nido, hablas como si no te importara nada. -no desea gritarle, no quería ir mal en su primer día en su trabajo a solitario, pero sentía cierto disgusto ante el comportamiento del alemán.
——Pues que lloren y tu ¿Vas a seguir quejándose? ¿Vas a seguir llorando?, aslo me encanta ver cómo tus lamentos aumentan mi ego pequeño desgraciado, sabes que no puedes hacer nada contra mi, eres asqueroso. -sonrió divertido para mirarlo a los ojos. ——Siéntete halagada de poder siquiera atender me sucia omega. -le mostró la lengua.
