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Caminar por el frío paisaje venado es horrible, no entiende como el posible que tanta gente este tan tranquila al rededor, pero debía estar con paciencia, al llegar donde una de las estaciones militar, en busca de su esposo, su hijo menor Ruru (Ru...

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Caminar por el frío paisaje venado es horrible, no entiende como el posible que tanta gente este tan tranquila al rededor, pero debía estar con paciencia, al llegar donde una de las estaciones militar, en busca de su esposo, su hijo menor Ruru (Rusia) lo acompaña, puesto que harían de compras.

Miro al rededor, bajando la capucha de color blanco para dejar ver su rostro, el gran abrigo de seda con pelusa blanca en los bordes, camino por el lugar ignorando las miradas curiosas.

Con la mirada en alto con una expresión sería, ante aquellos ojos curioso del resto de los Betas y Alfas a su alrededor, su mano tomaba por su hijo, el cual también caminaba con una mirada fija, caminando asta donde debía estar Bolchevique.

Soltó un suspiro con fastidio, sintiendo más calor, talvez debió recojer su abrigo menos grande, aunque no es su culpa que sea el maldito frío, al notar a su esposo se acercó posando su mano sobre la de este.

——Finalmente te encuentro, ¿Estas listo para salir? -murmullo con una su vea sonrisa pero al notar el rostro quedo unos momentos en silencio procesando la parecía, había algo raro. ——¿Bolchevique?

——No, URSS.

——Buenas tardes Tio. -dictó el ruso menor, vaciando una pose militar, mientras aún mantenía su mano sostenía al contrario. ——¿Llego a ver a mi padre?

——Ya veo a donde se va casi todo el dinero.... -susurro el comunista.

Mirando de pies a cabeza, simplemente ropas y prendas de gran calidad, al igual que las joyas sobre su cuerpo, dándole lo mejor de lo mejor, su hermano siempre camina con prendas simples sin mucho, mientras lo mantenían cálido y pueda seguir con su labor el es feliz, pero con su familia llega a dar todo las ganancias.

——¿Se te perdio algo? -fruncio el ceño, alejando su mano rápidamente con cierto asco, limpiando sus guantes con su gran abrigo. ——¿Podria decirme donde esta mi marido? -poso su mano libre su cintura.

Rusia miraba en silencio, sintió en ambiente pesado, ahora que se daba cuenta que es la primera vez que ve a su tío y su madre juntos, no parecía muy felices de verse, no comprendía el por qué.

Comenzaron a caminar el en el medio de ambos adultos.

——No te abría visto, desde tu matrimonio con mi hermano.

——No suelo salir, tampoco es como hubiera mucho por ver, con el frío solo es deprimente.

——Mama, ¿Como son tus tierras, podemos ir algún día de vacaciones?

Tercero sonrió mirando al menor, mientras se veía más animado.

——Claro que si, debemos hablar con tu padre, si este quiere podemos ir, aunque eso si, no debes gustarte tanto mis tierras, aunque puedes decir que es mucho mejor aque el frío intenso.

Omega imperfecto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora