¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sentía destrozado su cuerpo duele demacido, nunca pensó en tener esa gran sensación, posos su mano sobre su vientre mirando como este estaba cálido, tenía tanta pereza de moverse, fueron días completamente llenos de placer, con vergüenza en su rostro al darse cuenta que no era broma cuando hablaban sobre la “Hermosa” y cansativa union.
Lo más vergonzoso fue cuando luego de la primera noche, al día el eslavo decidió preparar mucha comida, demasiada, la gran mesa, donde llevo consigo en mano prendas del contrario para dejar como parte de su nido, no estar tan sólo, permitiendo al contrario dejar rastros de amor sobre su cuerpo, mientras espera terminar de comer, por desgracia su celo no le permitió disfrutar a gusto el alimento, teniendo que ser follado contra la mesa, aun recuerda el como el contrario boto la mayoría de la comida imporandome poco el desperdicio, incluso en como este le entregó alimento antes de ser follado.
Todo lugar, todas las áreas, donde se encargaron de marcar con sus aromas todo el hogar, territorial, posesivo y placentero, acarició su vientre an darse cuenta en como este llegó a hinchar se cuando sucedía el nudo, tan lleno.
Miro a su pareja el cual dormía sonrió con leve gracia mirando las marcas de mordida sobre el pectora de este, decidió lamer al rededor mordido con suavidad dejando nuevas marcas, subiendo sobre el cuello, clavículas, mejillas todo las áreas que dejó limpiaba, también quería marcarlo tanto como este dejó rastro sobre su cuerpo.
Sus dientes son especiales para dejar tales caricias, soltó un suave gemido, al sentir como un agudo dolor en su cadera, uh, dolía demaciado, miro al contrario, moviéndose a besar donde debería estar el parche cubriendo su ojo con cariño, alejándose con cariño al sentir la mano al rededor de su cintura.
——Podría acostubrarme a despertar cada mañana de esta manera. -susurro con alegría, levantándose para plantar un beso en la mejilla del contrario. ——Te diría otra ronda, pero no creo que agentes.
——Yo puedo con todo. -sonrió con egocéntrismo.
Ambos se miraron para volver a unir sus labios en un suave beso, disfrutando se la compañía mutua.
——Hay mucho por limpiar.
——Lo haré todo yo, tu debes descansar.
——No soy de cristal.
——Por favor.
El alemana asintió, decidió acomodarse entre las sabanas, mirando al contrario levantarse, miro su espalda llena de arañazos, oh, bien, talvez exagero con dejar sus marcas también, sonrió divertido.
——¿Me mordiste la mejilla?
——Nop.
——Entendido.-sonrió divertido, mirando las marcas sobre su rostro, bueno, tendría que mantener una mirada más seria para que nadie cuestione esa marca. ——Te quedo muy bien.