¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El viento pasaba sobre su rostro, se sentía bien, mientras su andar resultaba lento, su vista buscaba con curiosidad al hombre que hacia escondido entre el gran patio, solo un juego al escondite.
Comenzó a correr al verlo, notando como se alejaba, asta caer contra la tierra, ensucian su rostro y procediendo a llorar, se sentó en aquel lugar, esperando al adulto, el cual aprecio con total calma, para finalmente ser cargado en brazos.
——Eres un desastre mi pequeño Omega, mi niño perfecto, como una muñeca, acaba de ensuciar tu bonito vestido azul pastel, te vas a dar un baño y tendré que volver al trabajo. -la voz sonaba ronca, áspera asta cierto punto, pero aquello era notando cual tonalidad baja, dejando solo al pequeño escuchar, la mano pasaba sobre su espalda tratando de calmar el bajo llanto. ——Ya, ya, no llores, no me gusta verte llorar.
Su vista nuevamente pudo borroso, para sonreír con más calma al sentir las manos del adulto sobre su rostro, secando aquellas lágrimas que en ese día deramo.
——Papa, ¿Te puedo pedir algo?
——Lo que sea.
——¿Me puedes prometer que cuando terminé tu trabajó, vamos a jugar más tiempo, junto a mi hermano y el abuelo?
——Pensé que me dirías que querias algo más material...mi trabajo no se en cuanto tiempo va poder finalizar, pero, siempre prometo la victoria y no puedo negarle nada al único Omega de esta familia, entonces si quieres que gane y hagamos éso, reza por mi victoria como siempre lo haces. -sonrió, mostrando sus colmillos sobresalientes juntos a su dentadura filoso, su fácil se marcaba y su rostro pertenecía relativamente serio, dando miedo aquella siempre hacio, la cual fue un intento dulce de imitar del más pequeño. ——Y recuerda, si alguien te molesta solo mordelo asta sacarle el brazo. -soltando finalmente una risa profunda.
——Si!
Totalmente negro.
——¡Mentiroso! ¡Mentiroso! ¡Mentiroso! ¡MENTIROSO! -grito con sus fuerza, en el gran hogar. ——¡Dijiste que hibas a ganar!
——Tercero, ¿Que te e dicho de meterte en cosas de Alfas? -endureció de mirar, mientras se levantaba y dejaba a un lado a sus “invictados”.——Se un buen Omega y ve a tu habitación.
——¡No puedo estar tranquilo cuando escucho que puedes perder nuestro territorio! -movió sus manos cruzándose de brazos.
——¿Cuantos años dijiste que tenía? -murmullo el hombre de parches, apoyando su cabeza a un lado.
——Tengo cinco imedio, este año cumpliré seis, papa, no es posible que estas en el balance sin repuesta. -se trató de acercar, pero rápidamente fue tomado de la muñeca, soltó un quejido mientras fue arrastrado por su hermano, afuera de la reunión.