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Estaba aburrido, dibujando en aquellas hojas que tenían cosas pocos relevantes, al final ningún alfa llamo su atención, además de todo ser inferiores, no hiba relacionarse con alguien que no tuviera su categoría

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Estaba aburrido, dibujando en aquellas hojas que tenían cosas pocos relevantes, al final ningún alfa llamo su atención, además de todo ser inferiores, no hiba relacionarse con alguien que no tuviera su categoría.

Además, la mayoría era mayor, una clara diferencia de edades, aunque de ello no importa, puesto que todos tienen la apariencia joven, al menos la mayoría.

Estuvo en silencio mirando, asta sentir un aroma llamativo a para su olfato; Stroh.

Su hermano una vez pareció con aquel aroma, era muy distintivo, como extraño, aquello solo apuntó a un alfa; Austria.

Caramelo, vanilla y nuezes, era leve, pero seesclaba con el fuerte aroma al alcohol, pero había mucho más, no sólo aquellos fusiones, para complementar solo aquel aroma fuerte pero atractivo.

No puso evitar levantar la cabeza cerrando sus ojos tratando de localizar a la persona, agudizando sus sentidos, para abrir sus ojos al notar la mirada de militar, el cual parecía confundido.

——¿Lo hueles? -susurró, evitando que su hermano no mire ou se de cuenta de su actuar.

——¿No?

——Stroh.

——Oh, el señor Austria abra pasado hacia un rato, ¿Lo quieres conocer? -miro curioso.

——No...solo, su aroma es llamativo... -susurro mirando en otra dirección sin interés, al menos aquello quería mostrar, pero sin darse cuenta el aroma se hizo más potente, para su gusto, más cercano.

Aquel hombre caminaba de manera lenta, hombros anchos, ojos delgados de color verde, nariz recta, labios delgados, con una cara delgada de acuerdo a su cuerpo, su cabellos rubios peinados atrás, un traje color negro con detalles blancos y rojos, un aroma dominante.

——Es un placer verte nuevamente Alemania, ¿Como te as encontrado? -la voz gruesa como dominante, sus labios se curbaban con una tranquila sonrisa, como sus ojos miraban de pies a cabeza a su hermano.

No era tan alto, pero si se notaba la dominacia que tenía el como levantaba el pecho.

——El placer es mío Austria.

——¿Te gusta? -susurro el militar al oído del Omega, el cual salto de su lugar, para rápidamente tomar al militar e irse corriendo afuera, ignorando a su hermano.

Al estar afuera, suspiro tratando de calmar el nerviosismos que sentía, para luego mirar con enojo al mayor.

——¡No! Solo me llamó la atención la cara de imbécil que tiene, osea es estúpido, más con esos lentes retangulares. -sonrió tratando de esconder su nerviosismo.

——Me parece que usted está interesado.

——¡Claro que no! ¡Yo estaba mirando... ¡Estaba mirando a URSS! ¡Si eso! Digo, es muy grande, parece muy fuerte y guapo, además su ojo es muy diferente, este, eso, le estaba mirando a el.

Omega imperfecto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora