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Al final resgninado, el extraño emperador le enseñaria, no entendía, tampoco quería ser guiado por este, de seguro no sabía hacer nada y era un creído.
Lo detestaba, bueno, detestaba que tenga un aroma tan tranquilizor, agradable y extrañamente llamativo.
Su voz era odiosa, bueno, sería, casi distinta, complicada en demostrar sus emociones, pero al mismo tiempo tan tranquilas, con gotas las cuales provocarían en movimiento.
Se detuvo para golpear sus propias mejillas asustados a algunos sirvientes los cuales pasaban con comida la cual sería para la cena.
——¿Se encuentra bién? -murmullo un beta, ante aquel repentino acto.
Para la gente de aquel Palacio, equel omega era extraño (por no decir otras cosas que serían mal vistas.).
——No te importa beta, seguro tu camino. -gruño con enojo, para irse a pasos fuertes asta su habitación.
Al llegar, soltó un fuerte portazo y comenzó a buscar entre sus cosas, sacando la poca ropa limpia que tenía, para soltar un grito el cual talvez fue escuchado por todo el lugar.
——¡¿Que pasó?! -grito el de aroma durazno, osea el coreano, el cual traía consigo algo de té.
——¡Voy a entrar en celo! ¡Maldita sea Schutzstaffeln (SS)! ¡¿Por que no me di.... -mantuvo su silenció, para recordar que no estaba en casa y no había una muy buena forma de comunicarse que no sea a través de cartas, siendo que la carta de su hermano, llegó mucho depués de lo debido.
——¿Que clase de omega no sabe sus ciclos de celo? -hablo confundido el menor estatura (corea).
El alemán jusgo con la mirada al contrario para tomar su almohada y gritar en esta, cual niño pequeño como berrinchudo, cosa que no era muy lejos de su realidad.
——¡Ahora todo tiene sentido! ¡Ahora entiendo mi repentino cambio! ¡MaldiciiooOooNnnn! -se tiro a su cama y el miedo se apoderó.
¡¿Y si se llegaba a encarar con ese egocéntrico alfa?!
¡¿Y si llegaba a querer ir más lejos?!
¡Ese desgraciado degenerado!
¡Ahora todo tenía sentido!
——Maldito pervertido... -gruño con enojo. ——Todo fue tu plan desde un inicio...pues veras nadie NADIE ME TOCA
——...¿Estas bien?.... -murmullo el único presente.
Ver al Rubió gritar y hablar a la pared era muy raro, como se reía y actuaba como si estuviera bajo el consumo de materiales de Medicina los cuales se venden por algunas regiones, el Opio con un ejemplo.
——¿Quieres que le diga al Emperador que estas en época de celo? -halo un poco más alto, al notar la mirada y la sonrisa demandante de aquellos dientes, sintió el verdadero terror.
