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--No.
El alfa simplemente se retiró al escuchar, este se detuvo unos momentos, antes de desaparecer.
--Sigues viendote delicioso, extraño tu compañia en mi cama, era divertido mientras tu alfa miraba, ¿no? Espero que sigas siendo tan buena en complacer a nuestro Emperador Nippon, el te dio tanto, es tan benevolente.
"Y también me humilló frente a todo mi gente, mostradome como una puta, la cual está dispuesta a entregar incluso en su embarazo, cuando fue completamente violado, recibiendo todo el odio de mi gente que en algún momento me adoro junto a mi alfa."
Simplemente puso levantarse e irse a otro lado, probablemente no vería a Tercero durante un tiempo, no se sentía bien.
La cama es suave, mientras su cuerpo reposa, lentamente despertando al sentir los rayos del sol, mirado al rededor, estaba en su habitación aun usado esa extraña ropa, se rasco la mejilla, mirado confundido a todos lados, salió de la habitación buscando recordar donde estaba ou como llegó.
Al seguir su camino noto al Emperador el cual hacia habldno con el hombre que los acompaño la anterior noche, se acercó sin tomarle mucha importa si era algo importante.
--Buenos días.
--¿Tu uniforme?
--¿Eh? Ni idea, creo que unas niñas se lo llevaron. -comentó pensativo mirando al contrario.
La unidad/organización rocio falsamente sonriendo de manera animada.
--De llegó quería comentarle. -río nervioso. --El joven Tercer Imperio se perdió en medio del recorrido y tuve que buscarlos, al parecer lo confundieron como un Omega común al ser diferente y lo quisieron prostituir, tuve que intervenir.
Imperio asintió, dándole un señal para que se retire, notado como este se retiró disculpándose sobre la situación, el alemán miro confuso al hombre 731 ese número en su uniforme, no recuerda verlo luego de hecho un clase de lio y menos al volver.
Se hizo de hombros, talvez no es nada importante, hablo con el Emperador, molestando le un poco u seguir tratando quitarle aquella estúpida tela en su rostro.
--¿Que te gusta hacer?
--Mis labores.
--¿No tienes algún pasatiempo? -miro curioso, esperando una respuesta, al notar que no soltó un suspiro de fastidio. --A mi gusta comer chocolate.
--¿Entonces por ello hueles a chocolate? Es demacido dulce.
--¿¡Que tiene de malo mi aroma!? -se cruzó de brazos de manera dramática, como si estuviera ofendido. --Pensé que los Omegas debía oler dulce. Eh, vivido engañado.
