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Restregó su rostro contra la planitud, ni el estaba tan plano, osea al menos tenía lo siguiente para resaltar como hacojer a alguien sin contrar que si llegabas a tener crías, ugh, no quería tener bebés, pero un destino el cual tendría que cruzar,...

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Restregó su rostro contra la planitud, ni el estaba tan plano, osea al menos tenía lo siguiente para resaltar como hacojer a alguien sin contrar que si llegabas a tener crías, ugh, no quería tener bebés, pero un destino el cual tendría que cruzar, sus pechos se hincharian y se volverían más voluminosos/grandes.

——¿Estas bien? -susurro con suavidad el coreano, acariciando la cabeza del contrario en busca de darle apoyo. ——¿Quieres ir a sentarte ou comer algo?

——Quiero pechos...unos grandes... -susurro, para luego alejarse con calma. ——¿Por que son planos?

El coreano mantuvo en silencio incrédulo ante aquella pregunta, podría responder lo evidente; falta de alimento.

Noto a sus gobiernos acercarse curioso, al ver a ambos omegas tan apegados, el alemán tocando el pecho del contrario en busca de algo, algo que no tenía, una grandes pectorales.

——¡Maldicio!...Debi morder le hay cuando tenía tiempo. -“lloro” dramáticamente, mientras buscaba algo de consuelo mirando a los otros dos alfas, no, no eran tan grandes como de su militar. ——¿Por qué el mundo es tan cruel?

Sin más siguieron el paseo con el pésimo humor del alemán, el cual incluso cuando intentaron animarlo mostrándole más maravillas de joyería, prendas y cosas que a cualquier omega hubiera disfrutado, este parecía desanimado.

El de piel carmín hacia comiendo en silencio un dulce pastel, agradecía el dulce sabor, mientras aún mantenía apegado al coreano, luego miro de reojo al Emperador principal, mirando su pecho, no, no sería lo mismo.

Quiso seguir en su melancolía asta mirar a la distancia alguien familiar ese tonidad tricolor, rojo, blanco y verde, aquel símbolo en medio de su rostro y el pecho abultado, no tanto como le gustaría para saciar su de precion pero sufiente, como las últimas veces de su recaida.

Se levantó, repentinamente llamando la atención de sus acompañantes, camino asta el Italiano de mierda;¡¿Que carajos hacia en el territorio japonés?!

——¡¿Que carajos haces en el territorio japonés?!

——Tercer Imperio, en una gran sorpresa verte nuevamente. -sonrió con elegancia tomando la mano del contrario para besar sobre los guantes. ——Vine a resolver asuntos importantes, ¿A que se debe su vista?

——Estoy en proceso de cuidado, siendo hospedado por el mismo Emperador y sus hermanos. -lo última frase lo soltó con orgullo y burla en su voz, sabiendo que el contrario probablemente estaría teniendo que lidiar con humanos vaciando su trabajo más demorado. ——¿Veo que estas solo? Ten una buena tarde.

Estaba dispuesto a irse asta ser tomado de la muñeca, por el italiano, el cual lo abrazo y dejó el contrario recostada su rostro contra su pecho, sintiendo de manera forzada apuntado no soltar sus feurmonas con aroma a Rosa, no, debía mantener el perfume para desviar su aroma real.

Omega imperfecto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora