7: Mikey

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Florence abrió la puerta de su casa con precaución, sintiendo la tensión en el aire antes de siquiera entrar

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Florence abrió la puerta de su casa con precaución, sintiendo la tensión en el aire antes de siquiera entrar. El zumbido constante de la música proveniente de la sala resonaba en el pasillo, Xavier bebe cervezas, su madre, se alista para una nueva jornada laboral.

La casa está sumida en una penumbra desordenada. Las cortinas desgastadas apenas pueden bloquear la luz de la calle, y el aroma a cigarrillos está impregnado en el aire. Ella toma a Mikey de los hombros y pasan directo a la habitación .

En este día en particular, Aubrey viste una blusa de seda con un estampado floral desgastado La blusa está desabotonada de manera informal, revelando un sostén de encaje desgastado que asoma sutilmente, Un cinturón ancho y desgastado rodea su cintura, aunque no logra ocultar por completo la sensación de decadencia en su atuendo.

Florence avanzó con cautela hacia la sala de estar, donde encontró a su madre, Aubrey, teniendo una discusión con Xavier, pero en cuanto ven a la chica llegar, ellos se separan, la mujer camina hasta donde está su hija y la mira con una sonrisa que pretende que está todo bien, cuando en realidad, todo va mal.

—¡Florence, cariño! ¿Cómo fue tu día?— la mujer le sonríe.

—¿Quién se preocupa por eso? Siempre está metida en sus asuntos— Xavier responde sin ser consultado, cosa que irrita a la chica. La respuesta de Xavier resonó con hostilidad, y Florence sintió el familiar nudo en el estómago. La atmósfera en la habitación es tensa. Sus ojos se encuentran con los de su madre revelando una mezcla de agotamiento y resignación en la mirada de Aubrey. Florence desea que Xavier desaparezca, que sea raptado por aliens, detesta cada cosa que hace y odia el sometimiento de su madre.

—Fue bien, mamá. Solo estuve con Mikey, como siempre— hace énfasis en eso— Xavier, sin prestar mucha atención a la conversación, se levantó y salió de la sala, dejando un rastro de humo de cigarrillo en su estela. Florence se sintió aliviada por su ausencia momentánea.

—Cariño, siento que las cosas estén así. Xavier... a veces es difícil, ya sabes.

—¿Por qué no le dejas y ya?— pregunta.

—No puedo, creo que lo amo. Además, es el padre de Mikey.

—No, no es así, no es su padre.

—Lo quiere como si fuera su hijo— responde la mujer.

—Si así fuera, entonces aportaría con algo de dinero ¿no crees?— pregunta la chica— Hoy fuimos al centro comercial, le compré ropa a Mikey, también cenó— lo dice mirando al piso, recuerda la cena que han tenido junto a Eddie.

—Por cierto, supe que estás trabajando...

—Lo estoy— dice la chica, no quiere ahondar demasiado en el asunto, ella bien sabe que es mejor que nadie sepa cuánto gana o donde guarda su dinero.

lavender haze , Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora