13: la noche

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Es un viernes 13, y después de disfrutar del helado en el parque, Eddie y Florence caminaron hacia el centro comercial, debían prepararse para la fiesta en casa de sus padres al día siguiente

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Es un viernes 13, y después de disfrutar del helado en el parque, Eddie y Florence caminaron hacia el centro comercial, debían prepararse para la fiesta en casa de sus padres al día siguiente. Con entusiasmo, ella no es fan de las fiestas familiares y él menos, pero aquello era por un bien mayor.

Caminaron por los pasillos repletos de tiendas, la chica no sabía qué cosa podría lucir bien en ella y Eddie, quería salir de su estilo característico de estrella de rock.

— ¿Qué te parece esto? - preguntó Eddie, con una camisa azul oscuro en sus manos, mira a la chica con cierta preocupación— Ya sabes, necesito verme ''maduro''— pone sus ojos en blanco y ella sonríe de manera genuina— ¿de qué te ríes?— pregunta.

—Fue gracioso eso de ser ''maduro''— responde Florence—El azul oscuro te sienta bien—hace la confesión.

—¿Y tú? no te visto coger ni una sola prenda— Eddie mira sus manos— Puedes tomar lo que sea, yo pago— le muestra la tarjeta color dorado—Busca algo que sienta bien con tu collar— le dice entre medio de una risa picarona.

—Será una sorpresa, pero descuida, no pienso ir en un tono distinto al tuyo, si tu familia debe pensar que eres un hombre maduro ad-portas de formar una familia— bromea y Eddie no puede aguantarse la risa, los segundos se congelan entre los dos, por más que quieran negar la química, ambos saben que entre los dos podría existir un laboratorio de metanfetaminas.

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Florence regresó a casa después de la tarde en el centro comercial, pero la realidad de su hogar no era tan acogedora como había deseado. Al entrar, se encontró con la rutina agria y disfuncional que caracterizaba su vida familiar. Su madre, Aubrey, estaba ausente, presumiblemente trabajando en el club nocturno, y Xavier, estaba en casa. El ambiente era hostil, como si el caos se hubiera instalado de manera indefinida.

Por otro lado, en el apartamento de Eddie, Willy estaba esperándolo con una sonrisa de oreja a oreja. Al ver las fotos del parque, Willy no pudo evitar molestar a Eddie, insinuando acerca de la evidente química entre su amigo y Florence.

—Hey, Eddie! Estuve viendo esas fotos del parque. Se te ve muy... ¿cercano con Flo, ¿eh?—Eddie, sintiéndose un poco incómodo pero jugando con la situación, sonrió.

—Oh, ya sabes, solo estábamos divirtiéndonos. Nada serio— sus mejillas se tornan rosadas.

— Claro, claro. Pero, ¿viste la forma en la que se miran? Creo que alguien podría estar enamorándose— lo dice mientras masca una manzana.— Eddie, tratando de mantener su compostura, carraspea y se pone serio— ¡Oye, Eddie! Estoy tan orgulloso de ti, amigo. Estas fotos en el parque son oro puro— a pesar de haber notado la presencia de espectadores, por un momento se olvidó de todo

: ¿De qué estás hablando, Willy? es decir, sabía que había gente viéndonos. Los besos fueron falsos, pero quizá, Florence es agradable...— se encoge de hombros. Willy, con una mezcla de emoción y diversión, le mostró la noticia en su teléfono, donde las fotos de Eddie y Florence compartiendo helado en el parque eran la comidilla del día.

lavender haze , Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora