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-¿Con quién estabas, eh? ¿Otro de tus trucos para ganar dinero?- se ríe, mientras la chica intenta pasar de él. Florence, tratando de evitar el conflicto, intentó pasar de largo, pero Xavier la agarró del brazo con fuerza.
- Déjame en paz, Xavier.- La voz de Florence temblaba con indignación, pero Xavier estaba decidido a provocarla.
-¿Ya encontraste un nuevo cliente, Florence? Tal vez te pagaron bien por tu tiempo-la chica, sintiendo la rabia acumulada, respondió con firmeza.
-No te metas en mi vida, Xavier. No te conviene, yo no soy como mamá, a mí no me causa gracia las cosas que haces y dices. Me das asco- Xavier, sin embargo, se sumergió más en la confrontación, lanzando comentarios desagradables.
- No eres más que una puta, igual que tu madre. Y estoy seguro de que a ese tipo del coche le encanta tener a una zorra caliente como tú a su disposición.
La discusión se volvió cada vez más violenta, con palabras hirientes y acusaciones volando en el aire cargado de hostilidad. Florence, aunque herida por las palabras de Xavier, se negó a ceder ante su provocación.
Florence: No eres nada, Xavier. Ni tú ni tus palabras asquerosas me afectan.
La confrontación continuó, dejando la casa envuelta en un ambiente hostil y cargado de resentimiento. La relación tóxica entre Florence y Xavier alcanzó un nuevo nivel de violencia verbal, con la sombra del abuso que persistía en cada intercambio de palabras.
Las palabras venenosas de Xavier seguían llenando el aire, Florence quería llorar, pero jamás lo haría frente a él.
- ¿Crees que no lo veo? Estás más buena que tu madre, claramente los tipos como él van a lloverte ¿verdad?- lo dice entre risas.Florence, furiosa y herida por las palabras de Xavier, se negó a darle la satisfacción de verla quebrarse.
-¡Eres repugnante! No te atrevas a hablarme de esa manera. No tienes ni idea de lo que está pasando. Eres un cerdo...- sin embargo,Xavier, persistía en su crueldad, disfrutando de la incomodidad que generaba.
-¿Crees que alguien te va a querer de verdad? Eres solo una distracción para él, algo para pasar el rato, como todas las putas. Pero yo veo lo que realmente eres...- se acerca a ella mientras analiza cada detalle de la chica. Florence, sintiendo el peso de las palabras y el actuar de Xavier, intentó mantener la compostura mientras lidiaba con la mezcla de emociones.
-No tengo tiempo para esto. Déjame en paz- La mirada de Xavier hacia Florence se volvió aún más siniestra, transformándose de desprecio a un deseo lascivo que enviaba escalofríos por la espina dorsal de la chica. Sus ojos se posaron de manera incómoda en ella, con una expresión que iba más allá de aquella simple discusión. Florence, sintiéndose vulnerada y amenazada, retrocedió, buscando mantener una distancia segura de Xavier.
El hombre se acerca a ella, la acorrala contra la pared y queda a centímetros de su rsotro.
- ¡No te atrevas! - le grita- ¡Aléjate de mí, hijo de puta!- Xavier, sin embargo, se acercó con una presencia intimidante.
