11: confesiones

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La noche parecía reconfortante cuando Florence decidió visitar el apartamento de Eddie una vez más

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La noche parecía reconfortante cuando Florence decidió visitar el apartamento de Eddie una vez más. Después de comprar algo de comida para llevar, ambos se encontraron en el sofá, alejados del bullicio de las calles. Piensa en lo sola que ha de estar en el mundo como para que haya decidido estar acompañada de un chico que solía ser borde con ella.

— ¿Qué te apetece comer? Pedí un poco de todo, así que deberíamos tener suficiente— dice una vez se sienta a su lado.

—Me da lo mismo, supongo que confío en tu criterio— dice la chica entre risas, aunque no confía demasiado en el criterio del chico. Eddie puede notar algo en su mirada, sabe que no ha sido una buena persona con ella, y quisiera remediar el daño causado.

—No nos siguió nadie, eso es bueno— resopla y hace una pausa— ¿estás bien?— ella mira a los ojos.

—A veces, todo este juego mediático me abruma. Siento que estoy perdiendo a la gente que realmente me importa. Y no puedo dejar de pensar en Mikey. No sé cómo está, y me da tanto miedo de pensar en si ha comido, si está abrigado, si está en un buen lugar.

Eddie asintió, comprendiendo la carga que llevaba Florence.

{...}

A pesar del sufrimiento de Florence, Mikey ahora vive en un hogar cálido, ajeno a las complejidades que ha tenido que vivir desde que ha llegado a un mundo cruel y desolador, al menos así es el mundo visto a través de sus ojos. La vida en su nuevo entorno le ha brindado estabilidad y afecto, elementos que antes no estaban en su realidad, lleva sólo un par de días y el niño se cuestiona demasiadas cosas. Ha pasado de tener a Florence, a quien siente como su madre, a tener que acostumbrarse a ver a un hombre al cual debe llamar padre, o de momento, Oliver.

Su padre biológico, Oliver Reynolds, ha llegado como un ladrón y ha decidido llevarse al niño, al principio fue una revelación sorprendente. Es un hombre de buen corazón, pero que desconoce la existencia de Florence. El hogar cálido en el que Mikey vive ahora, tiene cariño y estabilidad emocional. Oliver es doctor de profesión, comprometido a darle un entorno seguro al niño, sabe que su mente está confunda, pero lo que más anhela es poder crear un espacio donde Mikey puede crecer y florecer como los niños hacen, todos de diferente manera, pero a la vez, maneras hermosas.

El hombre en cuestión, estuvo involucrado en amoríos con Aubrey, la madre de Mikey, en el pasado. Sin embargo, desconocía la existencia de su hijo durante muchos años. Completamente ajeno a la situación, la verdad sobre el fruto de esa relación permaneció oculta. Mikey, un niño inocente, creció sin conocer la identidad de su padre biológico. Suplantada por Xavier.

La revelación a Oliver llegó cuando Aubrey, enfrentándose a sus propias circunstancias y decisiones, decidió contarle la verdad al médico, en sus momentos de sobriedad, teme por el futuro de su hijo al lado de Xavier. Con el corazón roto, le reveló que tenía un hijo llamado Michael, fruto de su antigua relación. Aubrey insistió en que era mejor para Mikey vivir con su padre. Cuando el hombre se lo llevó, no tenía conocimiento de la existencia de Florence, la hermana de Mikey, no sabe que hay una chica, quien desinteresadamente se desvive por él y lucha desesperadamente para asegurarse de que tenga un futuro mejor.

lavender haze , Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora