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— ¿Alguna preferencia en particular?— dice la chica, hundiendo su espalda en el sofá.
—No, cualquiera está bien. ¿Qué te parece una de vampiros?— lo dice emocionado y ella sonríe.
—¿Qué opinas de los vampiros? es decir, ¿qué harías si fueras uno?— pregunta y espera con emoción la respuesta.
—Pues, chupar sangre— responde Eddie entre risas.
—Idiota, me refiero a que...tendrías que matar inocentes, o no lo sé, nunca fui buena para las películas de vampiros.
— Quizá te convertiría para que cobres venganza a toda esa gente que te ha hecho daño— la respuesta de Eddie enternece a Florence— No lo sé, nunca me he puesto a pensar en qué cosa haría si fuera un vampiro, cosa que me parece descabellada. ¿Te imaginas lo fui en otra vida y encima también te conocí a ti? claramente no podría ser líder de una banda musical. Tengo la sospecha de que me ayudarías.
—¿Crees que ayudaría a un vampiro?— ella pregunta divertida—Eddie, claramente te tendría mucho miedo, apenas me acercaría a ti— se ríe— ¿Crees que me expondría a que drenes mi sangre? creo que no tienen autocontrol—la chica juega con sus manos, su sonrisa de a poco se desvanece y revisa la hora de su móvil.
— Bueno, creo que ya es hora de volver a casa. Gracias por esto, Eddie. Fue divertido— la chica se para del sofá. Eddie, mirándola con ojos suaves, se levantó también, bloqueando discretamente el paso hacia la puerta.
— ¿Te gustaría quedarte un poco más? Puedes usar la habitación de invitados, no es gran cosa, pero es cómoda— titubeó por un momento. La invitación de Eddie le generaba algo extraño, pero bueno.
—No quiero incomodar. Además, es tarde— la chica lo mira a los ojos y él sigue bloqueando el paso.
—No sería una incomodidad en absoluto. Y no hay prisa. Además, siempre es mejor tener compañía después de una película de vampiros, ¿no crees?— hace una pausa— ¿podrías dormir sabiendo que un vampiro podría atacarme esta misma noche?
Florence, se ve tentada a la risa, no comprende cómo es que Eddie siempre tiene una respuesta para todo.
— Está bien, si no es molestia.
—En absoluto. Ven, te mostraré la habitación— lo dice con emoción, como si fuera su primera invitada en años— guiándola hacia la habitación de invitados, Eddie caminaba emocionado hacia el lugar, la habitación estaba iluminada con una luz amarilla, creando una atmósfera acogedora.
—Espero que encuentres todo cómodo. Si necesitas algo, solo grita, y si no despierto, lánzame un vaso con agua— la chica se larga a reír.
—Gracias, Eddie. De verdad, aprecio esto— lo dice jugando con sus manos.
—No es nada— suspira—¿puedo pedirte algo?— ella asiente.
— ¿puedes no decirle a Willy sobre esto?— Eddie espera la respuesta de la chica.
