Let There Be Love || Zoro Roronoa

D O C E

Monkey D. Yune

Debo entrenar y beber mi medicamento, esos pensamientos intrusivos están siendo más constantes, debo mantener mi cordura aunque cueste mucho.

—Bien, hagámoslo —Ace y yo nos acercamos a Luffy—. Piedra, papel o tijeras

—¡Esperen! —grita Nami, Luffy ha ganado—

—¡Tú lo hiciste después! —reclama Zoro, de todas formas, Luffy tiene que llevar todo—

—¡Gané! —comenta Luffy emocionado—

—Idiota —colocamos todas las cosas para que Luffy las lleve—

—Pesa, pesa mucho. ¿Por qué tengo que cargarlo si yo gané?

—Porque tú decidiste que el ganador lo cargaría así que deja de quejarte —responde Sanji, debo ayudar a Luffy—

—Que no se caiga nada

—Atención, veo unas rocas más adelante —acomodo mi faja, sé lo que viene y no quiero que Luffy arruine todo—

—¿En serio? ¡Hora del descanso!

Luffy sale corriendo, Sanji y Zoro evitan que vaya a alcanzar a mi hermano, golpeo los brazos de ambos y corro detrás de Luffy.

—¡Gomita! —grito persiguiendo a mi hermano—

Luffy regresa corriendo, sin embargo, continúo caminando hacia las cosas, cualquier persona podría robarnos y no me gustaría que mis nakamas pasen hambre.

—Desapareció —frunzo el ceño, miro por todos los lugares posibles—

Camino decidida hacia las aves que están con nuestras cosas, mal día para meterse con una usuaria de las frutas del diablo.

Mi cuerpo empieza a mutar a mi fase híbrida, las enormes garras reemplazan mis uñas y lanzo un arañazo, eso las dejará heridas.

Con estas garras, no necesito mis espadas porque puedo lanzar ataques poderosos a grandes distancias mayores.

—¡Luffy, ten cuidado! —grito al ver a mi hermano, he encontrado a las aves que me faltaban—

La enorme planta se come a mi hermano, por mi parte, me encargo de cortar a las aves que faltaban y recupero nuestras cosas.

—Idiota, me preocupaste —reclamo, Luffy sonríe—

—Yune, recuperaste nuestras cosas —dice contento, estoy lista para regresar—

Escuchamos quejidos y volteamos a ver de qué se trata, hay un camello luchando por su vida.

—Oye, ¿qué haces? —cuestiona Luffy, a veces quisiera golpearlo por tonto—. ¡Qué gracioso!

—Está atrapado —digo sacando una de mis katanas—. Déjamelo a mí

Corto la planta liberando al camello, él inmediatamente se acerca a nosotros, Luffy se burla de él aunque estuvo en la misma situación hace poco.

—Que bueno que no te comió, el desierto está lleno de criaturas extrañas —se queja Luffy, bajo la mirada—. Oye, ¿y tú qué estás haciendo solo en el desierto, camello?

—Si Choppy estuviese aquí, podríamos entenderlo —hago una mueca, ya es hora de regresar—. ¿Qué pasa?

Un agujero enorme aparece a algunos metros de nosotros, debe ser algo grave y no puedo dejar que mi hermano vaya.

—¿Es otra de esas plantas?

—No lo creo, debe ser algo más —coloco mi mano en mis katanas—. Retrocede, Gomita