C I N C U E N T A Y S E I S

96 8 0
                                    

Monkey D. Yune

No entiendo la necesidad del peinado, pero es raro ver a Luffy con un afro, supongo que Usopp y él saben lo que hacen.

—¡Mugiwara, me gusta tu estilo! —grita uno de los tripulantes de Foxy—

Él inmediatamente cubre su boca, lo castigarán si es que lo escuchan aunque su capitán está compitiendo.

Narración omnisciente

Cierta princesa estaba rondando las islas aledañas a Water Seven, esperaba encontrarse con uno de sus subordinados antes de que la misión escapase de sus manos.

—A veces pienso que Garp hizo muy mal en ser tu mentor —comenta la princesa fumando—. Aokiji

—Su alteza Kiyoko… —la princesa lo calla inmediatamente—

—No menciones ese apellido —regaña la mujer acomodando su traje—. Pronto subiré al trono que mi padre dejó, ¿acaso quieres que me ponga ruda contigo?

—No, su alteza —baja la mirada, Kiyoko sonríe—

—Dame un segundo que termine de fumar este cigarro y estoy contigo —dice la princesa, Aokiji estaba de espaldas—. ¿Qué sabes del hombre de los cien millones?

—Muy poco, pensé que la misión iba a ser asignada a usted —Kiyoko suspira, tenía que capturar a Monkey D. Luffy antes de que se vuelva aún más importante—

—Le debo mucho a Garp, él fue quién me ayudó a regresar a mi reino —apaga el cigarrillo en el dorso de su mano—. Una princesa no debería estar detrás de unas escorias, para eso está la Marina

—Es cierto, pero usted se opuso a su padre y decidió formar parte del Cipher Pol y por ende de la Marina convirtiéndose en el primer miembro de la realeza que se integra a las tropas —Kiyoko ríe antes de colocarse su máscara—. Y eso que es…

—Las formalidades y la profesionalidad son lo que hacen a un agente del Cipher Pol, la sensación de poder y soberanía… —comienza a repetir la pelinegra—

—Hacen al Tenryubito —completa Aokiji, la mujer palmea su rostro—

—Bien dicho, Aokiji, bien dicho —se da media vuelta para agarrar su capa—. Pese a todo, soy una princesa de un reino importante así que no olvides tu lugar

—Su alteza…

—Encárgate de Monkey D. Luffy, Aokiji, o por lo menos avísame cuando lo veas… Ya decidiré en qué momento acabarlo —dice la princesa recostándose en un sofá—. Soy el rostro oculto de la paz marítima, todos me ven como la mejor agente de la Marina… El ángel de la paz… ¡Si supieran lo que hago!

—Princesa —baja la voz, Kiyoko suspira—

—Mantén la calma del lugar aunque tengas que llevarte a medio mundo por delante —suelta Kiyoko acomodando su traje—. Es una de las frases que mi padre me repetía desde que era niña. Te diré otra, el pueblo seleccionado es el que pagará las consecuencias de sus actos, no intentes ser héroe de nadie porque si alguien tiene que morir es parte del destino… No intentes ser el héroe cuando no hay nada bueno que salvar

—¿Por qué me cuenta esto ahora? —pregunta Aokiji buscando respuestas al extraño comportamiento de su jefa—

—Sabes bien por qué lo digo, Aokiji, informe número mil doscientos cincuenta, Ohara —responde la princesa, Aokiji frunce el ceño—. La única superviviente fue Nico Robin, casualmente tú estabas ahí y uno de tus amigos también así que… ¿Qué esperas que piense? Seré una princesa, pero no soy estúpida; sé cómo el corazón juega contigo cuando crees que ese niño no es tan peligroso como te dicen así que si lo hiciste… Corrige tus errores antes de que la cabeza de tu preciado amigo entre rodando por esa puerta

Let There Be Love || Zoro Roronoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora