S E T E N T A Y U N O

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Narración omnisciente

Las cosas en villa Shinseina iban tranquilas, el abuelo Shun estaba organizando mil cosas para mantener la seguridad de la isla.

—Violetta, ¿para cuándo crees que estén los muros de protección? —consulta el anciano, la mujer suspira—

—Mañana estarán terminados, los del equipo de protección ya están colocando todos los artefactos para defender la villa —asegura Violetta, Shun asiente—. ¿Crees que Yune se moleste?

—Se va a sorprender cuando regrese —asegura el mayor, Ryu se acerca a ellos—. ¿Tu gemela está bien?

—¡No somos gemelos! No puedo sentir lo que le pasa, Shun —reclama el pelinegro, el abuelo ríe—. Creo que está triste

—Siempre me he preguntado si el hecho de que ustedes compartan más que una amistad no hará que el día que ella… Nos deje, tú… —Violetta se remueve incómoda en su lugar—

—No va a morir, la traeré de regreso a villa Shinseina —asegura Ryu—. No dejaré que Yune muera

—He intentado convencerla desde que me contó sobre eso, está desahuciada… —suspira Shun, Ryu frunce el ceño—

—Nos hemos encargado de protegernos y de educar a los mejores médicos, Yune se va a salvar —aclara el pelinegro, Shun vuelve a suspirar—. ¡No vuelvas a decir que está desahuciada porque no te lo perdonaré, Shun!

Hablar de la enfermedad de Yune con Ryu era ganarse una pelea innecesaria, el pelinegro ojimiel se había vuelto más cercano a la chica desde que ella le salvó la vida.

Su gemela, claro que eran idénticos, luego del sacrificio de la pelinegra, Ryu continúo viviendo así que Yune se había convertido en su gemela.

Lo que la espadachina no sabía es que en su villa, todos estaban obligados a aprender a usar katanas, algunos de ellos podían usar haki y era Ryu quién se encargaba de entrenarlos. La isla estaba preparada para defenderse aunque Yune no regresase.

—¡Esa maldita zorra! —grita el sensei de Yune, estaba realmente molesto—. ¡Quiero a esa maldita zorra aquí! ¡Maldición, nos ha engañado!

Pero Yune no era la única que se había metido en problemas, cierta princesa también estaba siendo buscada por haber desaparecido.

—¡Es mi hija, sé que se ha ido! ¡Quiero que la regresen, una princesa no puede estar fuera de su palacio! —gruñe el rey, Sengoku asiente—. ¡Necesito ver a Kiyoko!

Y en Thriller Bark, la situación era tensa, los Mugiwara ya habían despertado, pero Sanji estaba preocupado por Zoro aunque lo negase.

—Déjame ir contigo, Sanji-kun —pide la espadachina, el rubio asiente—

Los dos buscaban a Zoro, Kuma se fue poco después de hablar con Yune así que era imposible que lo haya desaparecido.

—¡No puede ser! ¡¿Dónde está este idiota?! —pregunta Sanji preocupado, Yune aceleró el paso preocupada—. Ahí está… No me asustes así, oye… ¿A dónde fue ese Shichibukai?

—Zoro —susurra Yune, la sangre del espadachín estaba regada por todo el suelo—

—¡¿De dónde salió toda esta sangre?! —reclama Sanji, Yune apretó los ojos—. ¡¿Aún estás vivo?! ¡¿Dónde está ese tipo?! ¡¿Qué pasó?!

—¡Aquí… No pasó… Nada! —exclama Zoro, Yune soltó un sollozo—

La espadachina miró a Sanji, debían llevarse al peliverde antes de que se desmaye por la cantidad de sangre que había perdido en medio de la batalla.

Let There Be Love || Zoro Roronoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora