C I N C U E N T A

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Monkey D. Yune

Me duele todo, se supone que mi regeneración haría que mi cuerpo no sintiese tanto los estragos del sexo, pero ahora mis piernas están temblando.

—Es tu culpa —frunzo el ceño, Zoro ríe—. Marimo de mierda

—Yo no fui el que quiso seguir —se quita las culpas, eso es mentira—. Pero tampoco me iba a negar a hacerte gritar que eres mía

—Idiota —suspiro profundamente, me levanto como puedo—. Ya no dejaré que tomes el control

—Eso es imposible —responde, me acerco al armario y saco ropa limpia—. Lo sabes bien

Nami ayer me trajo algo de ropa en esa bolsa que me entregó, pero no pensé que me iba a quedar adolorida después de estar con mi novio.

—Pues estás castigado —me coloco mi ropa interior, volteo a verlo—. Nada de eso hasta nuevo aviso

—¿Y por qué decides sola? —pregunta ofendido, alzo una ceja—

—Porque es en mí en quien te entierras, idiota —gruño, Zoro suspira—. A veces no piensas, en serio

Saco un top azulado y un short color blanco, Zoro se levanta de la cama y recoge su ropa, creo que deberíamos ir a comprarle cosas nuevas, siempre anda con lo mismo.

—¿Ya estás mejor? —pregunta abrazándome por detrás—

—Si a mejor te refieres con que puedo caminar aunque me tiemblen un poco las piernas, pues sí —me encojo de hombros, me coloco el short rápidamente—. Pero que te hagas el lindo, no me hará cambiar de opinión

—No puedes cortar algo así, Yune, además es la primera vez que lo hacemos —cubro su boca con mi mano derecha—

—Yunie-chin —tocan la puerta, me coloco rápidamente el top—

—Vístete, idiota, Robin está aquí —susurro, Zoro comienza a vestirse velozmente—. No te acerques a la puerta

—Yune —susurra Zoro, abro un poco la puerta—

—Robin, ¿pasó algo? —pregunto calmada, ella desvía la mirada—. Robin

—Ah, no, todos irán a buscar al señor espadachín y quería saber si querías tomar desayuno con nosotras, la señorita navegante nos espera en el restaurante del hotel —sonríe de lado, es la mejor opción—

—Claro, hoy será día de chicas —le devuelvo el gesto—. Termino de alistarme y las alcanzo

—Está bien, nos vemos abajo

Robin se va y cierro la puerta, Zoro señala mi cuello insistentemente, me acerco al espejo del baño y resoplo.

—Mierda —miro mi cuello detenidamente, hay muchas marcas de Zoro—. Cubro esto con un poco de maquillaje, no pasa nada

—¿Y por qué quieres ocultarlas? —rueda los ojos, creo que eso es obvio—. Si les decimos ahora, no habrá problema alguno

—Claro que habrá problemas —busco entre mis bolsas, tengo que cubrir esto—. Si les decimos, entonces estarán encima nuestro y entonces ya no habrá nada como lo de ayer hasta que decidamos tomar un descanso

Coloco la base en mi cuello, realmente parece que quería que vieran todas las marcas que me ha dejado.

—Como sea, creo que iré a buscar a los demás —agarra sus katanas y su faja—. Nos vemos después

Besa mi mejilla y se va, ¿se molestó? No es que no quiera decirle a nuestros nakamas que estamos juntos, pero es por su seguridad, si esa noticia llega a los oídos de mi sensei, él matará a Zoro sin pensarlo.

Let There Be Love || Zoro Roronoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora