Let There Be Love || Zoro Roronoa

V E I N T I D O S

Monkey D. Yune

Acomodo mi camiseta y mi falda, por lo menos quiero imaginar que su traición será leve aunque realmente no lo sabremos hasta que suceda.

—Sanji —suelto con la voz más coqueta que puedo hacer—. ¿Ya te olvidaste de mí?

—Caramelito… —hago puchero, él se acerca bailando—. Jamás me olvidaría de ti, mi diosa

—Yo tampoco —dice Usopp, definitivamente debería dejar de hacer esto—

—Sanji, ¿podrías hacer una de esas recetas nuevas que me hiciste probar? —consulto, él asiente emocionado—. Gracias, te sabré agradecer muy bien

El cocinero sonríe y sale corriendo hacia la cocina, estoy teniendo más hambre que de costumbre así que debo aprovechar estos periodos.

[…]

Miro a Robin, le ofrecí tomar una taza de té antes de dormir y aceptó gustosa, creo que ambas hemos trabajado bajo el mando de personas estúpidas.

—Así que eres asesina —sonrío de lado, ella asiente—. Y arqueóloga

—¿Hay algo de qué sorprenderse? He trabajado para Crocodile, no creo que esperes que no haya tenido que hacerlo —apoyo mi rostro en mi mano izquierda—

—Entonces compartimos algo en común, nuestra “afición” por trabajar como asesinas —la miro fijamente a los ojos, ella me mira sorprendida—. No hay nada de qué sorprenderse, ¿no? Tenemos algo en común

—Sí, supongo… —muevo mis dedos encima de la mesa—

—¿Aceptaste mi propuesta? —pregunto mirando mi mano, ella se encoge de hombros—

—No me has dicho tu plan completo, no puedo aceptar algo sin saber de qué se trata

—Es sencillo, solo iremos a matar a todos los que destruyeron Ohara y los que… Los que me hicieron algo —frunzo levemente el ceño, esto es por Sabo—

—¿Algo?

—No es de tu incumbencia las razones que me han llevado a querer destruir a la Marina y al Gobierno Mundial —sonrío cínica, ella suspira—. No somos amigas, no tengo por qué hablar de mis ambiciones y aficiones

—Pero me necesitas para destruirlos, ¿no?

—Realmente no, solo hago lo que creo que es correcto, la tragedia de Ohara es algo que marcaría a cualquiera y si tú viviste ahí… Eso significa que también pasaste por eso, solo quiero que tenga un cierre justo —me encojo de hombros, ella me mira fijamente—. Si no quieres aceptar, estás en todo tu derecho…

—¿Debería hacerlo?

—No lo sé, depende de ti, mi propuesta es simplemente ir y destruir una institución de mierda… No te digo que sea pronto, primero debo convertir al mocoso en el Rey de los Piratas, ese es mi objetivo principal —entrelazo mis manos, ella suspira profundamente—

—No sé, quizás en el futuro cambies de opinión —cruza los brazos, yo jamás voy a cambiar de opinión—

—No cambiaría mi opinión por nada en el mundo, ni aunque me faltase una pierna, un brazo o lo que sea —ruedo los ojos, ella apoya los codos en la mesa—. Pienso destruir ese sistema cueste lo que cueste

—¿Eso que hicieron fue tan malo? —pregunta sonriente, le lanzo una mirada gélida—. Ya veo…

—No, ninguno de ustedes entendería —respondo fastidiada, no tiene por qué interesarse en eso—. Solo lo haremos, ¿aceptas?